Nueve de cada 10 banqueros confirman que los clientes requieren este tipo de servicio por parte de la banca privada con la que trabajan.
En los últimos años, la llegada de MiFID II ha supuesto crear un marco de tipo de servicios que pueden ofrecer las entidades financieras. La gestión discrecional, el asesoramiento independiente o no independiente y la ejecución representan el catálogo de servicios contemplados por la normativa europea.
Sin embargo, hay un servicio potenciado por la banca privada que transciende este concepto. Se trata de la planificación financiera, un tipo de acompañamiento que puede articularse a través de algunos de los servicios mencionados anteriormente pero que forma parte de la conversación de muchos banqueros privados y sus clientes.
Según el III Estudio de Banca Privada realizado por FundsPeople en colaboración con Tressis, el 89% de los banqueros privados españoles demandan este tipo de servicio por parte de la banca privada con la que trabajan, casi nueve de cada 10 profesionales.
En cambio, a la hora de preguntar a los mismos profesionales si los clientes demandan servicios de asesoramiento independiente, son el 58% de los banqueros quienes apuntan que los clientes requieren este servicio. Por tanto, el concepto de planificación financiera cuenta con mayor grado de aceptación entre los banqueros.
Es más, frente a la anterior oleada de la encuesta, realizada en octubre de 2020, el servicio de asesoramiento independiente pierde importancia. Hace un año, los banqueros privados apuntaban que el 13% recibían este servicio. En mayo de este año, son el 12% de sus clientes.
Sin embargo, de los servicios MiFID II, es la gestión discrecional la que más baja, del 30% de la encuesta realizada en 2020 hasta el 27% del informe de 2021. También retrocede la ejecución, del 18% al 16%. En cambio, crece el asesoramiento no independiente del 49% al 58% y se mantiene como el servicio más común de las bancas privadas en España.
Por otro lado, solo el 22% de los banqueros privados consideran que MiFID II ha aumentado la libertad de recomendación a sus clientes. La gran parte, un 49% piensa que la normativa no ha traído cambios en este sentido, frente al 29% que piensa que han perdido libertad.
Otro de los efectos valorados en la encuesta es la actitud de los clientes ante la transparencia de los gastos y costes. Un 44% de los banqueros señala que esta medida ha sido positiva y un 47% neutral. Solo el 9% cree que este cambio ha sido valorado negativamente por los clientes.