Inversores en empresas de pequeña capitalización: ¿ajenos a la realidad?

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Cedida por Legg Mason

TRIBUNA de Francis Gannon, codirector de inversiones, director general, Legg Mason Global AM. Comentario patrocinado por Legg Mason Global AM.

La historia nos demuestra que ha llegado el momento de las empresas de valor de pequeña capitalización, así como de los sectores cíclicos. Pero los inversores parecen resistirse al cambio. ¿Cuál es el motivo de esta desconexión?

El reciente aumento de los niveles de volatilidad no ha cambiado las preferencias en lo que se refiere al estilo de inversión en empresas de pequeña capitalización, ya que el índice Russell 2000 Growth continúa ganándole la partida al índice Russell 2000 Value, como lleva ocurriendo desde hace más de quince meses.

Es algo insólito si nos basamos en los patrones históricos de rentabilidad, porque las empresas de crecimiento suelen registrar mejores resultados en periodos de crecimiento económico estable o de contracción económica, y no en periodos de expansión de la economía mundial como el que nos encontramos.

Las empresas de valor de pequeña capitalización son más sensibles a la economía, por lo que suelen llevarse la mejor parte cuando se registra una aceleración del crecimiento económico. Y muchas empresas de crecimiento se muestran más sensibles a los tipos de interés, por lo que su rendimiento ha sido inferior al de las empresas de valor en periodos de subida de los tipos.

Durante la mayor parte del año pasado, los principales indicadores económicos de la mayoría de los países desarrollados se mostraron sólidos, lo que en teoría debería favorecer a las empresas de valor, así como a los sectores cíclicos.

Sin embargo, durante el primer trimestre del año, los sectores de la industria y de los materiales, ambos cíclicos y con gran presencia de empresas de valor, por lo que podría pensarse que deberían salir bien parados en épocas de expansión económica, cayeron en el índice Russell 2000; el índice Russell 2000 Value cayó un 2,6% y el Russell 2000 Growth registró una ganancia del 2,3%.

¿Por qué, entonces, las preferencias de los inversores en empresas de pequeña capitalización parecen no coincidir con la reciente actividad económica? Es posible que sea culpa de la psicología. El singular fenómeno mental conocido como sesgo de confirmación suele impedirnos reconocer los cambios y las correcciones de los efectos negativos. En la práctica, provoca que los inversores presten mayor atención a aquella información que confirma sus ideas preconcebidas.

Pensamos que muchos inversores no acaban de fiarse de la sostenibilidad de la aceleración de la economía, y prestan escasa atención a las empresas y sectores que para nosotros ofrecen las mejores perspectivas de crecimiento de beneficios.

El sesgo de confirmación no provoca que seamos inmunes a los inconvenientes o a las circunstancias opuestas (aunque a veces es posible que así sea), pero existen numerosos estudios que demuestran que ralentiza nuestra reacción a cualquier tipo de información nueva, especialmente si se contradice con lo que pensamos, que cuestione nuestras ideas o percepciones preconcebidas. Como, por ejemplo, el crecimiento sincronizado de la economía mundial.

Así, la mayoría de los inversores dudarán antes de cambiar su opinión sobre un estilo de inversión o sobre una empresa o sector que no goce actualmente del favor del mercado. Este sesgo (también conocido como sesgo de actualidad) nos lleva a pensar que lo que funcionó ayer también funcionará hoy o mañana.

Este reconocimiento tardío del cambio explica por qué a veces han de transcurrir varios meses, o incluso años, para que el comportamiento de los inversores llegue a reflejar nueva información sobre las empresas, los mercados o la economía. Esto puede crear oportunidades para los inversores a largo plazo.

También observamos esta desconexión si nos fijamos en los flujos de capital de los fondos de empresas de pequeña capitalización. A pesar de que el índice Russell 2000 ha registrado una rentabilidad anualizada superior a la media en los periodos de uno, cinco y diez años que finalizan el 31 de marzo de 2018, los fondos de empresas de pequeña capitalización recibieron un nivel relativamente modesto de flujos de entrada en 2016 y 2017 y registraron salidas de capital durante el primer trimestre de 2018.

Pensamos que muchos inversores no acaban de fiarse de la sostenibilidad de la aceleración de la economía, y prestan escasa atención a las empresas y sectores que para nosotros ofrecen las mejores perspectivas de crecimiento de beneficios.

Y aun en el caso de que los principales indicadores económicos hayan alcanzado ya su nivel máximo o se encuentren cerca de hacerlo, como piensan algunos, pensamos que una transición hacia un entorno de crecimiento más lento también generaría un rendimiento positivo, aunque más reducido, de las empresas de pequeña capitalización, ya que la economía continúa expandiéndose a un ritmo más moderado.

No sabemos cuándo va a cambiar esta mentalidad. Sin embargo, si bien somos conscientes de nuestros propios sesgos, pensamos que la economía va a continuar creciendo y observamos un mayor potencial de beneficios en las empresas de pequeña capitalización de sectores cíclicos con exposición global.

Seguiremos informando...