Los analistas financieros acusan a los influencers de intrusimo y piden a la CNMV más profesionalización

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SalFalko, Flickr, Creative Commons

El Instituto Español de Analistas (IEA) ha organizado una jornada que lleva por título Los restos del análisis financiero y los ponentes que en ella participaron dejaron claro con sus intervenciones que uno de los grandes retos que tiene el sector es de demostrar el valor que aportan en un mundo en el que ha emergido un nuevo competidor: el llamado finfluencer o lo que es lo mismo, el influencer "especializado" en finanzas.

"Hay un intrusimo claro en nuestra profesión por parte de los influencers", afirmó rotundo Javier Méndez Llera, secretario general del IEA. Un ataque que también secundó Natalia Aguirre, directora de análisis y estrategia de Renta 4. "Aunque estos influencers tengan una regulación que cumplir sí hay cierto intrusismo", afirma. No en vano, según se recordó en la sala, a diferencia de lo que sucede con las labores de asesoramiento o comercialización, Mifid II no exigió ninguna formación concreta, y por supuesto tampoco continua, para poder dar recomendaciones de inversión. Se demanda así que se profesionalice al sector y eso, según explica Javier Ruiz, director de mercados secundarios de CNMV, es uno de los asuntos que puede ser estudiado a nivel europeo .

Si bien no se exige un título para hacer recomen daciones de inversión la CNMV sí recordó que los influencers están sujetos a una serie de normas para poder emitir recomendaciones de inversión. "Muchos influencers no han comprendido aún que cualquier persona, aunque no sea profesional, que emita una recomendación de inversión debe cumplir con unas "mínimas obligaciones", como son identificar quién formula la recomendación, presentar la información de manera objetiva y revelar los posibles conflictos de interés", afirmó Rodrigo Buenaventura, presidente de la CNMV.

Además subrayó que el organismo supervisor está analizando muy al detalle las recomendaciones de inversión que se hacen en redes sociales tanto por expertos como por no expertos y aboga por exigirles cada vez más requisitos, acordes a los que piden a los analistas profesionales.  “Queremos reducir la distancia regulatoria entre analistas y expertos para que los inversores estén más protegidos”, explicó Buenaventura.