Abróchate el cinturón: el avance imparable hacia la electrificación

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Cedida por BNP Paribas AM

TRIBUNA de Ramón Esteruelas, senior investment specialist de Renta Variable Global y Temática, BNP Paribas AM. Comentario patrocinado por BNP Paribas AM.

Más novedosos, más verdes, y dentro de poco más baratos aún: los coches eléctricos están ganando tracción de forma exponencial, redefiniendo la industria mundial del motor. Pero con muchos factores todavía inciertos, ¿cuán accidentado será el camino en adelante? 

El confinamiento a causa del COVID-19 ha frenado de forma significativa las ventas de nuevos vehículos en todo el mundo, y no ha sido hasta hace poco que las cifras han vuelto a repuntar de forma gradual. Esto ha reavivado la atención por la transición inevitable del motor de combustión al eléctrico. Todo fabricante y empresa implicada en la cadena de suministro que desee competir activamente en el mercado de la automoción necesita adaptar sus planes a esta nueva realidad. A continuación, exploramos las implicaciones de lo anterior y lo que podría significar el crecimiento de este sector para los inversores. 

De innovación a revolución 

Nuevos diseños, motores de menor consumo, versiones de lujo, dispositivos de seguridad avanzados... Los fabricantes de coches a nivel mundial llevan décadas retándose unos a otros con todo tipo de innovaciones, pero ninguna de ellas ha tenido una influencia tan enorme como la introducción de los vehículos propulsados por baterías. 

La mayor atención del público por la eficiencia energética y el descenso de los costes de las baterías han elevado el atractivo de esta revolución para los productores: solo en 2019 se lanzaron 143 modelos nuevos de vehículos eléctricos. Los fabricantes establecidos están adaptando sus negocios de cara a un futuro sin combustibles fósiles, pero... ¿está tan cerca este futuro como parece? 

¿Determina el impulso de los gobiernos... 

Las políticas medioambientales y unas normas de emisiones más estrictas son sin duda los primeros pasos tomados por los gobiernos para influir en el mercado. Los incentivos públicos impulsan las ventas de vehículos eléctricos, tal como ha demostrado la rápida respuesta de la demanda a cualquier ajuste (por ejemplo, los descensos registrados en China y el Reino Unido tras el recorte de los subsidios). No obstante, las maniobras fiscales también pueden jugar un papel a este respecto. Una reducción de impuestos o el anuncio de un aumento inminente pueden fomentar un fuerte aumento de las ventas

Dicho esto, otras cuestiones a corto plazo podrían tener prioridad y obligar a los gobiernos a tomar decisiones difíciles. Inevitablemente, los ingresos procedentes de impuestos especiales y de la producción petrolera caerán a medida que aumentan las ventas de vehículos eléctricos, y además, los incentivos verdes requieren financiación en momentos de recuperación ya difíciles. Por consiguiente, las políticas pueden variar en función del lugar y del tiempo. 

...el rumbo de la demanda? 

Por otra parte, un cambio en la actitud del público no implica siempre un cambio en la demanda, y las ventas de vehículos eléctricos permanecen en porcentajes bajos de dígito único comparados con los de MCI (con motores de combustión interna). 

Aunque los puntos de carga privados son relativamente baratos y fáciles de instalar, los urbanos (sobre todo en pueblos y localidades pequeñas) son limitados y no siempre universales. El sentimiento del público quizá sea positivo, pero la falta percibida de infraestructura suele desanimar la compra. ¿Cómo equilibrar la oferta creciente y la demanda incierta? 

Países diferentes, marchas diferentes 

A medida que los mercados emergentes se desarrollan, contribuyen de forma desproporcionada a las emisiones de gases de efecto invernadero, con China y la India entre los tres mayores contaminadores a nivel mundial. La necesidad de que participen en la transición nunca había sido tan crucial como ahora. Además, la adopción del coche eléctrico reducirá de forma gradual pero drástica el consumo de petróleo, que ya podría haber tocado techo (según pronósticos de BP). Dado que muchas economías emergentes (sobre todo en Asia) dependen de la importación de petróleo, la transición podría ser más necesaria allí que en otros países.  

Todo esto motivó a China a convertir los vehículos eléctricos en una de sus prioridades desde 2015, con un agresivo objetivo de ventas anuales de siete millones de unidades (en torno a un 20% del total) de cara a 2025. Las ambiciones del gigante asiático se han extendido al acceso a materias primas y a la construcción de una sólida infraestructura de carga, pero a China siempre le ha costado exportar vehículos a mercados saturados como Estados Unidos y Europa. ¿Será este también el destino de los coches eléctricos? Aunque la industria lleva décadas dominada por Estados Unidos, Europa y Japón (con la excepción de un puñado de marcas surcoreanas), el mercado de vehículos eléctricos podría tener sus propias reglas de juego. Ninguna economía ha asumido el reto global con tanta rapidez como China, que el año pasado representó más de un 50% de las ventas mundiales y actualmente domina el mercado de infraestructura de carga. 

Las ventas europeas, por otro lado, superaron a las de China en la primera mitad de 2020, y se anticipa que crecerán incluso a mayor ritmo debido a las próximas políticas públicas; la cuota de la producción mundial de Alemania podría no tardar en dispararse del 18% al 27%. China y los Estados Unidos podrían estar perdiendo terreno, registrando ventas constantes o decrecientes al tiempo que el mercado europeo aumenta. 

En general, las marcas globales conocidas tienden a elevar su huella en mercados objetivo localizando la producción de vehículos y componentes. También están intentando acceder al atractivo mercado de la clase media china y de otros mercados emergentes, cuya demanda parece destinada a igualar o exceder la de los Estados Unidos. 

¿Quién alimentará la movilidad del futuro? 

Otro aspecto con un impacto enorme en el sector de los vehículos eléctricos es el equilibrio entre coste y eficiencia de su principal componente: la batería. Si hoy en día representa un 30% del coste total de un coche, se estima que este porcentaje caerá al 15% de cara a 2030 (Bloomberg NEF). Esto ayudará gradualmente a los clientes a ver el coche eléctrico como una alternativa viable, incluso desde una perspectiva de precio total. 

Así, ¿quién domina este mercado separado, pero estrechamente vinculado al de la automoción? Aprovechando su cadena de suministro electrónica ya bien desarrollada, China se ha convertido en uno de los principales productores globales de baterías de iones de litio (BIL), con un 73% del total mundial. No obstante, otros mercados emergentes y sus fabricantes de automoción (actuando ahora como empresas globales) están desarrollando tecnologías y capacidades a la altura de las de sus homólogos occidentales. 

Un largo camino a navegar 

La conclusión inevitable a la que la industria se ha enfrentado y aceptado durante años (que el motor de combustión como lo conocemos no tardará en convertirse en pieza de museo) se acerca cada vez más. Entre fusiones y adquisiciones, nuevos competidores dominando la agenda y gigantes sectoriales pasando apuros para evolucionar, nos hallamos ante una ruta que pondrá a prueba la suspensión, la dirección y los frenos de hasta el vehículo de inversión más robusto. Pero de lo que no cabe duda es que el avance hacia la electrificación es imparable. La abundancia de desastres medioambientales ha puesto en primer plano la necesidad de frenar la tendencia, y la transición energética es un componente que continuará acelerándose, no solo por necesidad, sino también a través de la educación y la concienciación.

En BNP Paribas Asset Management estamos comprometidos con el uso activo de nuestras inversiones e influencia para contribuir a un mundo mejor. De cara a 2025, queremos alinear todas nuestras inversiones con los objetivos del Acuerdo de París, que se propone mantener la subida de la temperatura global muy por debajo del límite de 2º C por encima de los niveles preindustriales. También queremos ayudar a los inversores a tener impacto de inmediato, y hace poco lanzamos una estrategia temática medioambiental dirigida a lograr rentabilidad financiera y realizar al mismo tiempo una contribución positiva al medioambiente.

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