Las firmas de análisis con criterios socialmente responsables también están experimentando su propia concentración. En Funds Academia analizamos los pros y contras de las principales.
Cuando uno ha tomado la decisión de incluir criterios ambientales, sociales y de buen gobierno en sus decisiones de inversión, inmediatamente se encuentra con la necesidad de disponer de la información adecuada para seleccionar las mejores alternativas. Exactamente igual que al realizar un análisis financiero, es necesario contar con un buen proveedor de datos que nos indique con exactitud las métricas de las que dispone cada compañía o gobierno en cada una de las variables clave a observar.
En el análisis financiero existen auditores, agencias de calificación y métricas ampliamente conocidas que nos facilitan la labor, y no es de extrañar, que toda una industria muy similar se esté desarrollando en torno al análisis ASG. Existen auditores de bonos verdes y de sostenibilidad, agencias de calificación ASG, y métricas que se empiezan a estandarizar como la huella de carbono. Aun así, queda mucho por avanzar.
La industria se podría dividir en cuatro tipos de actores. Primero vendrían los proveedores de datos en bruto (Bloomberg o Reuters), que de forma sencilla permiten tener acceso a los datos y generar plantillas de análisis ASG con esos datos. Luego estarían las grandes agencias de calificación ASG (MSCI, Sustainalitycs, ISS, RepRisk o Truecost), que ofrecen acceso a las calificaciones de en torno a 5.000-10.000 compañías, sus equipos varían entre 120 y 250 personas y también son proveedores de datos. En tercer lugar estarían los pequeños agregadores de datos, que son compañías tecnológicas que licencian los datos de los proveedores de datos y añaden algún tipo de análisis cuantitativo (Your SRI o Clarity serían dos ejemplos). Por último, estarían los equipos internos de las empresas de servicios de inversión, y es que la mayoría de gestoras hoy tiene integrado el análisis ASG.
El proceso de consolidación de actores visto hasta la fecha (IW Financial adquirido por ISS, Trucost por S&P Global, fusión entre EIRIS y Vigeo que luego fue adquirida por Moodys o Oekom por Sustainalitycs) probablemente continúe, hasta tener 2 o 3 casas de rating ASG que la mayoría del mercado siga (igual que con el análisis financiero).
Las compañías con equipos de muchas personas aseguran que sus capacidades son mucho mejores dada la gran cantidad de recursos de la que disponen. Aunque el tamaño debería importar, no es ninguna garantía, ya lo sufrimos con los ratings de las agencias de calificación crediticia y sus triple A de 2008. Las compañías con equipos de pocas personas aseguran que el análisis cuantitativo es una buena herramienta para filtrar y centrar el tiro a la hora de proceder con el análisis más importante: el cualitativo. Esto, también, es muy similar a lo que sucede en la industria de análisis financiero.
Desde Portocolom, nuestra conclusión es clara, el análisis cualitativo es, sin lugar a dudas, el más importante, y aún queda mucho por homogeneizar y mejorar en la industria del análisis ASG. Los datos son, o serán, un “commodity” y existen ciertos indicadores clave que permiten reducir el universo de inversión, para luego realizar el análisis cualitativo caso a caso. Al final, el mundo lo mueven las personas, y es necesario calificar las intenciones y motivaciones del equipo gestor para saber si la compañía/gestora/país hará bien las cosas a futuro.