Es promotor de un hedge fund maltes de renta variable global con una cartera concentrada en unos 20-30 valores.
Hace ya dos años que Quim Abril abandonaba BMN. Desde entonces, uno de los gestores más destacados del panorama español, que ubicó al fondo BMN Bolsa Española en puestos destacados de rentabilidad, no ha estado en activo en el mundo de la inversión. Sin embargo, este tiempo le ha permitido reflexionar y mejorar su estilo de inversión, más centrado ahora en analizar la parte cualitativa de las empresas, confiesa Abril.
Su vuelta se produce como promotor de un hedge fund maltés de renta variable global, en donde se invertirá en una cartera concentrada en unos 20-30 valores. La estrategia del fondo consiste en invertir únicamente en empresas con claras y sostenibles ventajas competitivas o moats, con poca o nula probabilidad de contabilidad creativa (accounting red flags) y con una total alineación de intereses con el equipo directivo de las compañías. El fondo contempla la posibilidad de invertir en empresas con todo tipo de capitalización bursátil, aunque el sesgo sea a pequeñas y medianas compañías, siendo el rango preferido de entre 100 y 10.000 millones de capitalización. El gestor del fondo hablará de forma recurrente con la dirección de las empresas independientemente de su ubicación geográfica.
A diferencia de otros gestores de renta variable, cuya exposición a bolsa no puede bajar del 70%, en el caso de este fondo utilizará estrategias para proteger el riesgo de cola en ciclos económicos con una alta probabilidad de que la economía pueda entrar en recesión. En este caso, solo hará uso de compra de puts fuera del dinero (Protective ATM Puts), para intentar proteger la cartera de elevadas pérdidas como así sucedió en la burbuja tecnológica del año 2000 y la crisis financiera de 2008, aunque eso no quiera decir que el fondo no pueda tener pérdidas. En este sentido, Abril explica que, de los últimos 20 años, solo habría protegido la cartera en seis ocasiones.
Este producto realizará una búsqueda de ideas de inversión más cualitativo que cuantitativo para después analizar las posibles ventajas competitivas en detalle y a poder ser con el equipo directivo de las empresas. En este primer paso, por ejemplo se evitarán siempre compañías que retrasaron la presentación de sus cuentas a los reguladores, que hagan reajustes de los resultados operativos, que su consejero delegado haya cambiado en los últimos dos años (salvo que sea por retiro), que tengan un peso de inversores activistas alto, que las auditorias creen dudas o que no presenten la información financiera en inglés, entre otras cosas...
En definitiva, Abril vuelve al mundo de la inversión en busca de empresas extraordinarias. "Aunque nunca me he encasillado bajo ningún estilo de inversión, considero que un inversor value busca primero el comprar muy barato, en mi caso la premisa más importante es comprar únicamente calidad a su precio justo", cuenta a Funds People.
¿Por qué un hedge fund?
Las razones que han llevado a Abril a apostar por este tipo de vehículo, es primero para poder dar entrada también al inversor extranjero, ya que éste normalmente no quiere invertir en sicav españolas, y segundo poder concentrar la cartera en las mejores ideas. "Pocas ideas llevan a tomar mejores decisiones", destaca.
Hasta el 31 de mayo, este vehículo se encuentra en su fase de comercialización. Para acceder al mismo, se exige un mínimo de inversión de 75.000 euros y ser inversor cualificado. Su comisión de gestión asciende al 1,5% y también cuenta con una comisión de éxito del 15% que, a partir de junio se revisará para beneficiar aún más al accionista, subiendo el hardle rate del 4% al 5% e introduciendo un high Water Mark (HWM).
Para más detalles del fondo, ver su página web.