Análisis comparado de Reino Unido, Alemania, Francia, Luxemburgo, Italia y Suiza, elaborado por EY en base a seis aspectos fundamentales.
Aunque todavía queda un año para la entrada en vigor de MiFID II, los principales países de Europa ya han comenzado a adoptar decisiones para adecuar sus respectivos sistemas financieros a los estándares de la directiva. Pero, claro está, lo están haciendo a diferentes velocidades. Así lo puso de manifiesto Enrique Fernández Albarracín, FSO Legal & Regulatory Partner de EY, en la jornada EAFI: Presente y Futuro del Asesoramiento Financiero, organizada por Andbank.
El país más adaptado a MiFID II es, con diferencia, Reino Unido, que se ha anticipado en la adopción de varios estándares debido a su famosa Retail Distribution Review (RDR). “Desde 2006 y, especialmente entre 2010 y 2012, [la RDR] ha exigido fuertes cambios a su industria de servicios de inversión retail”, recuerda EY.
Son seis los aspectos de MiFID II que los respectivos supervisores nacionales de los países comparados (Reino Unido, Alemania, Francia, Luxemburgo, Italia y Suiza) deben adoptar con normas locales y guidelines: 1) régimen de asesoramiento independiente, 2) product governance, 3) incentivos prohibidos y régimen de incentivos permitidos sujetos a checks de calidad de servicio, 4) información a clientes sobre productos y servicios (costes, gastos, incentivos, etc.), 5) planes de formación de asesores y banqueros y 6) requerimientos de mercados. En este sentido, EY ha establecido una escala de cinco estrellas donde una estrella significa que sólo se disponen de los textos europeos sin avance local alguno y cinco estrellas implica una adopción completa.
Así, Reino Unido es el país con un mayor grado de adaptación previo, con cinco estrellas en todos los factores, salvo en el último, donde obtiene cuatro, seguido de Alemania, que solamente va atrasada en el régimen de asesoramiento independiente. Por el contrario, Italia es el país más retrasado frente a MiFID II de los comparados, con una estrella en todos los aspectos estudiados, lo que significa que aún no ha hecho prácticamente nada en materia de adaptación.
En general, donde más énfasis han puesto los países comparados por el momento es en los incentivos, puesto que hay países que se han anticipado a las prohibiciones en asesoramiento y gestión de carteras. Sin embargo, flaquean en dos aspectos clave: en la implantación del régimen de asesoramiento independiente, sobre todo, y en la implantación de planes de formación de asesores y banqueros.
Los puntos débiles de Francia son el asesoramiento independiente, el product governance y la formación de profesionales. Por su parte, Luxemburgo flaquea en asesoramiento independiente, formación de profesionales y requerimientos de mercados. Suiza, de media, se encuentra en un nivel medio bajo de adopción de estándares de MiFID II.