Morningstar pone bajo revisión al Banco Madrid Ibérico Acciones

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La necesidad de evaluar los eventos que se han desencadenado tras la denuncia del tesoro americano a BPA por blanqueo de capitales, y cómo estos pueden impactar en Banco Madrid Gestión de Activos y concretamente en la calidad del fondo Banco Madrid Ibérico Acciones, han llevado a Morningstar a poner bajo revisión el rating del producto. Este fondo cuenta con una versión luxemburguesa, el BPA Sicav Iberian Equities, aunque este vehículo no tenía un Morningstar Analyst Rating como el producto domiciliado en España.

Esto ha sucedido pese a que Morningstar dejó claro en un comentario que “eventos corporativos en la firma matriz no ponen en peligro el dinero que los partícipes tienen invertido en fondos de inversión de la sociedad gestora perteneciente a dicha matriz”, motivo por el que los inversores en el fondo Banco Madrid Ibérico Acciones no deben estar preocupados por la seguridad o liquidez de su dinero.

Sin embargo, bajo su criterio, el Morningstar Analyst Rating refleja “la convicción que tienen nuestros analistas sobre la capacidad de un determinado fondo de batir a la media de competidores a lo largo de un ciclo de mercado completo”. Por ello, prefieren ser cautos y tomarse un tiempo para re evaluar su opinión.

Con respecto al fondo gestionado por Gonzalo Lardiés, van a monitorizar los potenciales reembolsos por parte de partícipes y el impacto que ello tendría en la cartera de inversión. En el primer día después de los acontecimientos, señalan que se produjeron salidas cercanas al 1,58% del patrimonio del fondo, de en torno a 150 millones. No esperan, en principio, que los potenciales reembolsos tengan un impacto significativo en la cartera.  Es más, antes del anuncio de la intervención de la firma matriz por el Banco de España, la liquidez del producto ascendía al 16%, incrementándose al 20% el día siguiente.

Según explican, al mismo tiempo que se vayan produciendo las salidas de dinero, “Lardiés irá reposicionando la cartera, dejando aumentar el peso en aquellas compañías en las que tiene mayor convicción, y recortando posiciones en aquellas que han tenido un recorrido reciente más fuerte y por tanto el gestor estima que tienen menos potencial”.

Si llegase a ser necesario, y dado el tamaño relativamente pequeño del fondo, no creen que deshacerse de la inmensa mayoría de las compañías en cartera fuera a suponer un problema. Por otro lado, apuntan, “si el patrimonio del fondo bajase, el gestor podrá incrementar peso en aquellas compañías donde hasta ahora no podía hacerlo al poseer ya un porcentaje elevado del capital flotante de las mismas”.

En las próximas semanas van a monitorizar la evolución de la cartera. Parten de que su nivel de inversión se sitúa en el entorno del 72% actualmente, sin haber variado significativamente de ese nivel al que llegó tras la reducción que efectuó a finales de febrero y principios de marzo, con la opinión de que “el mercado había corrido mucho y muy deprisa”.