TRIBUNA de Jessica Ground, responsable de stewardship y ESG en Schroders. Comentario patrocinado por Schroders.
TRIBUNA de Jessica Ground, responsable de stewardship y ESG en Schroders. Comentario patrocinado por Schroders.
Que tu cartera de inversión incorpore en su totalidad criterios ESG debería ser el objetivo de todo inversor por múltiples razones de las que se ha hablado largo y tendido en los últimos tiempos, pero no deja de ser todo un reto. A continuación analizamos una serie de desafíos con los que nos hemos encontrado, como expertos en inversiones sostenibles, a la hora de crear carteras multiactivo que incorporen criterios ESG:
1. Aplicar una filosofía de inversión sostenible a la totalidad de la cartera
Los factores ESG deberían tenerse en cuenta de cara a tomar mejores decisiones de inversión. Aunque el principal ámbito en el que inciden los factores ESG es en el de la selección de títulos, creemos que resulta importante aplicar estos criterios en el proceso de asignación de activos.
A la hora de estructurar la totalidad de una cartera de activos, los inversores pueden posicionar sus activos en un espectro en el que la exposición a inversiones sostenibles oscile entre el 0% y el 100% de la cartera. El posicionamiento en este espectro puede exigir un equilibrio entre sostenibilidad y diversificación lo que significa que un inversor puede decidir contar con una menor asignación a la temática sostenible e incluir algunos componentes no sostenibles de cara a mejorar la diversificación y reducir el riesgo. Esta compensación debería formar parte de la filosofía de ESG del propietario de los activos.
2. Entender que no es lo mismo sustituir que eliminar
Eliminar los activos en cartera que no incorporan criterios ESG puede salir caro en términos de riesgo, dado que los enfoques de este tipo suelen aumentar tanto el riesgo total de la cartera como la concentración del riesgo en el resto de clases de activo. Además, hace que las ventajas de la diversificación disminuyan.
Sin embargo, nuestro análisis sugiere que la sustitución de un activo que no incorpora criterios ESG por uno que sí lo haga puede mejorar la diversificación y apenas conllevar riesgos. Por tanto, parece razonable efectuar una sustitución de estas características en la cartera cuando proceda, dado que este enfoque no suele poner en peligro los objetivos de riesgo, rentabilidad o sostenibilidad del inversor.
3. Definir el rol que deben tener los criterios ESG en la asignación de activos y cómo deben aplicarse
Las decisiones de asignación de activos se pueden catalogar como "estratégicas" (es decir, aquellas con un horizonte temporal a más largo plazo, de entre 10 y 30 años) o "dinámicas" (es decir, aquellas con un horizonte temporal más a corto plazo, de entre 3 y 12 meses). Para los inversores que buscan disponer de unos activos 100% sostenibles, una asignación de activos estratégica debería incorporar criterios ESG. En el caso de una asignación de activos dinámica, la importancia de los criterios ESG dependerá del horizonte temporal que se contemple. El impacto de los factores ESG seguramente tenga mayor incidencia en nuestras carteras en el medio- largo plazo que cuando hablamos de una asignación a corto plazo.
4. Decidir de qué manera se aplicarán los criterios ESG a las clases de activos en cartera
Los criterios ESG se pueden aplicar a todas las clases de activos —desde la renta variable emergente y desarrollada a la deuda pública y corporativa, pasando por los valores vinculados a seguros— con diversos grados de complejidad. En general y en la medida de lo posible, consideramos que los activos en cartera se deberían gestionar con un enfoque sostenible, dado que este busca identificar empresas que realmente cuenten con un modelo de negocio rentable a largo plazo.
5. Determinar cómo evaluar la repercusión total de la integración de criterios ESG en la cartera
La repercusión total de las inversiones de una cartera multiactivo constituye el parámetro más importante a tener en cuenta (y el más complicado de evaluar) para garantizar que la cartera está sacando el máximo partido de su asignación sostenible. Consideramos que es importante disponer de una metodología uniforme para todas las clases de activos cuyos resultados se recojan en un dashboard o cuadro de mando.
La implementación de factores ESG a escala total en la cartera no constituye necesariamente un proceso sencillo y exige tener en cuenta varios factores, algunos de los cuales resultan complejos de abordar. Sin embargo, en Schroders tenemos la firme convicción de que tener en cuenta estas consideraciones puede ayudar a los inversores a tomar mejores decisiones de inversión y que deberían constituir una parte central del proceso de construcción de una cartera multiactivo que incorpore criterios ESG.