Las cinco causas que explican el repentino interés de los inversores por bonos del Tesoro americano

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Foto: Martin Fisch, flickr, Creative Commons

La reciente racha alcista de los bonos del Tesoro estadounidense ha sorprendido a muchos inversores, que han empezado a evaluar los factores que están motivando esta inesperada fortaleza y la dirección que podría tomar el mercado si esta continúa. Después de subir hasta el 1,75% en marzo, la semana pasada los rendimientos de los bonos del Tesoro estadounidense a 10 años marcaron su nivel más bajo en cinco meses en el 1,25% y ahora se mueven en torno al 1,35%.

Fuente: Fidelity, con datos de Bloomberg a 10 de julio de 2021.

Si evaluamos el impacto de los movimientos recientes, la fortaleza se ha dejado sentir principalmente en el extremo largo de la curva de la deuda estadounidense, no tanto en el extremo corto. “Eso sugiere que el mercado está más centrado en las dinámicas a más largo plazo, como el crecimiento, la inflación y las futuras tasas de ahorro, que en la probabilidad de una intervención de la Fed en la política monetaria”, explican desde Fidelity International. Desde la gestora han querido explicar cuáles son las causas explican la demanda que han experimentado recientemente los bonos del Tesoro de EE.UU.

1. Exceso de liquidez

Como ocurre en Europa, el fenómeno de exceso de liquidez es una realidad cada vez más evidente en EE.UU. y en la gestora piensan que está impulsando el mercado de deuda pública estadounidense. “La demanda de productos monetarios y de renta fija corporativa a corto plazo en EE.UU. nos dice que los inversores están aparcando la liquidez sobrante en activos de duración más corta hasta que encuentren oportunidades de compra en puntos más alejados de la curva”, afirman.

En este sentido, el cambio de discurso de la Fed en su reunión de junio, junto con otros factores enumerados a continuación, es lo que habría dado pie a los inversores a invertir la liquidez en vencimientos más largos. “Una nueva prueba de que esta recuperación obedece más a la liquidez que a los derivados es que los diferenciales de los swaps se han movido en una dirección ligeramente opuesta a los tipos nominales”, subrayan

2. Perspectivas de crecimiento

La apuesta por la reflación se ha suavizado en EE.UU. durante las últimas semanas después de que aparecieran señales de que la economía podría haber dejado ya atrás el punto más alto de la recuperación después de la pandemia. Aunque la economía crece todavía a buen ritmo y los datos del paro siguen siendo especialmente positivos, desde Fidelity recuerdan que la tasa de crecimiento es ahora levemente más baja de lo que era en el segundo trimestre.

Lo mismo cabe afirmar cuando se adopta una perspectiva internacional. “Los datos del PMI mundial sugieren que ya hemos superado el punto de máximo crecimiento. Esta desaceleración podría ser otro de los factores que impulsan la demanda de activos refugio, como los bonos del Tesoro estadounidense”.

3. Nuevas variantes del COVID-19

La aparición de nuevas variantes durante las últimas semanas ha enturbiado las perspectivas económicas de algunos países, como EE.UU., y ha desencadenado una huida hacia la seguridad entre los inversores que temen una reactivación de los confinamientos y nuevas perturbaciones en la recuperación económica.

“El tiempo dirá si estas nuevas variantes justifican nuevos confinamientos a tenor del éxito que está teniendo hasta ahora el programa de vacunación en EE.UU., pero la sola perspectiva de cierres forzosos da impulso a los bonos del Tesoro de EE.UU., como se observa en los movimientos recientes”.

4. Más ahorro

El aumento del gasto público en EE.UU. se ha traducido en una subida de las tasas de ahorro en el país, comparado con los niveles anteriores a la pandemia. En un momento en el que están apareciendo señales de que la recuperación económica está estabilizándose en EE.UU., algunos indicadores basados en encuestas están empezando a apuntar a que las tasas de ahorro normalizadas podrían ser ligeramente más altas que antes de la pandemia. Desde Fidelity creen que eso también podría traducirse en una mayor demanda de activos defensivos.

5. Inflación más alta

La subida constante de los precios que ha experimentado una amplia gama de bienes y servicios se considera como un impuesto al consumo y está teniendo un efecto directo en la capacidad de los consumidores para gastar. “A pesar de los elevados niveles de ahorro acumulados, el aumento de la inflación está provocando que se compren productos de menor precio o que se sustituya o retrase el consumo de bienes y servicios. Esta dinámica más prudente se refleja en los precios actuales de los bonos del Tesoro estadounidense y esperamos que siga sosteniendo esta clase de activos en lo sucesivo”, concluyen.