Esperando lo inesperado

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Cedida por GAM

TRIBUNA de Juan Ramón Caridad, CAIA, MFIA, director del Master de Finanzas e Inversiones Alternativas (MFIA).

Dice el refranero español que pienses mal y acertarás. Tras una década vaticinado el hard landing chino, dos decenios reduciendo duraciones en Europa ante la inminente subida de tipos, y camino de medio siglo teniendo en la cabeza el modelo CAPM (y por ello defendiendo que las acciones de menor volatilidad a largo plazo no baten al mercado), está claro que la cultura popular es muy sabia.

Lo que parece imposible, año tras año suele ser un caladero de sorpresas que se convierten en realidad. Así que aunque parece una locura, y a lo mejor lo es, hemos buscado motivos por los que ser optimista en activos que estén totalmente denostados en la actualidad. Aquellos donde cueste encontrar, incluyendo ambos casquetes polares del globo terráqueo, un solo inversor que esté sobrepoderado y donde abunden inversores que digan no tener ninguna exposición a esa temática de inversión. Uno de esos activos, como lo es la renta variable emergente, cuesta hoy en día escribir sobre él y todos los astros le auguran tiempos difíciles. Así que es un perfecto candidato a los ugly duck awards 2019 y por ello ilusionante.

Hasta los inversores locales chinos amantes del apalancamiento están con un sentimiento negativo. Basta abrir un solo periódico para encontrar todo tipo de profecías cataclísticas con lo que es poco útil repetirlas. Así que, aunque sólo sea como ejercicio de humildad intelectual, y siendo consciente de aplicar al papel de abogado de pleitos pobres, ahí van las 10 razones por las que tiene sentido añadir un poco de equity emergente a la cartera aunque sea el patito feo de la clase:

1. Es el único activo de riesgo que todavía no ha levantado cabeza desde la crisis de Lehman. El gráfico desde 1993  impresiona.

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2. Dividendos de la renta variable emergente: 3.5% vs S&P: 2%.

3. Aunque tiene fama de fábrica de quiebras, 8 de las 10 mayores economías emergentes son ya investment grade.

4. Correlaciona positivamente con steepening en curva US y esta no puede estar más plana.

5. En un mercado movido por factor risks vs fundamentales, los emergentes no salen tan mal parados. Sharpe atractivo, value factor, dividend factor…etc

6. El mercado de equity emergente es diminuto en comparación con sus hermanos mayores de renta  fija emergente y de divisas. Cualquier mínima de recuperación en estos, o tenue vuelta del carry trade entre divisas de riesgo, puede ser una fuente de flujos por parte de cross over funds.

7. El impacto en el crecimiento chino de la apocalíptica guerra comercial US-China se está cifrando para 2019 entre el 0.7% y el 1%. China ya no es el gigante meramente exportador de antaño ni US es el único destino de su balanza exterio, y además, es un tema significativamente descontado. China tiene margen de maniobra a corto vía total social financing, vía RRR a bancos grandes y medianos y a través de emisiones locales de deuda. Los crecimientos de los ingresos para 2019 podrían mantener el doble dígito y los bancarios ser estables controlando los NPL.

8. Las balanzas exteriores de los emergentes vuelven a terreno positivo y el credit impulse es positivo.

9. Valoraciones actuales EM Equity 1,3 PB vs 3.0 en 2007

10. Desde máximos de 2011 la caída que lleva el real brasileño, el rand sudafricano, el rublo oscilan entre el 60% y el 75%.

Si S&P se hunde, está claro que el tsunami se llevaría por delante a la renta variable emergente. Y probablemente todo lo anterior esté justificado, pero cuanto menos invita a pensar que como toque año lateral, a lo mejor tener cero patatero en equity emergente en dólares es demasiado poco en un mundo donde el tuerto en valoración es el rey.