El fondo de Nordea AM es uno de los productos más antiguos centrados en la que es ya toda una megatendencia: el cambio climático. De hecho, se lanzó en el año 2008 y hoy, doce años después, sigue manteniendo intacto su objetivo de inversión: Invierte en empresas que, a través de sus soluciones medioambientales, están cambiando el mundo para bien. La selección de su cartera se centra en aquellos negocios que operan en los sectores de eficiencia de recursos, protección medioambiental y energías alternativas y lo que busca es generar rendimientos atractivos al identificar oportunidades infra analizadas e incluirlas en una cartera concentrada de ideas de alta convicción.
Esa alta convicción se ve la alta concentración de valores que tiene el fondo, que cuenta con el Sello FundsPeople 2020 por su triple calificación ABC . “Nuestro proceso de inversión en base a fundamentales de tipo bottom-up, persigue identificar una cartera de alta convicción (de 40 a 60 valores infravalorados) capaz de generar flujos de caja futuros significativos a partir de sus soluciones climáticas innovadoras",explica Thomas Sorensen, uno de los gestores. Y eso a pesar de que parten de un universo de integrado por más de 1.250 empresas con una capitalización de mercado que en su conjunto supera los 6 billones de euros .
No obstante, esa alta convicción no implica una pérdida de diversificación de la cartera ya que las primeras posiciones, Lynde, Synopsys y Thermo Fisher, apenas suponen un 3% del total de la misma. Diversificada es también la zona geográfica donde invierte ya que al fin y al cabo se trata de un fondo global aunque, eso sí, al igual que la mayor parte de los fondos que se incluyen en esta comparativa, EE.UU es su principal destino de inversión. Por sectores, combinan la exposición a sectores más cíclicos como el industrial o el de materiales con otros más defensivos como puede ser el de tecnologías de la información, siendo estos tres a los que más representación tienen en la cartera.
