Escala y diversificación

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Cedida (Morgan Stanley IM).

TRIBUNA de Marcus Watson, executive director, International Equity team, Morgan Stanley IM. Comentario patrocinado por Morgan Stanley IM.

Puede que sepa que nuestros tipos de negocios preferidos son aquellos capaces de generar un elevado retorno sobre el capital operativo empleado (ROOCE) de forma sostenida, así como de crecer de manera estable y predecible a lo largo del tiempo. Estas compañías de alta calidad a menudo presentan las virtudes de escalabilidad y diversificación, lo cual tiene pleno sentido: la escala a menudo lleva a la rentabilidad y, a su vez, a un ROOCE alto, mientras que los diversificados flujos de ingresos implican que quizá los traspiés que inevitablemente se produzcan en un área económica o una región no supongan un efecto significativo para el conjunto de la compañía. Esta circunstancia hace que el crecimiento sea más previsible. Sin duda, las características de escalabilidad y diversificación han contribuido a la rentabilidad superior en comparación con el índice, tanto durante la crisis reciente como a lo largo del tiempo.

Winston Churchill ya dijo que nunca ha de desperdiciarse una buena crisis. Para las compañías, esta afirmación puede significar invertir cuando la competencia no pueda hacerlo, incrementando la cuota de mercado.  Desafortunadamente para la mayoría de las compañías, los flujos de caja se agotan durante una crisis, por lo que invertir resulta difícil, si no imposible. Sin embargo, este no tiene que ser el caso de las compañías con escalabilidad y diversificación. Las dos compañías de ropa deportiva líderes a escala global son perfectos ejemplos, pues han demostrado su capacidad y su envergadura para rendir mejor que sus homólogas e invertir más que ellas. En los últimos años, una escala y una rentabilidad mayores han permitido a ambas compañías aumentar sus ingresos en torno a un 8%-9% e invertir sustancialmente en capacidades digitales, manteniendo al mismo tiempo balances óptimos, de un modo que para los competidores simplemente resultaba imposible.

Naturalmente, cuando llegó el embate del COVID-19, el cierre de las tiendas en todo el mundo llevó a que todo el sector se enfrentara a graves dificultades. Sin embargo, ambas compañías hicieron un uso muy eficaz de sus capacidades y su posibilidad de invertir. De las dos compañías líderes de ropa deportiva, una dispone de un presupuesto de marketing de 3.500 millones de dólares estadounidenses y lanzó una campaña digital a gran escala centrada en mantenerse activos durante el confinamiento. En junio de 2020, comunicó que su campaña You can’t stop us había obtenido más de 2.000 millones de visitas en todo el mundo, favoreciendo una sólida implicación con la marca, la descarga de aplicaciones de entrenamiento, las inscripciones en programas y, en última instancia, un incremento de las ventas por Internet, que ya eran sustanciales. Sus ventas por Internet crecieron un 54% en su último trimestre.

También favoreció a la compañía encontrarse muy bien diversificada geográficamente y aprovechó las lecciones aprendidas del confinamiento de China para ajustar su estrategia según otros países se confinaban en el transcurso del año. Además, ninguna de las compañías ha reducido sus inversiones en sostenibilidad. Todos estos factores están logrando que la fidelidad a sus marcas sea más alta que nunca y que sus posiciones competitivas, ya dominantes, sean incluso más formidables. Aunque ambas compañías se vieron gravemente afectadas por la crisis, su capacidad de reacción ágil lleva a que su perspectiva sea ahora mucho mejor que antes de la crisis.

Fijémonos en otro sector. Las posiciones diversificadas que mantenemos en atención sanitaria también han mostrado su valía durante la pandemia, a pesar de que la peculiar naturaleza de la crisis afectara al sector más gravemente de lo que habría sucedido en una recesión típica. No creemos que sea una coincidencia que muchas de estas grandes compañías, con su enorme abanico de capacidades, se situaran a la cabeza en la provisión de pruebas fiables de COVID-19 y el respaldo del desarrollo de vacunas.  Esta circunstancia ha llevado significativos flujos de caja a las compañías implicadas, como ilustra el crecimiento del flujo de caja libre de una compañía de dispositivos médicos, que creció un 135% en su trimestre más reciente.

Dada su enorme diversificación, estas compañías cuentan con varios ámbitos atractivos en que invertir, a los que están destinando estos flujos de caja. Es probable que esta situación lleve a posiciones competitivas más sólidas y mayores tasas de crecimiento subyacentes con respecto a antes de la crisis. Dada su enorme diversificación, estas compañías cuentan con varios ámbitos atractivos en que invertir, a los que están destinando estos flujos de caja. Es probable que esta situación lleve a posiciones competitivas más sólidas y mayores tasas de crecimiento subyacentes con respecto a antes de la crisis.

Entre nuestras inversiones en tecnologías de la información, se encuentra una compañía de software que presta servicios de nóminas y recursos humanos a sus clientes, principalmente, pequeñas y medianas empresas. Lo que distingue a esta compañía es que respalda su enorme oferta de software con una organización de servicios de primer orden a escala global. Sin una gran escala o una oferta de productos amplia, sería difícil justificar o sufragar esa prestación de servicios, si bien demostró su enorme valor para sus clientes al verse las compañías obligadas a adaptarse rápidamente a los confinamientos y al teletrabajo. El resultado son niveles de conservación de clientes en máximos históricos, lo cual le han permitido seguir invirtiendo durante la crisis, mejorando su posición competitiva.

Estos ejemplos son tan solo unos pocos de todas las compañías que han invertido durante la crisis. Es de esperar que, en última instancia, poder invertir en tiempos difíciles, incluso a costa de la rentabilidad a corto plazo, favorezca las posiciones competitivas, elevando la sostenibilidad del ROOCE e impulsando el crecimiento sostenido y previsible que buscamos. Afortunadamente para muchas de nuestras posiciones, no es algo que puedan hacer todas las compañías.


Consideraciones sobre riesgos

No existe garantía de que una cartera vaya a alcanzar su objetivo de inversión. Las carteras están sujetas al riesgo de mercado, que es la posibilidad de que bajen los valores de mercado de los títulos que posee la cartera. Los valores de mercado pueden cambiar a diario por acontecimientos económicos y de otro tipo (por ejemplo, catástrofes naturales, crisis sanitarias, atentados terroristas, conflictos y disturbios) que afecten a mercados, países, compañías o gobiernos. Resulta difícil predecir el momento en que se producirán tales acontecimientos, así como su duración y sus posibles efectos adversos (por ejemplo, para la liquidez de las carteras). En consecuencia, su inversión en esta estrategia podrá comportar pérdidas. Tenga en cuenta que esta estrategia puede estar sujeta a determinados riesgos adicionales. Los cambios en la economía mundial, el consumo, la competencia, la evolución demográfica y las preferencias de los consumidores, la regulación pública y las condiciones económicas podrían afectar negativamente a compañías con negocios globales y tener un impacto desfavorable en la estrategia en mayor medida que si los activos de esta estuvieran invertidos en una variedad más amplia de compañías. En general, los valores de los títulos de renta variable también fluctúan en respuesta a actividades propias de una compañía. Las inversiones en mercados extranjeros comportan riesgos específicos, como, por ejemplo, de divisa, políticos, económicos y de mercado. Las acciones de compañías de pequeña capitalización entrañan riesgos específicos, como una limitación de líneas de productos, mercados y recursos financieros y una volatilidad de mercado mayor que los títulos de compañías más grandes y consolidadas. Los riesgos de invertir en países de mercados emergentes son mayores que los riesgos asociados a inversiones en mercados desarrollados extranjeros. Las carteras no diversificadas a menudo invierten en un número más reducido de emisores. En consecuencia, los cambios en la situación financiera o el valor de mercado de un solo emisor pueden causar una mayor volatilidad. Las estrategias ESG que incorporan inversión de impacto y/o factores medioambientales, sociales y de gobierno corporativo (ESG) podrían provocar que la rentabilidad relativa de la inversión se desvíe de otras estrategias o índices de referencia generales del mercado, en función de que los sectores o las inversiones de que se trate gocen o no del favor del mercado. Por tanto, no se garantiza que las estrategias ESG vayan a traducirse en rentabilidades de inversión más favorables.