En muchas ocasiones, los inversores conocen las bondades de la diversificación a la hora de tomar decisiones en su cartera de fondos de inversión. Pero también en otras tantas ocasiones, por desgracia no disponen del volumen de patrimonio suficiente para llevar a cabo tal teoría, que ayuda a minimizar riesgos.
Conscientes de esta situación, entidades como Deutsche Bank recomiendan a sus clientes mini-cestas de fondos, en su caso, destinadas a los perfiles españoles de inversión más habituales, el conservador y el moderado, y a clientes con un patrimonio financiero entre los 10.000 y los 50.000 euros.
Según la entidad de origen alemán, en sentido amplio, “el inversor conservador tiene como principal objetivo la estabilidad patrimonial pero también busca protección frente a la inflación, por lo que admite una exposición baja al riesgo”, un perfil muy ligado al inversor español tipo.
Así, sus mini-cestas están conformadas por cinco fondos, cuyo peso individual en cartera hoy día oscila entre el 15% y el 25%. En estos momentos, sólo se repiten tres fondos en las dos mini-cestas: un fondo propio, el DWS Concept DJE Alpha Renten Global, y dos fondos externos, el M&G Optimal Income y el Ethna Aktiv.