“La innovación en emergentes va más allá de la que se está produciendo en los mercados desarrollados, y es diferente a la vista en mercados desarrollado”, afirma Austin Forey, gestor del JPM Emerging Markets Equity Fund.
“En la última década podrías haber hecho dinero sin necesidad de invertir en mercados emergentes. ¿Para qué arriesgarse, pudiendo obtener el mismo retorno invirtiendo en grandes capitalizadas estadounidenses?”, reflexiona Austin Forey, gestor del JPM Emerging Markets Equity Fund. El experto ha visitado Madrid recientemente, con un cometido muy concreto: explicar por qué ahora las acciones emergentes sí representan una oportunidad de inversión.
“Las valoraciones actuales de la renta variable desarrollada son muy elevadas. Vemos retornos más competitivos en las acciones emergentes, frente a otros mercados”, continúa el gestor de J.P.Morgan AM, que declara: “Nunca en los últimos años el entorno había sido tan alentador para nosotros como actualmente”. Eso sí, advierte a los inversores que quieran aventurarse en aguas emergentes que deberán esperar “que se produzcan fuertes correcciones de cuando en cuando, lo normal es ver caídas del 15% o el 20% al año en activos emergentes”. A pesar de estas sacudidas, para el gestor lo importante es mantener la perspectiva temporal: “No hay que preocuparse por la volatilidad en el corto plazo, lo importante son los retornos en el largo plazo”.
El gran salto adelante
En 2018 se ha cumplido el 30º aniversario de la creación del índice MSCI Emerging Markets. Forey explica que, en 1988, sólo había 10 países representados en el índice, siendo Malasia el de mayor ponderación. La capitalización del indicador ascendía a 52.000 millones de dólares, equivalente a un 1% de la renta variable global de la época. Hoy el índice engloba a 24 países y presenta una capitalización equivalente al 12% de la renta variable global.
El gestor destaca que ahora el indicador “refleja mejor la realidad económica de los emergentes, con una mayor representatividad de China”. De hecho, éste considera que este mayor protagonismo chino será la clave para invertir en el futuro: si ahora las acciones clase A (las que cotizan en Shanghái) suponen menos del 1% del índice, Forey calcula que podrían alcanzar una ponderación del 13% - 14% para 2025.
El gestor subraya además la mejora de la liquidez en este mercado: “Ahora hay más liquidez en China que en todo el universo emergente. Es el mayor cambio para los inversores en emergentes de los últimos 20 años”. Forey añade otra observación importante para los inversores, y que evidencia el gran salto adelante dado por el país en términos bursátiles: “Tenemos que acostumbrarnos a que las empresas líderes en sus sectores en China terminarán siendo líderes globales en pocos años”.
La disrupción que está por venir
“Hoy el MSCI Emerging Markets tiene tanta tecnología como un índice de renta variable desarrollada”, continúa el gestor. Según Forey la historia reciente de los emergentes “tiene más que ver con la creación de nuevas oportunidades de inversión en compañías, en un mundo que evoluciona rápidamente”, hasta el punto de que el experto opina que “ya no podemos ver a Occidente como la representación del futuro obvio para los emergentes”. Se refiere al famoso fenómeno que los anglosajones definen como “leapfrogging”: mercados en vías de desarrollo que se incorporan directamente a las últimas innovaciones, sin pasar por las fases intermedias que han vivido los mercados desarrollados.
El gestor pone como ejemplo al desarrollo del negocio asegurador en China: “Las aseguradoras están experimentando un crecimiento más rápido que el PIB. A medida que la población china vaya acumulando bienes y riqueza después de acceder a clases medias o altas, tendrán mayor disposición para contratar seguros de vida. Actualmente, el gasto per cápita en seguros es de 100 euros, que sigue siendo una cifra muy baja en comparación con Reino Unido o incluso respecto a Corea”. Lo que hace singular este desarrollo del negocio asegurador, según el experto, es que “las aseguradoras chinas no se parecen en nada a las occidentales, por el uso que hacen de la tecnología: han invertido en ciberseguridad, han desarrollado software de reconocimiento facial para conocer al cliente y han introducido el uso de Inteligencia Artificial (IA) a través de apps; son todo usos tecnológicos que emplean para obtener eficiencia y escala en un país con mucha población”.
Este comentario sirve al experto para poner el foco sobre la tan comentada disrupción tecnológica, pero aplicada al mundo en vías de desarrollo: “Se están produciendo innovaciones tecnológicas en los emergentes que aún no conocemos en los mercados desarrollados”, afirma. Pone como ejemplo a la empresa china Tencent, que ofrece a través de una misma aplicación servicios propios de una red social, pero también de juego online y de sistemas de pago electrónico. Otro ejemplo para el experto es la empresa argentina Mercado Libre, que es líder en ventas minoristas en Sudamérica al ofrecer un servicio que es una combinación de las prestaciones que ofrecen empresas como Amazon y PayPal. “La innovación en emergentes va más allá de la que se está produciendo en los mercados desarrollados, y es diferente a la vista en mercados desarrollados”, sentencia el gestor.
El fondo
El JPM Emerging Markets Equity Fund está calificado como Blockbuster Funds People. Es un producto que se apalanca en las fenomenales capacidades de J.P.Morgan AM en mercados emergentes: cuenta con 99 profesionales de la inversión sobre el terreno repartidos en nueve localizaciones y que hablan 21 idiomas distintos, de los cuales 18 analistas se dedican exclusivamente al segmento de acciones chinas clase A. El equipo del fondo mantiene unas 5.000 reuniones al año para poder evaluar en profundidad las oportunidades y riesgos que representan las compañías de su universo.
El análisis ESG se ha convertido en una parte fundamental de este proceso, con énfasis en la G de Buen Gobierno: “Al invertir en emergentes, siempre es muy importante pensar en la calidad de los equipos directivos, entender cuáles son sus motivaciones, sus objetivos y su tolerancia al riesgo, así como identificar a sus accionistas de referencia”, indica Forey. Éste añade que también son importantes los riesgos sociales y medioambientales que puedan presentar las empresas del universo, ya que el enfoque del fondo se centra en negocios sostenibles en el largo plazo y con modelos de alta calidad: “Somos inversores a largo plazo y nos preocupan los riesgos en el largo plazo, por eso la ESG es importante para nosotros”.
El fondo presenta un horizonte de inversión de muy largo plazo. Actualmente infrapondera el sector materias primas y ha incrementado la exposición a consumo. China supone la mayor sobreponderación por país por primera vez para el fondo, que históricamente ha infraponderado esta región en cartera.