Las criptomonedas tienen un papel en el proceso de asignación de activos para, potencialmente, cambiar el equilibrio de los distintos riesgos de la cartera o como impulsoras de la ratio de Sharpe. Pero su ponderación requiere un análisis riguroso, un dimensionamiento preciso y un enfoque disciplinado.
COLABORACIÓN de Angelina Kostyrina, Portfolio Manager en DWS.
Las criptomonedas siguen siendo un tema de gran debate en los mercados financieros, que a menudo polariza las opiniones entre sus defensores acérrimos y sus críticos más escépticos. Según la plataforma financiera Trading View, las criptomonedas representan actualmente en torno al 0,70% de la cartera de todos los activos invertibles del mundo. Demasiado grandes para ignorarlas; se han ganado el derecho a ser tomadas en consideración por los inversores bien diversificados.
El debate en torno a las criptomonedas es real, hasta que llega el momento de pensar en su asignación. Entonces, lo que realmente importa son los datos. Nuestra intención es eludir el debate fundamental sobre las criptomonedas, centrándonos en las evidencias empíricas para examinar la rentabilidad, el riesgo y la correlación de las dos criptomonedas con mayor cuota de mercado: el bitcóin y el ethereum. Además, se han analizado en el contexto de tres enfoques estándar del sector para la construcción de carteras: la Cartera de Mercado Global, la Paridad de Riesgo y la Optimización (ver apoyos).
Rentabilidad y riesgos extremos
Nuestros resultados en los tres marcos demuestran que el bitcóin y el ethereum tienen un papel que desempeñar en el proceso de asignación de activos para los inversores bien diversificados, no para la reducción del riesgo, sino potencialmente para cambiar el equilibrio de los distintos riesgos de la cartera o como impulsores de la ratio de Sharpe. La asignación a criptomonedas, sin embargo, requiere un análisis riguroso, un dimensionamiento preciso y un enfoque disciplinado para garantizar que sus beneficios se aprovechan plenamente sin exponer las carteras a un riesgo excesivo.
La rentabilidad y los riesgos del bitcóin y del ethereum, en sus relativamente cortas vidas, han sido extremos. De hecho, para mostrar los rendimientos en el mismo gráfico que los activos tradicionales hubo que comprimir la escala para que la comparación tuviera sentido. Aunque ambas criptomonedas han mostrado una volatilidad extraordinaria, con caídas máximas superiores al 90% durante determinados periodos, no creemos que sus perfiles históricos de rentabilidad y riesgo sean indicadores útiles de cómo se pueden comportar en el futuro, ya que una mayor adopción institucional y un ecosistema floreciente deberían aportar más liquidez y, en nuestra opinión, más estabilidad a estos activos.
Cartera de mercado global
Para los partidarios del Modelo de Valoración de Activos de Capital o Capital Asset Pricing Model (CAPM), la Cartera de Mercado Global es un punto de partida fundamentalmente útil para la construcción de carteras. Más fácil en la teoría que en la práctica, representa eficazmente todos los activos invertibles con sus ponderaciones de mercado. Según el resultado de un estudio independiente de DWS, los activos digitales tenían una ponderación del 0,68% en la Cartera de Mercado Global, utilizando la capitalización del mercado de criptomonedas de junio de 2023 de alrededor de 1,2 billones de dólares para aproximar el mercado de activos digitales.
El oro, como activo alternativo bien establecido, tenía una ponderación del 3%. Aunque la asignación a las criptomonedas es menor, ya que se trata de una clase de activos que ha existido durante una fracción del tiempo que el oro, ya representa casi una cuarta parte del tamaño del mercado del metal amarillo, lo que indica un cambio en la composición de la cartera hacia la inclusión de los activos digitales como parte de una estrategia de inversión más amplia.
Paridad de riesgo
El enfoque de construcción de carteras basado en la Paridad de Riesgo trata de equiparar, aproximadamente, la contribución al riesgo de cada una de las clases de activos que la componen. En la práctica se trata de una estrategia muy popular. Ante su alta volatilidad, incluso pequeñas asignaciones tuvieron un impacto significativo. En las carteras que construimos, partiendo de 11 clases de activos comunes y añadiendo cualquiera de las dos criptomonedas como la duodécima, asignaciones tan pequeñas como el 1,4% para el bitcóin y el 1,2% para el ethereum aportarían tanto riesgo como cada una de las otras clases de activos.
Una mayor adopción institucional y un ecosistema floreciente deberían aportar más liquidez y más estabilidad al bitcóin y al ethereum
Optimización
En el marco de la optimización, utilizamos el enfoque de Optimización de la Varianza Media, maximizando la rentabilidad esperada de la cartera para cada objetivo de volatilidad. Utilizando los supuestos del mercado de capitales a largo plazo de DWS para las clases de activos tradicionales, evaluamos la asignación óptima del bitcóin asignándole supuestos de rentabilidad variable que oscilan entre el 0% y el 35% anual. La tabla muestra las asignaciones a bitcóin resultantes de este análisis (sujetas a todos los supuestos y restricciones del enfoque). Por ejemplo, un inversor que tenga como objetivo una volatilidad de cartera del 8%-9% y prevea una rentabilidad anualizada del bitcóin de entre el 14%-16% podría asignar entre el 3%-5% de su cartera a la criptomoneda.

Está claro que para los inversores reacios al riesgo y al bitcóin, que disfrutan de una tranquila noche de sueño, puede ser preferible no tener ninguna moneda digital. Por el contrario, para los que pueden asumir más y creen que el mayor riesgo del bitcóin debería generar mayores rendimientos, una más elevada asignación podría no perturbar su descanso nocturno. Pero hay que tener en cuenta que dentro de los rangos que se han utilizado, incluso el inversor más alcista y que busca el máximo riesgo no superaría una asignación del 14%.
Recordemos que, cuando se trata de activos que se encuentran en el lado más incierto del espectro, el mejor amigo del inversor es un correcto dimensionamiento de las posiciones. Encontramos resultados similares para el ethereum, aunque no informamos de todos los detalles por separado. Por último, observamos que, aunque las estadísticas de ambas criptomonedas llevan a conclusiones similares, no ocurre lo mismo con sus casos de uso económico. Los inversores deben pensar en los argumentos cualitativos con la misma contundencia que en los cuantitativos.