Sólo en el mes de diciembre, estos productos registraron 28.100 millones de dólares en dinero nuevo, lo que permitió a la industria estadounidense alcanzar los 1,35 billones de dólares al finalizar 2012. Esto supone un incremento de los activos bajo gestión en un 27% en el último año.
Los ETF y ETP de renta variable concentraron gran parte de la nueva inversión a lo largo del año, hasta los 121.500 millones de dólares. Si lo comparamos con el dato del 2011, esta cifra supone un incremento de 68.200 millones. Los productos de renta fija, por su parte, registraron entradas por valor de 46.300 millones de dólares, mientras que los de materias primas concentraron 13.700 millones en inversiones nuevas en 2012.
"Hemos observado que la incertidumbre política y económica ha llevado a los inversores a administrar sus carteras de una forma más táctica y estratégica. Los inversores han buscado rentabilidad, a lo largo del año, a través de los ETF de altos dividendos y deuda high yield. Además, les gusta los ETF por la exposición que ofrecen a una amplia variedad de mercados. Los ETF y ETP de renta variable fueron los que mejor se comportaron debido a que son los que llevan más tiempo en el mercado, y los inversores se sienten más cómodos con estos productos", señala Deborah Fuhr, socia y cofundadora de ETFGI.