Los socios de Cuatrecasas, Carlos Ferrer y Jorge Canta, repasan en la jornada anual para ESI de Andbank sobre que ha cambiado en el último año y que alternativas hay en caso de querer moverse.
Siempre están bajo sospecha. Sin embargo, el 2019 ha supuesto un paso de gigante en la controversia que continuamente genera a nivel político las sicav, después de que la ley de presupuestos recogiera una disposición donde se otorgaba a la Administración Tributaria a meros efectos fiscales si se cumplía con el número exigido por la norma (100 accionistas).
Aunque ese proyecto no saliera adelante, si que representa una preocupación para el sector ya que dejaba de ser un apartado más del programa de algún partido político y se manifestaba una postura de actuación en un documento oficial. Ahora habrá que esperar a ver si se redita la coalición actual de gobierno o las elecciones cambiaran el panorama político y las sicav pasaran de nuevo a un segundo plano.
En una jornada organizada por Andbank para las ESI, Carlos Ferrer, socio de Cuatrecasas, subraya que se trataba de un proyecto con “una redacción muy deficiente que iba a acabar en alguna norma de abuso”. “Con esa norma lo que se atacaba era al impuesto de sociedades de la sociedad, no al partícipe, sino a la propia sicav”, destaca el socio. Además, resalta que solo iba dirigida a las sicav y no a otro tipo de vehículos.
En este sentido, Ferrer indica que, no contentos con ellos, había otro proyecto de ley donde tampoco se recogía ninguna norma anti diferimiento, lo que implicaba que cualquiera podía montarse un vehículo en Luxemburgo o Malta sin que ocurriera nada.
Para el socio de Cuatrecasas, la única manera de hacerlo razonable y no vulnerar la normativa comunitaria es que “si tienes una participación en un sicav cualquiera (española o luxemburguesa), usted tendrá que imputar el incremento del valor liquidativo de la sicav al 23%”. No obstante, cree que es algo difícil de explicar por los políticos.
En este contexto, muchas gestoras y accionistas de sicav han contemplado todas las opciones posibles de actuación. Sin embargo, tal y como explica Jorge Canta, socio de Cuatrecasas, “no hay una solución única para cada uno de los casos, las soluciones son limitadas”.
Antes de tomar cualquier paso, ya sea fusión con otro fondo español, fusión transfronteriza o la transformación en una sociedad ordinaria, Canta considera que hay que valorar el riesgo y las consecuencias de que no haya un motivo económico válido, así como que la motivación de la operación no sea fundamentalmente fiscal.
Irse a Luxemburgo debe contemplarse únicamente en casos donde el patrimonio de la sicav sea elevado, superior a los 20 millones, según Canta. Por su parte, Ferrer apunta que “si no hay cambio en la normativa fiscal española no hay ningún beneficio por irse a Luxemburgo”.
Otras alternativas
Otra de las opciones que están ganando peso son las sociedades de capital riesgo y los unit linked. Una y otra tienen sus ventajas e inconvenientes, en el primer caso, recomiendan hacer entender al cliente que puede existir un impacto del impuesto de patrimonio en función de la cartera que haya debajo. En el caso del seguro de vida, subrayan que aunque sea un vehículo que permita planificar el impuesto de sucesiones y que la opción de no rescatar y designar un beneficiario tercero puede suponer no tributar por patrimonio, advierten que no es aconsejable optar por este vehículo por temas fiscales.