Invertir en disrupción: las grandes tecnológicas pueden impulsar nuestra rentabilidad

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Cedida por Schroders

TRIBUNA de Alex Tedder, responsable de Renta Variable Global de Schroders. Comentario patrocinado por Schroders.

La disrupción es un fenómeno omnipresente; cambia la forma en la que vivimos, transforma los mercados y fomenta la aparición de elementos que ni siquiera sabíamos que necesitábamos. De hecho, gracias a los avances tecnológicos, las fuerzas disruptivas están apareciendo más rápido que nunca.

Además, estamos comprobando que, mientras que el coronavirus sume al mundo entero en la confusión, el ingenio y la innovación están uniendo fuerzas para hacer frente a la enfermedad y adaptar el trabajo y la vida familiar. AdvertisementPor ejemplo, ante la situación de confinamiento, muchas empresas han promovido el teletrabajo, lo que ha provocado la necesidad de unirnos a plataformas de vídeo interactivas para socializar online. Creemos que esta forma de comunicación se convertirá en una parte rutinaria de nuestras vidas. Hay otras tendencias que también se han visto aceleradas por la emergencia sanitaria, como el pago a través de sistemas electrónicos, la telesalud o las compras online.

Detrás de todo esto subyacen los grandes avances tecnológicos. En este sentido, las big tech figuran como jugadores aventajados dentro de las corrientes disruptivas que han llegado para quedarse. Los inversores lo saben y, por eso hemos visto cómo las grandes tecnológicas han conseguido capear el temporal bursátil y, no solo se mantienen a flote, sino que incluso están prosperando.

Por ejemplo, Microsoft ha reportado un fuerte aumento en el uso de su servicio de nube Azure y Facebook ha visto cómo se ha disparado el número de videollamadas y mensajes a través de su plataforma. Además, hay que destacar que las FAMAG (Facebook, Amazon, Microsoft, Apple y Google)  tienen reservas de caja superiores a la media, pocos pasivos a corto plazo y una fuerte capacidad de generación de efectivo. Esto les confiere resistencia en un contexto de parón económico global.

Con todo, no significa que estas compañías sean inmunes a los efectos de la crisis. De hecho, la reducción de publicidad ha afectado directamente a Google y Facebook. Apple también ha sufrido un duro golpe por su dependencia de la demanda del iPhone de los consumidores chinos y del suministro de las fábricas chinas, muchas de las cuales han sido cerradas temporalmente. Sin embargo, las tendencias de consumo digital podrían dar lugar a disrupciones permanentes en los hábitos de consumo que seguirán favoreciendo e impulsando los beneficios de estas grandes tecnológicas.

¿Cómo se traduce esto para los inversores?

Algo llamativo es que la bolsa de EE.UU. se ha vuelto más dependiente de las grandes empresas tecnológicas. No obstante, esto ha beneficiado a muchos inversores. Entre 2015 y 2019, el índice S&P 500 subió un 74%, con las acciones de FAMAG (sólo cinco de las 500 compañías del selectivo) aportando alrededor de un tercio de la rentabilidad total. Además, este año, mientras la mayoría de los precios de los valores se desplomaban por la crisis del Covid-19, las acciones FAMAG han resistido mucho mejor.

Como consecuencia de este desempeño, su peso combinado de capitalización de mercado se ha más que duplicado en estos años, pasando de aproximadamente el 8% de ponderación en el índice S&P 500 en 2015 a casi el 20% en la actualidad. Las cinco acciones más grandes de EE.UU. representan ahora una porción mayor del mercado que en el pico de la burbuja de las puntocom en 1999.

Como conclusión, a pesar de la conmoción que la pandemia ha causado en la economía, las acciones FAMAG han surgido como ganadoras en este contexto, impulsadas, en gran parte, por las fuerzas disruptivas. Por tanto, este nuevo escenario crea oportunidades muy interesantes para las carteras de los inversores.

Desde Schroders hemos lanzado el fondo Schroder International Selection Fund Global Disruption, un vehículo temático de renta variable global que invierte en compañías innovadoras que están cambiando las industrias en las que operan o se están adaptando al cambio. El fondo está diversificado en nueve subtemas entre los que destacan las fintech, el e-Commerce, la asistencia sanitaria o el medioambiente. La disrupción está en todas partes y en todas partes ofrece oportunidades de inversión que no podemos dejar pasar.