Calificaciones ASG: profundizando en las divergencias

TRIBUNA de Arne Kerst, gestor de renta variable cuantitativa, DPAM. Comentario patrocinado por DPAM.

Los criterios ASG, la responsabilidad corporativa y la inversión sostenible ocupan ahora un lugar destacado en el léxico financiero. Al igual que ocurre con la belleza, parece que lo que constituye un buen rendimiento ASG también está en el ojo de quien lo analiza.

Es un hecho que la selección de valores y la construcción de carteras tienen cada vez más en cuenta los criterios ASG, pero a su vez, como no existe una definición exacta de ASG o sostenibilidad, se puede llegar a diferentes conclusiones según el proveedor de datos. Por ejemplo, un reciente estudio del Instituto de Tecnología de Massachusetts (MIT) descubrió que incluso la correlación de las calificaciones de criterios ASG entre un grupo de seis proveedores diferentes es de una media de 0,54, con un rango de 0,38 a 0,71.

El mismo estudio muestra una correlación para las calificaciones crediticias de 0,99 entre dos proveedores. Esto demuestra una fuerte divergencia en las calificaciones ASG, que es menos común en otro tipo de calificaciones como las de crédito.

Por su parte, la integración de los criterios ASG en la toma de decisiones de inversión puede hacerse de diversas maneras. Uno de los métodos más populares es el enfoque de selección best in class o del worst in class. Después de clasificar el universo según la puntuación o calificación ASG, las empresas con peores o mejores resultados se excluyen o se definen como aptas para la inversión, respectivamente.

Enlazando con el estudio del MIT, el universo de inversión puede variar en función del proveedor seleccionado. Otro estudio de la Universidad de Harvard afirma que el mayor desacuerdo entre los proveedores de ASG se produce cuando la calificación media asignada es alta o baja en relación con la calificación media de ASG (Christensen, Serafeim&Sikochi,2020).

En consecuencia, este efecto tendrá un impacto aún mayor en este tipo de enfoques. Esto significa que, según el proveedor, una empresa podría tener un desempeño ASG superior en una evaluación, y estar en última posición en otra, todo dependiendo del proveedor de datos al que hagamos referencia.

Por lo tanto, es importante conocer la metodología de las agencias de calificación y tener una visión sólida de los criterios sostenibles para mitigar estos desafíos. El estudio del MIT también revela que "la divergencia en las calificaciones podría obstaculizar la ambición de las empresas de mejorar sus resultados en materia de ASG, ya que reciben señales contradictorias de las agencias de calificación sobre qué acciones se esperan y serán valoradas por el mercado”. De ahí que la apropiación activa y el diálogo constructivo con las empresas beneficiarias sean elementos importantes a tener en cuenta.

El desacuerdo sobre las calificaciones ASG de las empresas supone, por lo tanto, un reto para los responsables de la toma de decisiones. Pero para abordar la cuestión, es interesante discutir por qué estas calificaciones divergen. El artículo del MIT analiza tres tipos de divergencias: de alcance, de medición y de peso.

La divergencia de alcance se refiere a las calificaciones que no se basan en los mismos componentes subyacentes. Por ejemplo, puede que una agencia de calificación construya una puntuación basada en la emisión de carbono, los residuos y la actividad de lobby y otra agencia no tenga en cuenta los residuos, lo que llevaría a que las calificaciones sean diferentes.

Las divergencias de medición pueden definirse como diferencias en la medida de un componente subyacente que forma parte de la calificación. Por ejemplo, una agencia de calificación que quiera cuantificar la salud y la seguridad de los empleados puede fijarse en el índice de accidentes y otra en las lesiones que dan lugar a bajas laborales.

Esto ya explica por qué las agencias de calificación pueden evaluar a las empresas de diferente forma. Por último, la divergencia de peso se define como las diferencias en las ponderaciones de los componentes que conforman la calificación ASG. Curiosamente, el MIT llega a la conclusión de que, principalmente, la divergencia de alcance y de medición es la causa de la desviación entre las calificaciones de los distintos proveedores.

Un último hallazgo interesante es que encuentran pruebas de que la divergencia de las mediciones podría estar motivada en parte por un efecto de los calificadores. Esto significa que una empresa que recibe una puntuación alta en una categoría tiene más probabilidades de recibir puntuaciones altas en todas las demás categorías del mismo evaluador o proveedor.

Como no hay consenso entre las agencias de calificación sobre la manera exacta de calificar los perfiles ASG de las empresas, es crucial conocer bien cómo se construyen estas calificaciones, es decir, la metodología que las sustenta. Esto es importante antes de seleccionar un proveedor, pero también una vez que se selecciona el proveedor y las calificaciones se integran en el proceso de inversión.

El uso de un enfoque basado en la investigación es esencial para obtener información de estas calificaciones. Además, cuestionar a los proveedores de datos y/o calificación y comprometerse con las empresas calificadas son pasos importantes para seguir mejorando la visión sobre las características más relevantes y materiales de los ASG. Por lo tanto, es crucial centrarse en los temas y datos ASG más importantes para lograr una integración de alta calidad y construir carteras de alto rendimiento.

Tanto para los enfoques cuantitativos como para los fundamentales de ISR o criterios ASG, es de suma importancia entender las calificaciones, cómo se construyen y por qué se producen diferencias entre los proveedores. Esto es clave cuando se quieren combinar calificaciones de diferentes proveedores (nótese que los reguladores están incluso considerando requisitos de divulgación más estrictos para los proveedores de datos hacia los clientes financieros, especialmente sobre sus metodologías).

Además, esos conocimientos tienen que combinarse con un preprocesamiento riguroso y una ingeniería de características que permitan obtener datos de alta calidad para los modelos cuantitativos, la investigación fundamental y la integración de los ASG.

Con toda la nueva normativa sobre finanzas sostenibles, varias métricas serán más objetivamente cuantificables. Esto es algo que definitivamente solo podemos aplaudir, ya que mitigará varios de los desafíos actuales. Junto con la propuesta de la taxonomía de la Unión Europea para las actividades sostenibles, es probable que en los próximos meses y años se produzca un mayor consenso sobre los resultados en materia de ASG.