La intervención el año pasado del Gobierno de Brasil en diversos sectores condujo a una mayor incertidumbre para las empresas, dando lugar a la postergación de las inversiones, vitales para la recuperación del crecimiento económico de Brasil en 2013. En el sector de servicios públicos, el Gobierno realizó cambios en los términos de concesión para reducir los precios de la electricidad, mientras que en el sector bancario, las entidades públicas fueron obligadas a ofrecer tasas de interés más bajas para los prestamos. Incluso hubo presión sobre el Banco Central de Brasil para mantener bajos los tipos a pesar de los datos de inflación preocupantes.
Según Chris Palmer, gestor del Henderson Gartmore Latin American Fund, esta interferencia del Gobierno provocó incertidumbre entre los inversores y la caída de la inversión del sector privado, que culminó en un crecimiento del PIB muy lento, del 0,9% el año pasado. “Este año ha comenzado con algunos signos de cambios positivos en Brasil. El Gobierno ha reconocido que se necesitan inversiones por parte del sector privado a fin de impulsar la recuperación económica. Rousseff ha vuelto a examinar sus políticas con respecto a las privatizaciones y ha aumentado las tasas de rendimiento que ofrece a los inversores privados. Esto ha dado lugar a una campaña de marketing para atraer a los inversores”.
En términos generales, las perspectivas a largo plazo para Brasil son convincentes. “El país es rico en recursos naturales y tiene tendencias demográficas favorables a largo plazo (por ejemplo, el aumento de los ingresos disponibles). Sin embargo, han sido los problemas creados por el propio Gobierno los que a menudo han creado los problemas que han impedido a Brasil alcanzar todo su potencial. La marea puede estar cambiando ya que el Gobierno está cada vez más abierto y se muestra más conciliador con el sector privado a fin de promover la inversión”, asegura.
En este sentido, la celebración de la próxima Copa del Mundo y los Juegos Olímpicos garantiza que los plazos fijados se cumplan. “Estos acontecimientos y el reciente nombramiento de un brasileño al frente de la Organización Mundial de Comercio muestran que el país será centro de atención como nunca antes en los próximos años”, explica el gestor de Henderson Global Investors.