Cinco razones para invertir activamente en bonos verdes

Ana Gasca (NN IP)
Cedida por NNIP

TRIBUNA de Ana Gasca, directora general de NN IP para Iberia. Comentario patrocinado por NN Investment Partners.

¿Cómo de verde debe ser una inversión para poder llamarse así? Muchos inversores se hacen esta misma pregunta ante la creciente gama de opciones de inversión responsable a su disposición. La connotación positiva asociada a ese color también se aplica a los bonos verdes. Ahora bien, al tratarse de instrumentos que se etiquetan a sí mismos como tales a menudo resulta difícil identificar qué se está financiando realmente con ellos. En NN Investment Partners (NN IP) hemos optado por un enfoque activo, convencidos de que es la mejor forma de acertar en su selección, de tener un mayor impacto y de mejorar la rentabilidad ajustada al riesgo. A continuación se exponen cinco razones para invertir activamente en bonos verdes.

En NN IP aplicamos un enfoque de inversión responsable activo, transparente e integral. Del total de activos bajo gestión, 176.000 millones de euros integran criterios ESG en el proceso de inversión. Esto incluye dos gamas de productos específicos que intensifican la orientación a los criterios ESG: nuestras estrategias sostenibles, que incorporan un claro sesgo hacia oportunidades de sostenibilidad, y los productos de impacto, como nuestra estrategia de bonos verdes orientada a empresas con una clara contribución positiva a los Objetivos de Desarrollo Sostenible (ODS) de las Naciones Unidas.

En los cuatro años que llevamos presentes en el mercado de los bonos verdes hemos sido testigos de un fuerte aumento en los volúmenes de emisión, que han pasado de 17.000 millones de euros en 2014 a 460.000 millones en septiembre de 2019. Este crecimiento también se refleja en nuestro fondo NN (L) Green Bond, cuyos activos pasaron de 20 millones de euros (febrero de 2016) a superar los 1.000 millones (finales de julio de 2019). La creciente base de emisores en este mercado, tanto en términos geográficos como sectoriales, ha permitido que esta clase de activos constituya ya una opción viable para los inversores de renta fija que aspiran a ejercer un impacto positivo en el mundo.

En concreto, ¿cuáles son las ventajas de optar por un enfoque activo?

Exclusión de bonos verdes controvertidos
Inconsistencias en los datos disponibles dificultan determinar con exactitud el grado real de compromiso de los emisores verdes con los criterios ESG. De hecho, hay empresas que emiten bonos verdes sin intención de abordar los problemas centrales de la sostenibilidad. La mayoría de proveedores de fondos de bonos verdes se proponen replicar el índice y, al hacerlo, suelen fijarse únicamente en el 'color' del proyecto, sin atender a la empresa. En NN IP pensamos que los inversores deben sopesar indicadores tanto cuantitativos como cualitativos tanto a nivel de proyecto, como de empresa e incluso de mercado. Esta es la razón por la que nuestros analistas y gestores de cartera realizan su propia evaluación a fondo de las actividades y planes futuros de una empresa, así como de sus propósitos de mejora.

Mejor compromiso
A diferencia de los inversores pasivos, los inversores activos se involucran proactivamente con los emisores de bonos verdes, un mercado que evoluciona rápidamente y al que no dejan de incorporarse nuevos sectores. En nuestro caso, el compromiso desempeña una función clave, al llevarnos a querer saber más sobre cada emisor y sus intenciones antes de otorgarle –o no– la etiqueta verde. Este diálogo con los emisores también nos permite asesorarles sobre cómo potenciar su sostenibilidad aplicando las mejores prácticas del mercado en la materia. En el primer semestre de 2019 colaboramos con 40 emisores de nueve sectores diferentes en todo el mundo, y nos complace constatar que las empresas adoptan cada vez más medidas para integrar mejor la sostenibilidad y para ser más transparentes en sus informes.

Informes detallados, mayor transparencia
Los informes periódicos y transparentes están convirtiéndose en un potente recurso en el espacio de los bonos verdes. Además de examinar las emisiones de CO₂, verificamos si las empresas alinean su emisión de bonos verdes con los ODS de las Naciones Unidas, que son una herramienta crucial para abordar los desafíos globales en materia de sostenibilidad. Con todo, pese a la necesidad que tienen los inversores de disponer de informes de impacto, y pese a directrices como la Climate Bond Initiative (CBI) y los Green Bond Principles (GBP) en el mercado de proveedores, o la taxonomía de la UE, el hecho es que informar o no de su contribución al respecto queda a la total discreción de los emisores de bonos verdes. Como resultado, los proveedores de fondos pasivos no están obligados a evaluar ninguno de estos aspectos.

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Fuente: NN Investment Partners (julio de 2019)

Menores costes de transacción
Los fondos cotizados en bolsa (ETF) replican pasivamente el índice y proporcionan a los inversores una exposición a los mercados de bonos verdes caracterizada por su liquidez, bajo coste y transparencia. La gestión activa, por su parte, debe incurrir en mayores costes por los recursos que implica aplicar a los emisores un proceso de diligencia debida, así como implicarse en actividades de compromiso e informes. Ahora bien, cuando se trata de reequilibrar la cartera, los gestores de fondos de impacto que siguen una estrategia activa cuentan con una ventaja financiera: la de suscribir directamente las nuevas emisiones, mientras que los inversores pasivos han de esperar a que los bonos lleguen al mercado secundario y se integren en el índice de referencia. Esta ventaja se concreta en unos menores costes de transacción (inexistentes en el mercado primario) y permite a los inversores activos comprar emisiones atractivas antes que sus homólogos pasivos.

Posiciones menos concentradas
Los índices de referencia de los bonos tienden a dar mayor peso a los grandes prestatarios. Como botón de muestra, los emisores de bonos domiciliados en Francia constituyen casi el 31% del índice MSCI Euro Green Bond, y un 12,5% de las emisiones referenciadas en él corresponden a un mismo emisor: la República de Francia. Esto significa que los proveedores de fondos limitados por índices de referencia pueden acabar, como en este caso, asignando un tercio de sus recursos a un solo país y más de una décima parte de su capital a un único emisor. En cambio, los proveedores de fondos activos como NN IP pueden ser selectivos y adoptar a la hora de invertir un enfoque de alta convicción, tanto desde una perspectiva fundamental como de ESG. Algo que, además de permitir construir carteras más diversificadas y menos concentradas, hace posible centrarse en aquellos bonos que brindan mejor potencial de rendimiento financiero e impacto ESG.