Hoja de ruta de la inversión de impacto

Sonia_FASOLO_Financiere
Cedida por Financière de l´Echiquier

TRIBUNA de Sonia Fasolo, gestora de fondos de ISR, La Financière de l´Echiquier. Comentario patrocinado por La Financière de l´Echiquier.

Incendios devastadores en el Amazonas y Australia, temperaturas récord, pandemia mortífera... los desafíos van en aumento y la cuestión ya no es saber si hay que actuar, sino cómo. Una cuestión que todos nosotros nos hacemos en nuestro ámbito, como personas, empresas, estados… Con su compromiso desde hace décadas con la inversión responsable, La Financière de l'Echiquier (LFDE) está convencida ahora más que nunca de que la inversión de impacto en el mercado bursátil es fundamental para construir el mundo del mañana. Una inversión que no va en detrimento de la rentabilidad financiera, sino todo lo contrario. Los fondos de inversión socialmente responsable (ISR) han demostrado su resistencia desde el inicio de la crisis del COVID-19.

Según un estudio de Bank of America Merrill Lynch publicado a finales de marzo, los valores ASG/fondos de ISR han generado una rentabilidad entre cinco y 10 puntos superior al mercado. Un mejor comportamiento que también ha registrado LFDE debido a varios factores. En 2019, nuestros fondos de renta variable de ISR ya habían generado mejores rentabilidades que sus índices de referencia no ISR, entre siete y 14 puntos, dependiendo del fondo. Sin embargo, esta rentabilidad superior ha continuado y, en el primer trimestre de 2020, ha ascendido a entre ocho y 14 puntos, dependiendo del fondo.

Este mejor comportamiento se debe a que las buenas empresas en materia ASG son, en su mayoría, valores de crecimiento y de calidad. Estos sesgos, favorables a nuestros fondos de ISR, funcionan como amortiguador en fases de bajada de los mercados. Además, nuestros fondos de ISR no tienen exposición a sectores como, por ejemplo, las energías fósiles o las compañías aéreas, que se han visto duramente afectadas por la crisis.

La otra ventaja es la gestión de los riesgos extrafinancieros de las empresas en cartera. Mediante el análisis de los criterios ASG (medioambientales, sociales y de gobierno corporativo), estudiamos, por ejemplo, la forma en que una empresa protege a sus empleados. Las que han hecho esfuerzos en materia de prevención de riesgos laborales tienen mayor capacidad para aplicar las medidas de distanciamiento impuestas por la epidemia. De igual modo, las que han apostado por el teletrabajo para lograr un mejor equilibrio entre vida profesional y vida privada se han adaptado más fácilmente al confinamiento.

Creemos que las empresas que saldrán reforzadas de la crisis serán aquellas que hayan sabido moverse para ofrecer su ayuda, como Air Liquide, que fabrica respiradores, o aquellas que hayan adoptado medidas para asistir a sus grupos de interés, concediendo aplazamientos a los clientes en el pago de sus facturas y reduciendo los plazos de pago a sus proveedores, como L’Oréal. Una empresa que tiene en cuenta el ecosistema en el que se mueve ve fortalecida su relación con sus clientes y consumidores. Ese es justamente el principio del análisis ASG y de la inversión de impacto: evaluar la relación que mantiene una empresa con sus grupos de interés, aparte de sus accionistas.

Echiquier Positive Impact Europe, uno de los primeros fondos de impacto de Europa, lanzado en 2017, publica su segundo informe de impacto, que evalúa con total transparencia el impacto de las inversiones realizadas en los ámbitos de la salud, la investigación médica o la eficiencia energética, entre otros.

El impacto, la nueva frontera de la ISR

En nuestra opinión, la inversión de impacto cotizada es indispensable para la financiación de los 17 Objetivos de Desarrollo Sostenible (ODS) estipulados por la ONU para crear un ecosistema más resiliente y sostenible de aquí a 2030. Como miembro de la Global Impact Investing Network, LFDE prevé contribuir al desarrollo de este sector. El objetivo de nuestro fondo de impacto es generar, intencionadamente, impactos positivos en las personas y el planeta, mediante las inversiones realizadas. Para ofrecer la máxima transparencia a los inversores, evaluamos de forma concreta dichos impactos. Esto permite asimismo alentar a las empresas incluidas en la cartera a mejorar sus prácticas medioambientales o sociales, su gobierno corporativo y la gestión de sus riesgos extrafinancieros. Una ventaja considerable, sobre todo en periodos de crisis.

La estrategia de inversión de Echiquier Positive Impact Europe, coherente con los ODS, trata de seleccionar empresas cuyos productos o servicios contribuyen directamente a la consecución de uno o varios ODS. Es el caso, por ejemplo, de Cellnex, que ofrece acceso a infraestructuras digitales y telecomunicaciones a millones de personas en Europa, contribuyendo así al ODS n.º 9, Industria, innovación e infraestructura. Otro ejemplo es Svenska Cellulosa, cuyos activos forestales capturan cada año el equivalente a todas las emisiones de CO2 del parque automovilístico de Suecia.

El proceso de inversión se basa en los criterios clave de la financiación de impacto, entre ellos la intencionalidad: la intención de generar impacto debe ser el elemento central del proceso de inversión, pero también de la estrategia de la empresa, lo que evalúa el equipo de gestión. Su proceso sumamente disciplinado consta de cuatro etapas: tres relacionadas con los criterios ASG y un filtro de evaluación financiera.

Echiquier Positive Impact Europe invierte en empresas europeas cotizadas que sitúan el impacto en el centro de su modelo de negocio. La metodología propia de selección y cuantificación del impacto se basa en 13 criterios de evaluación ASG y 40 criterios de evaluación del impacto.

  • Filtro de exclusión: se excluyen siete sectores.
  • Filtro de convicción ASG: las empresas seleccionadas deben obtener una calificación ASG igual o superior a 6,5 de 10, según la metodología propia de LFDE.
  • Filtro de solución: el equipo de gestión asigna una puntuación de impacto de que debe ser igual o superior a 25 de 100. Para ser seleccionada, una empresa debe obtener al menos el 20% de su cifra de negocio con productos y servicios que contribuyan a los ODS.
  • Análisis financiero fundamental.

El equipo de gestión estipula dos o tres ejes de progreso ASG compartidos con la empresa y realiza un seguimiento de dichos objetivos a lo largo del tiempo, realizando ajustes o renovándolos cada dos años. Además, vota en el 100% de las Juntas Generales de las empresas.

Desde el inicio del año las rentabilidades (a 26 de mayo de 2020) han sido de -0,73% comparado con el -15,72% de su índice de referencia, el MSCI Europe. A un año: 12,54% frente al -6,19% del índice y a tres años del 18,43% frente al -4,51% del índice.

La inversión de un millón de euros en Echiquier Positive Impact Europe contribuye, por ejemplo, para las 36 empresas en cartera a 31 de diciembre de 2019 (153 millones de euros en activos gestionados), a:

  • La atención médica a 1.482 pacientes.
  • Una alimentación más sana y nutritiva a 3.741 personas.
  • 3.000 euros invertidos en investigación médica y sanidad.
  • 186 toneladas de CO2 evitadas gracias a la producción de energías renovables o la mejora de la eficiencia energética.
  • Apoyo a proyectos solidarios: parte de los gastos de gestión de la SICAV se destinan a la Fundación Financière de l'Echiquier, que actúa en favor de la educación, la inserción, la lucha contra la exclusión social y la sanidad.