Las siete tendencias en Sostenibilidad e Impacto para 2025 según Trascendent

Ángel Pérez Agenjo
Ángel Pérez Agenjo (Trascendent). Fuente: cedida.

La consultora estratégica de sostenibilidad e impacto Transcendent ha analizado las tendencias que marcarán 2025 y los aspectos que deberán tener en cuenta las empresas españolas para consolidar la integración de la sostenibilidad en la estrategia de las empresas y avanzar en la generación de impacto positivo, tanto a nivel medioambiental como social.

Para Ángel Pérez Agenjo, socio director de Transcendent, “la sostenibilidad empresarial está inmersa en un proceso de maduración que va a consolidarse a lo largo del año. Más allá del foco en la regulación, las compañías entienden cada vez mejor el valor que pueden obtener a partir de una gestión profesional de la sostenibilidad, ya sea desde el punto de vista de procesos, de su cadena de valor, de los riesgos y oportunidades derivados de su doble materialidad o de ser conscientes del impacto neto que genera su actividad”.

Las 7 grandes tendencias en sostenibilidad e impacto para 2025 son, según la consultora:

1. Capitalizar la oportunidad de la adaptación al cambio climático

El año 2024 ha sido un año marcado por eventos climáticos extremos. A nivel económico, las pérdidas en España ocasionadas por eventos climáticos extremos entre 1980 y 2023 alcanzan los 95.966 millones de euros, según la Agencia Europea del Medioambiente, a lo que habría que sumar una disminución del PIB español en 2024 de entre una y dos décimas, debido a la DANA de finales de octubre.

En un contexto en el que la inversión en mitigación del cambio climático continúa en ascenso, aquellas compañías que sean capaces de capitalizar la oportunidad de la adaptación verán cómo un enfoque tradicionalmente asociado a la gestión de riesgos también puede servir de oportunidad para la mejora de la competitividad.

2. Duplicar el talento verde

Los empleos vinculados a la sostenibilidad en España crecerán un 44% entre 2023 y 2026, según algunas estimaciones. Áreas como las energías renovables, la gestión de residuos y la consultoría ESG (ambiental, social y de gobernanza) lideran estas contrataciones. Se estima que los empleos relacionados con la sostenibilidad van a representar hasta el 10% del empleo total en España para 2030, duplicando las cifras actuales.

Apostar por el desarrollo de este talento va a ser fundamental para afrontar los desafíos del cambio climático y liderar la transición hacia una economía más justa y sostenible y las empresas que inviertan en la formación y retención de este talento estarán mejor posicionadas para liderar el cambio.

3. La biodiversidad se incorpora como una variable de peso

Según el Foro Económico Mundial, más del 50% del PIB global depende de los servicios que ofrecen los ecosistemas naturales, como el agua potable, la polinización y la regulación climática. Por lo tanto, proteger y restaurar la biodiversidad es esencial para garantizar la sostenibilidad de las actividades económicas.

Iniciativas internacionales como el Marco Global de Biodiversidad de Kunming-Montreal y la Taskforce on Nature-related Financial Disclosures (TNFD) están estableciendo nuevos estándares para que las empresas evalúen, gestionen y divulguen sus impactos y dependencias de la naturaleza. En paralelo, las empresas están comenzando a reconocer que la degradación de los ecosistemas y la pérdida de biodiversidad no solo representan desafíos ambientales, sino también riesgos económicos y operativos significativos.

Pero no sólo se están mirando a los riesgos. Las empresas están empezando a identificar oportunidades relacionadas con la naturaleza que permiten desarrollar nuevas líneas de negocio, como la agricultura regenerativa, el uso de materiales naturales, y otras soluciones basadas en la naturaleza (SbN) están creciendo rápidamente. El sector financiero desempeñará un papel clave en este proceso. Se estima que, teniendo en cuenta los sectores con una mayor dependencia en la naturaleza, el mercado de los créditos de naturaleza puede llegar a un total de 5.000 millones de euros en 5 años solo para las empresas cotizadas españolas.

4. Sostenibilidad en la cadena de valor

Regulaciones como la Directiva sobre Diligencia Debida de las Empresas en Materia de Sostenibilidad (CSDDD, por sus siglas en inglés), adoptada en abril de 2024, establecen un marco normativo más riguroso. Esta normativa exige, a partir del 2027, a las empresas con más de 1.000 empleados y 450 millones de euros en ingresos identificar, prevenir y mitigar los impactos adversos reales y potenciales en derechos humanos y medio ambiente a lo largo de sus cadenas de valor.

Más del 90% de las 2.000 empresas evaluadas por el informe "2024 Social Benchmark" de la World Benchmarking Alliance (WBA) no alcanzan ni la mitad de los estándares sociales fundamentales en sus proveedores. Para el 2025, las empresas deberán ir más allá de las buenas intenciones e integrar esta dimensión social en sus estrategias.

5. Avances sólidos en la valoración monetaria del impacto

Con el objetivo de dar respuesta a la creciente demanda por parte de inversores y clientes de tener acceso a información transparente y comparable, era necesario el desarrollo de un marco de evaluación en términos monetarios del impacto generado por las compañías que estandarizase la contabilización de impacto. La International Foundation for Valuing Impacts (IFVI), fundada en 2022 a partir de la iniciativa Impact Weighted Accounts de la Universidad de Harvard, se ha convertido en una de las entidades más reconocidas a nivel internacional en términos de evaluación monetaria del impacto.

En octubre de 2024, IFVI publicó los recursos necesarios para desarrollar la contabilización de impacto medioambiental, incluyendo un marco metodológico y una base de datos con cerca de 100.000 factores de valor que permiten la evaluación monetaria de 430 impactos en 268 geografías distintas. Mirando hacia el futuro, en 2025 se espera que la evaluación de impacto en términos monetarios comience a consolidarse en el ámbito corporativo en España, siguiendo la tendencia de grandes compañías del IBEX referentes en sostenibilidad que ya han emprendido este proceso.

6. La inversión de impacto se centrará en generar un cambio sistémico

En España, según SpainNAB, la inversión de impacto directa alcanzó los 1.517 millones de euros en 2023, lo que representa un crecimiento del 26% respecto al año anterior, debido fundamentalmente a los fondos de capital privado de impacto, que han duplicado sus activos gestionados. Una cifra que se espera que aumente significativamente hasta los 5.000 millones de euros en 2025, según estimaciones de la Asociación Española de Fondos de Impacto (AEFI).

En este proceso de aceleración, juega un papel fundamental el FIS de COFIDES (Fondo de Inversión Social). Dotado con 400 millones de euros, este fondo pretende financiar entidades de impacto social positivo a través de las cuáles dar respuesta a los retos sociales y medioambientales a los que nos enfrentamos. El FIS posiciona a España como el cuarto país del mundo en iniciativas públicas y público-privadas de inversión de impacto y el segundo de la UE.

7. CSRD. ¿Solo para reportar o para gestionar?

La Directiva de Reporte de Sostenibilidad Corporativa (CSRD) seguirá marcando gran parte de la agenda de sostenibilidad empresarial en 2025. Las pymes cotizadas y las empresas españolas con más de 250 empleados, y/o una facturación de 50 millones de euros y/o 25 millones de euros en activos totales estarán obligadas a cumplir con los requisitos de la CSRD. El año que viene algunas grandes empresas ya publicarán los primeros informes de sostenibilidad siguiendo los requerimientos de la CSRD, mientras que el resto de las grandes empresas y pymes cotizadas se prepararán para cumplir con estas exigencias a partir de 2026.

Esa obligación tiene unas implicaciones que pueden ir más allá del reporte, enriqueciendo la toma de decisiones, comenzando por la evaluación de impactos sociales y medioambientales y las implicaciones financieras para la empresa. Se estima que a nivel europeo pasará a afectar a unas 50.000 empresas, frente a las 12.000 que estaban implicadas por la antigua regulación. Según datos del Banco de España, se estima que serán unas 5.000 empresas en nuestro país las que tendrán que hacer reporte de sostenibilidad el año que viene.