Tras recibir la licencia bancaria por parte del Banco de España, la entidad lanza una nueva estrategia de comunicación protagonizada por siete banqueros de la firma.
A&G Banca Privada persigue diferenciarse una vez más. Un año después de protagonizar el primer flashmob del sector financiero, y tras haber obtenido recientemente por parte del Banco de España la licencia bancaria, la banca privada lanza una nueva acción protagonizada por siete banqueros de la firma con el lema de “el banco de los banqueros”.
Para dar luz al nuevo eslogan, como ilustra la fotografía, la fachada de la sede de A&G Banca Privada pasa a estar cubierta por una lona en la que salen fotografiados siete banqueros del grupo (de izquierda a derecha): Rafael Garijo (oficina Madrid), Ana Estalella (oficina Madrid), Jorge López-Balcells (oficina Barcelona), Lali Iglesias -sentada- (oficina Madrid), Paul Gomero (oficina Madrid), Norman Martel -sentado- (oficina de Sevilla) y Ramón Pardo (oficina Valladolid).
De esta manera, la entidad refleja en su imagen el grado de implicación que tiene este colectivo de profesionales en el grupo. Hay que recordar que a sus banqueros se les ofrece la posibilidad de ser socios del banco como una de las señas de identidad del modelo de A&G Banca Privada, en el que éstos además “no tienen objetivos comerciales o de captación, ni tampoco hace campañas de producto”, indican.
En buena parte, señala el grupo, éstos son los motivos que han favorecido a la firma a la hora de captar banqueros sénior, una de las razones que explica que A&G Banca Privada haya incrementado sus activos bajo gestión hasta los 5.000 millones de euros. Desde 2008, el grupo ha doblado la plantilla de banqueros y, solo en el último año, han incorporado hasta doce profesionales.
Ampliación de capital
Para la constitución del nuevo banco, con la nueva licencia bancaria, el grupo ha realizado una ampliación de capital de 20 millones de euros que han sido suscritos por sus ejecutivos y agentes. Una operación que mantiene al banco suizo EFG como socio mayoritario (56%), y el porcentaje restante, distribuido entre los principales agentes y ejecutivos de la firma.
