Las razones de Schroders para creer que el momentum de los emergentes no ha pasado

Tom Wilson (Schroders)
Foto cedida

A la hora de hablar de mercados emergente es imposible no pensar en Schroders. La gestora cuenta con 22 fondos de renta variable con la calificación Consistentes Funds People. De ellos, exactamente la mitad (11) corresponden a estrategias que centran su universo de inversión en los países emergentes.

En el listado de productos que cuentan con esta distinción se pueden encontrar estrategias de todo tipo, desde fondos-país (como el Schroder ISF Indian Equity, el Schroder ISF China Opportunities o el Schroder ISF Greater China), hasta fondos regionales (como el Schroder ISF Emerging Asia, el Schroder ISF Asian Smaller Companies, el Schroder ISF Asian Equity Yield, el Schroder ISF Asian Total Return, el Schroder ISF Asian Opportunities o el Schroder ISF Emerging Europe), pasando por productos que amplían el radio de acción al conjunto del ecosistema que integran los mercados emergentes (como el Schroder ISF QEP Global Emerging Markets o el Schroder ISF Emerging Markets.

Se trata de un amplio número de estrategias que ponen de manifiesto la capacidad de la gestora a la hora de gestionar este segmento de mercado. De todos estos productos, dos (el Emerging Markets y el Emerging Europe) están gestionados por Tom Wilson, responsable de renta variable emergente en Schroders, quien acaba de estar en España para responder a la gran pregunta que se están haciendo en estos momentos los inversores: ¿es momento de invertir en los mercados emergentes tras el rally de 2017? Contestar a esta cuestión es el motivo principal que lo ha traído a España. A su entender, existen varios aspectos que inducen a creer que la respuesta a esa pregunta debe ser afirmativa.

“Si analizamos los catalizadores que han servido para impulsar a los emergentes este año, se aprecian dos: el comercio global, que se está viendo favorecido por una recuperación sincronizada de las principales economías, y la depreciación de aproximadamente el 9% del dólar en 2017, lo cual es un catalizador muy importante para los emergentes. Eso, combinado con unas valoraciones que hace un año estaban por debajo de su media a largo plazo, el hecho de que la inversión en los emergentes fuese muy limitada tras las fuertes salidas de dinero de 2012, 2013, 2014 y 2015, y las revisiones al alza de los beneficios empresariales, ha sido fundamental para el despegue de los emergentes”, explica el experto.

A su juicio, la recuperación económica europea, la reflación china y la buena salud de la economía estadounidense son factores que están dinamizando las exportaciones y las importaciones, algo clave para el buen comportamiento de los emergentes. “Es cierto que la mayoría de las sorpresas positivas en el comercio global ya las hemos visto y que podemos asistir a una cierta desaceleración del momentum en China, pero las economías de Europa y Estados Unidos seguirán haciéndolo bien. En lo que respecta al dólar, no nos sorprendería ver una cierta consolidación tras la fuerte caída registrada en 2017, pero seguimos pensando que el entorno hace prever una mayor depreciación del billete verde a medio-largo plazo tras los elevados niveles alcanzados en los últimos años. Sigue caro con respecto a sus niveles históricos”.

Es decir: los dos catalizadores más importantes que han impulsado a los mercados emergentes en 2017 seguirán vigentes. “El entorno económico sigue siendo razonablemente favorable para los emergentes y las valoraciones que ofrecen estos mercados son atractivas, sobre todo si se comparan con las que se pueden encontrar en las bolsas de países desarrollados, lo que nos hace pensar que asignar en estos momentos parte de la cartera a renta variable emergente es una buena decisión si se hace con un horizonte de inversión a medio largo plazo”.

En Schroders gestionan sus fondos de mercados emergentes sobre la base de un modelo cuantitativo que les indica qué países concretos son más atractivos en cada momento. “El modelo nos proporciona un marco para poder evaluar a los países emergentes de una manera consistente y disciplinada. Este sistema te permite evaluar muchos factores, entre ellos la divisa, un riesgo que nosotros nunca cubrimos y que incluimos dentro del análisis, incluso a la hora de construir una posición sobre un valor concreto, dada la importancia que tiene si la compañía centra su negocio en la exportación o en la demanda interna en la que está afincada. En los fondos globales, el peso de este análisis cuantitativo es mayor que en el de los fondos-país, donde prima el stock picking”, afirma.

Rusia, Brasil, Corea del Sur y algunos países de Europa del Este, como Hungría y Polonia, son actualmente los mercados donde en el equipo que dirige Wilson están encontrando las mejores oportunidades de inversión. “Son las principales sobreponderaciones en las carteras”, revela. También son las apuestas que están situando a Schroders como la gestora con la oferta de fondos de renta variable emergente más consistente.