Los dos factores que están ralentizando el ritmo de desarrollo del coche eléctrico

Coche eléctrico
Foto: Chuttersnap, Unsplash.

Los coches eléctricos se desarrollaron por primera vez al mismo tiempo que sus homólogos con motor de combustión interna. Sin embargo, no fue hasta mediados de la década de 1990 cuando se fabricó en serie el primer coche eléctrico moderno. La adopción ha sido lenta, pero se está acelerando. En 2021, cerca del 10% de las ventas mundiales de coches eran de vehículos eléctricos. Es un dato cuatro veces superior al del mismo periodo del año anterior. Este dinamismo de las ventas ha continuado este año al venderse dos millones de coches eléctricos en el primer trimestre. Supone un aumento del 75% respecto al mismo periodo de 2021.

Tal y como explican Ulrik Fugmann y Edward Lees, gestores del BNP Paribas Energy Transition, fondo con Rating FundsPeople 2022, este crecimiento exponencial puede atribuirse a diversos factores: las medidas de estímulo del gobierno, el brusco aumento del número de modelos de vehículos eléctricos y los precios sin precedentes de la gasolina y el gasóleo. “La preferencia de los consumidores es otro gran detonante de este crecimiento: los compradores de coches reconocen cada vez más las ventajas que conlleva adoptar un estilo de vida más ecológico, y comienzan por el transporte, que constituye un punto de partida relativamente fácil”, afirman.

Ante esta fuerte acogida del vehículo eléctrico, cabría suponer que el sector se acerca a su pico de crecimiento, pero -según los gestores de BNP Paribas AM- apenas ha comenzado a despegar. “Más de la mitad de las ventas actuales se produjeron en China, y el resto principalmente en Europa y Estados Unidos. Esto significa que varias regiones (sobre todo los mercados emergentes) se sitúan a la zaga. Para lograr el objetivo de cero emisiones netas en 2050, el coche eléctrico deberá representar el 60% de los vehículos vendidos en el mundo hacia 2030. Sin embargo, las previsiones actuales señalan que para entonces solo rondará el 30%”, advierten.

Reto # 1: la infraestructura de recarga

Un elemento que está frenando el ritmo de desarrollo del vehículo eléctrico es la infraestructura de recarga. De acuerdo con sus estimaciones, muchos compradores de coches están aplazando la migración al vehículo eléctrico por el problema de la autonomía. Es decir, el temor de no poder encontrar un punto de recarga a tiempo para reponer la batería agotada. “En 2021, había alrededor de 376.000 estaciones de recarga de vehículos eléctricos disponibles al público en Europa. Aunque esto puede parecer mucho, se estima que esa cifra aumentará a unos 1,3 millones en 2025 y luego alcanzará 2,9 millones hacia 2030”.

Hay muchas diferencias de una región a otra. No solo en lo que respecta al número de puntos de recarga, sino también al tipo de recargas disponible: recarga lenta frente a rápida. Actualmente, los cargadores de baterías para vehículos eléctricos más rápidos tienen una capacidad máxima de 400 kW. Esto significa que un vehículo podría quedar totalmente cargado en unos 15 minutos. “Para que se materialice todo el potencial de la electrificación del transporte (que incluiría flotas de taxis privados, alquiler de coches y reparto de mercancías) deberá hacerse un mayor hincapié en cómo se desarrollará la infraestructura de recarga”, señalan.

Además de los cargadores individuales instalados en el hogar, en hipermercados y centros comerciales, y en gasolineras, los centros de recarga a mayor escala serían capaces de recargar cientos de vehículos a la vez. “Esto no solo resultaría eficiente para los usuarios, sino que también ayudaría a controlar el suministro de electricidad que se precisa para poner en marcha estos vehículos. En este ámbito, la digitalización desempeñará un papel vital. Las recargas inteligentes permitirán optimizar el consumo de energía, mientras que la tecnología vehicle-to-grid (del vehículo a la red) permitirá transferir a la red la electricidad almacenada en las baterías de los vehículos”, explican.

Reto # 2: oferta de baterías y sus componentes minerales y metálicos raros

Sin embargo, de acuerdo con Fugmann y Lees, el mayor reto que afronta la implantación masiva del vehículo eléctrico es la oferta de baterías y sus componentes minerales y metálicos raros. “La oferta ya está resultando ser un obstáculo mayor que la demanda en muchos países para la adopción del coche eléctrico, ya que el tiempo de espera para entregar algunos modelos de vehículos eléctricos es de un año o más. De hecho, por primera vez en una década, el precio de la batería de un coche eléctrico subirá irremediablemente en 2022”.

A su juicio, la raíz del problema no solo radica en un suministro limitado de materias primas para baterías (como el litio, el cobalto y el níquel). También en la falta de preparación de muchos países del mundo. “China ostenta el dominio mundial en refinado de minerales estratégicos. Refina el 73% del cobalto mundial, el 68% del níquel y el 59% del litio. Esto contrasta con Europa, que procesa en torno al 20% del cobalto, y con Estados Unidos, que posee una cuota aún menor”.

La creciente preocupación por el dominio de China en la cadena de suministro de baterías ha llevado a algunos gobiernos y empresas a actuar. De este modo, ciertos fabricantes de coches conocidos están tratando de ejercer un mayor control sobre el suministro. Al mismo tiempo, algunos gobiernos están recurriendo a la regulación para enmendar esta situación.

La reciente ley estadounidense para la Reducción de la Inflación puede haberse promocionado como un gran avance en las iniciativas contra el cambio climático. Pero las desgravaciones fiscales que contempla por la compra de vehículos eléctricos exigen que un determinado porcentaje de las materias primas sea de origen nacional o de socios de libre comercio. O bien que proceda del reciclaje. “Obviamente, esto excluye a China”, subrayan. “Este tipo de políticas, además de desatar acusaciones por parte de la UE alegando que son discriminatorias e infringen las normas de la OMC, también han suscitado críticas, ya que muy pocos vehículos podrán beneficiarse realmente de las subvenciones”.