Este miércoles Carlos San Basilio y Paloma Marín han tomado posesión de sus cargos como presidente y vicepresidenta de la CNMV, respectivamente, en un acto en el que ha estado presidente el ministro de Economía, Comercio y Empresa, Carlos Cuerpo.
Este miércoles se ha producido el relevo en la Comisión Nacional del Mercado de Valores (CNMV). Carlos San Basilio y Paloma Marín han tomado posesión de sus cargos como presidente y vicepresidenta de la CNMV, respectivamente, en un acto en el que ha estado presidente el ministro de Economía, Comercio y Empresa, Carlos Cuerpo. Ambos fueron propuestos por el Gobierno el 10 de diciembre y apenas unos días más tarde, el 17 de diciembre, recibieron el visto bueno del Congreso de los Diputados. Finalmente, su nombramiento fue aprobado por parte del Ejecutivo a través de un Real Decreto el 23 de diciembre.
San Basilio sustituye en el cargo a Rodrigo Buenaventura, que se incorpora IOSCO. Durante su intervención, ha querido adelantar cinco compromisos que se marca el supervisor para los próximos seis años de mandato.
Sus líneas estratégicas
En primer lugar ha querido recalcar su compromiso con los trabajadores de su nueva casa: "Haré todo lo que esté en mi mano para que la plantilla de la CNMV pueda desarrollar su labor; con los medios necesarios y las mejores condiciones posibles", ha dicho.
Otra de sus prioridades ha sido la protección de los inversores, especialmente de los minoristas. "La posible ampliación de sus opciones de inversión a productos más complejos es deseable. Pero siempre que se haga con los mecanismos de supervisión necesarios y el marco regulatorio adecuado", ha insistido. En ese sentido, cree conveniente "profundizar en la educación financiera del minorista".
Por otra parte, ha subrayado que contribuirán a "seguir generando las condiciones necesarias para que los mercados de valores contribuyan al crecimiento de las empresas y la economía". En ese proceso, "el desarrollo tecnológico debe convertirse en un aliado" así como una "posible simplificación de nuestro marco regulatorio", ha adelantado.
Como últimos objetivos, San Basilio ha reconocido que es importante "compatibilizar la relación con el resto de organismos y la defensa de la CNMV". En ese sentido, considera que "las autoridades intervinientes sabemos donde están nuestras competencias, manteniendo siempre estrecha colaboración con el resto de las autoridades". Por último, ha querido resaltar que la CNMV tiene "la voluntad de escuchar a todos los intervinientes de mercado. Nuestro trabajo tiene sentido si es útil para la sociedad", ha insistido.
Una institución de reconocido prestigio
Por su parte, Paloma Marín ha reconocido que es un honor asumir este cargo y es consciente de la responsabilidad que implica. "Afronto esta nueva etapa con gran ilusión y respeto y con el compromiso de consolidar el prestigio nacional e internacional que ha logrado la CNMV, con el foco en garantizar la independencia y el rigor en sus actuaciones". El supervisor afronta muchos desafíos estos años, como el impulso de los mercados de capitales españoles, la digitalización o la descarbonización de la economía, entre otros. "Daremos respuesta cumpliendo con el mandato de velar por la transparencia del mercado de valores y la protección del inversor", ha subrayado.
En la misma línea, Carlos Cuerpo ha destacado el papel de la CNMV: "Es una institución fundamental en el desempeño del sistema financiero, en los últimos años hemos visto cómo ha contribuido y ha sido un factor importante para salir sin cicatrices y reforzados de las crisis, en gran parte gracias a la fortaleza de nuestros mercados de capitales. Esta calidad institucional es un gran activo que tenemos como país", ha dicho.