En la nueva ley de los mercados de capitales de Argentina, se establece que la industria de fondos comunes de inversión (FCI) también podrán adminstrar carteras privadas. Queda por especificar la garantía patirmonial adicional con la que deberán contar
“El Agente de Administración de Productos de Inversión Colectiva de FCI podrá desempeñar tareas en forma adicional a la administración de FCI”, siempre que cada una de las actividades adicionales se encuentre incluida dentro de su objeto social (para lo que deberán actualizar sus estatutos), no existan conflictos de intereses, se reúnan los requisitos patrimoniales y de orden administrativo y no se afecte la administración de los fondos.
Con esta modificación, las administradoras de FCI buscar diversificar su negocio (hoy concentrado en fondos money market y “t+1”) al incorporar la gestión directa de las carteras de empresas, fundaciones y asociaciones, además de altos patrimonios de particulares.
Las modificaciones de la CNV
Hasta ahora, cada fondo tenía la libertad para evaluar los activos de su patrimonio según su propio criterio, informa el diario argentino El Cronista. Con las nuevas modificaciones realizadas por la Comisión Nacional de Valores (CNV), para obtener el valor de los activos que cotizan el mercado entiende que se deberá crear un proveedor de precios (como hacía la Superitendencia de AFJP). El objetivo es ponderar por cada activo el índice de monto negociado (la relación entre el monto operado en un día respecto del promedio diario de los últimos 30 hábiles) con el de regularidad de negociación mensual (la razón entre la cantidad de días para alcanzar un importe operativo mínimo y cantidad de días hábiles de los últimos 30) que previó la CNV.
Para valuar los activos que no cotizan, la mayoría de los fondos tomaban, en el caso de un bono, el precio de compra más el devengamiento diario de los intereses. Pero otros registraban un valor de mercado estimado para los activos que no operan.
Así, la industria prevé que si estos fondos cumplen con la norma podrían sufrir un ajuste de sus carteras (como registrar una acción al precio de compra después de un mercado alcista). Salvo que los vendan, lo que resulta difícil en un mercado reducido como el argentino.
