Peyranne Rovet, responsable de relaciones con clientes de Amundi ETF, analiza cómo han vivido en la gestora un año en el que la firma ha alcanzado un volumen de 10.500 millones de euros.
Se acerca el cierre de ejercicio y es momento de ir haciendo balance. Para Laure Peyranne Rovet, responsable de relaciones con clientes de Amundi ETF, 2013 ha sido un año de mucha rotación en las carteras, cuyo detonante habría sido el temor destapado en mayo por la Fed a una posible reducción del ritmo del programa de compras y a las dudas de los inversores sobre cómo posicionar sus carteras ante un escenario de subida de los tipos de interés. “El análisis de los flujos europeos es lo que nos permite entender qué está pasando. El volumen alcanzado asciende a 10.500 millones de euros en Europa . El 60% han ido a productos de renta variable y el 40% a fondos cotizados de renta fija. Lo interesante es que dentro de las carteras de los clientes se ha producido una gran rotación”, revela.
El año comenzaba en modo 'risk on', con una fase de menor aversión al riesgo que animaba al inversor a entrar en ETF de renta variable americana y japonesa. Al mismo tiempo, en renta fija los productos de renta fija emergente y high yield se convertían durante los dos primeros meses en los ETF estrella. Sin embargo, según explica Peyranne, a partir de la incertidumbre que introdujo el resultado de las elecciones en Italia todo cambió y se entró en una fase de toma de beneficios y reducción del riesgo global. “El inversor empezó a deshacer posiciones en activos de renta variable de Estados Unidos y Japón, salidas que no se hicieron extensibles a los ETF de renta fija, que permanecieron sin cambios”. No obstante, la demanda por crédito con grado de inversión se frenó.
Fue un preludio de lo que ocurriría un par de meses después, cuando el presidente de la Reserva Federal, Ben Bernanke, dejaba la puerta abierta a una retirada gradual de los estímulos, lo que frenó el modo “risk on”. Los perdedores de este periodo fueron los mercados emergentes tanto en deuda como en acciones, el high yield y el crédito con grado de inversión. El temor de los inversores llevó a una búsqueda de liquidez. Las salidas de dinero afectaron tanto al mercado de renta fija emergente, high yield como a la renta variable”. Este fue, quizás, el punto de mayor tensión que hayan vivido los mercados en 2013.
Pero, tras la tormenta, llegó la calma. “Desde el verano, el discurso tranquilizador de la Reserva Federal y unos datos macroeconómicos más positivos, sobre todo en Europa, invitaron a los inversores a entrar de nuevo en activos de riesgo. Pese a ello, los flujos no volvieron a entrar en aquellas clases de activos que se habían visto más castigadas, sino que se concentraron más en renta variable, sobre todo ETF de bolsa europea y en deuda de países periféricos”, explica. De ahí la gran rotación apreciada por la responsable de clientes de Amundi ETF este año.
Haciendo un cómputo global, sin embargo, Peyranne asegura que donde la firma ha visto los mayores flujos este año ha sido en productos que permiten al inversor recoger el comportamiento de un índice cubriendo el riesgo de divisa diariamente. En este sentido, el Amundi ETF Topix Eur Hedged Daily está siendo el producto que está registrando una mayor aceptación de toda la gama de ETF que Amundi comercializa actualmente en España, con captaciones superiores a los 230 millones de euros en Europa en lo que va de año. Peyranne también destaca la buena acogida que han tenido los ETF que replican índices americanos, también con cobertura de divisas, así como los fondos cotizados de renta variable global y de países periféricos.