Cómo elegir una cartera de renta variable sostenible

Dan Roarty_noticia
Cedida por AllianceBernstein

TRIBUNA de Dan Roarty, jefe de inversión del equipo de Renta Variable Temática Sostenible, AllianceBernstein. Comentario patrocinado por AllianceBernstein.

Los inversores recurren cada vez más a los fondos de renta variable sostenible, y los flujos de entrada han batido nuevos récords en 2020. Pero elegir un gestor de renta variable sostenible sigue siendo difícil. Aquí explicamos en qué deben fijarse los inversores para identificar las carteras que se alinean con sus objetivos de inversión responsable.  

La renta variable sostenible se está haciendo cada vez más popular. A finales de 2020, los activos globales bajo gestión para los fondos abiertos de renta variable sostenible alcanzaron un billón de dólares, según Morningstar. La creciente concienciación sobre los temas medioambientales, sociales y de gobernanza, combinada con las lecciones aprendidas durante la pandemia han añadido urgencia a las agendas de inversión sostenible.

Pero elegir una cartera de renta variable sostenible es quizás más difícil que nunca. Según Morningstar, ahora hay aproximadamente 2.300 fondos de renta variable sostenible disponibles en todo el mundo. ¿Cómo pueden diferenciar los inversores entre las distintas estrategias e identificar las que más se alinean con su responsabilidad ética y sus objetivos de inversión? Hay que empezar por plantear las tres preguntas siguientes.

¿Qué significa sostenibilidad para ti?

La sostenibilidad significa cosas diferentes para cada persona. Para algunos, se trata de filtrar positivamente un índice de referencia en busca de compañías que tengan ciertos atributos, por ejemplo, compañías en las que las mujeres representen el 50% del Consejo de Administración. Otros se centran en mejorar los resultados medioambientales y sociales y buscar una cartera que invierta en compañías cuyos productos o servicios contribuyan a estos objetivos.

Pero no todas las carteras sostenibles explican con claridad cómo integran la sostenibilidad en su proceso de inversión. Los inversores deben buscar gestores con una definición clara y coherente de sostenibilidad de forma que entiendan lo que están adquiriendo. Muchos gestores de inversión siguen los Objetivos de Desarrollo Sostenible de Naciones Unidas (ODS) como hoja de ruta. Pero, como se trata de un grupo de conceptos muy amplio, los inversores necesitan un plan para traducir los ODS en ideas de inversión que se puedan llevar a la práctica. Desde nuestro punto de vista, los ODS son un grupo de oportunidades que miran hacia el futuro que pueden dar forma a los temas de inversión y ayudar a definir un universo de inversión.  

¿Cómo se consideran los factores ESG en el proceso de inversión?

ESG se ha convertido en sinónimo de inversión responsable. Pero un acrónimo que suena bien no crea un proceso claro. Desde nuestro punto de vista, los factores ESG deberían considerarse como una parte integral de la proposición de valor de una compañía. En pocas palabras, es imposible valorar una compañía sin considerar los factores ESG. Desde el riesgo de cambio climático a la buena gobernanza, los factores ESG pueden influir de forma muy notable en los resultados financieros de una compañía y deberían incorporarse de forma significativa en el proceso de valoración de un inversor.

Hoy día, muchos inversores confían en calificaciones ESG de terceros para evaluar la sostenibilidad de una compañía. Pero, en nuestra opinión, los ratings ESG no pueden definir por sí mismos la sostenibilidad, ni servir como verdadero representante de impacto de inversión responsable. Estos ratings pueden jugar un papel importante en un proceso de inversión sostenible, pero también pueden llevar a errores. Por ejemplo, los ratings ESG carecen de metodologías estandarizadas, por tanto, el rating de una compañía puede variar mucho de una agencia a otra. La correlación entre los distintos proveedores de ratings de crédito es de un 90%, pero la de los ratings ESG de la renta variable es inferior al 50%.

Además, como los ESG se basan en información a disposición del público, tienden a otorgar mejores calificaciones a las compañías que pueden cumplir con los criterios de información (aunque no sean las que tienen mejores prácticas). Por eso, una cartera sostenible debería tener una capacidad independiente de cuantificar los factores ESG en el nivel de la compañía. Los inversores deberán buscar gestores sostenibles que vayan más allá de los ratings de terceros y lleven a cabo su propia investigación para evaluar los factores ESG importantes de los candidatos de inversión y las posiciones de cartera.

¿Forman parte de la estrategia las iniciativas de colaboración?

La colaboración con la gestión de la compañía es una táctica empleada por los gestores de renta variable activos para promocionar el cambio positivo. Pero las estrategias de colaboración difieren. Algunos gestores de cartera pueden pensar que enviar un email a una compañía ya se puede considerar colaboración, aunque no se reciba ninguna respuesta. No estamos de acuerdo. Desde nuestro punto de vista, la colaboración es formar una asociación productiva con una gestión dirigida a hacer progresos en una serie de áreas en el largo plazo.

Esto no significa estar de compadreo con la directiva, sino desarrollar relaciones que permitan a los inversores aumentar su influencia y fomentar el cambio positivo, a menudo en temas polémicos, desde una posición de respeto mutuo. Este tipo de colaboración lleva tiempo, paciencia y múltiples esfuerzos a lo largo de años. Los inversores necesitan entender que el cambio real no se produce de la noche a la mañana.

Este tipo de enfoque puede ser más eficaz para convencer a las compañías de que den los pasos adecuados hacia un futuro más sostenible que adoptar una postura combativa. Creemos que jugar un papel activo para promocionar el cambio positivo al final ayuda a las empresas a presentar resultados mejores y apoya el potencial de rentabilidad a largo plazo.

Estas tres preguntas son el punto de partida. Con respuestas claras, los inversores podrán cribar el amplio mar de las carteras de renta variable para identificar las estrategias sostenibles claramente definidas que cuentan con los atributos adecuados para presentar rentabilidades a largo plazo.


Las opiniones expresadas en este documento no constituyen un análisis, consejo de inversión o recomendación de negociación y no representan necesariamente los puntos de vista de los equipos de gestión de cartera de AB y pueden experimentar modificaciones a lo largo del tiempo.