Veinticuatro años después de la caída del presidente Fernando Collor de Mello, la historia vuelve a repetirse en Brasil. Ayer se hacía oficial la salida de Dilma Rousseff de la presidencia, al obligar el Senado brasileño por decreto a la disolución de su Ejecutivo. Rousseff estará suspendida de empleo al menos 180 días, el tiempo que necesitará para ser sometida a un juicio político en el que se determinará su destitución. Tal y como apuntaban todos los pronósticos, el hasta ahora vicepresidente Michel Temer asumirá la presidencia en funciones.
Este es un artículo exclusivo para los usuarios registrados de FundsPeople. Si ya estás registrado, accede desde el botón Login. Si aún no tienes cuenta, te invitamos a registrarte y disfrutar de todo el universo que ofrece FundsPeople.