Invertir en los tiempos del Cólera: Estrategias no direccionales

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TRIBUNA de José Maria Amusategui, consejero delegado y socio fundador de Cygnus AM

La inversión en los tiempos del cólera, con unos mercados mucho más volátiles y cambiantes, requiere de inversiones que reduzcan la volatilidad y tengan fuentes no direccionales de retorno, de forma que mitiguen las caídas y se beneficien de repuntes de la volatilidad. Jugar sólo a la recuperación de los mercados puede resultar muy estimulante, pero no optimiza la construcción de carteras, y tarde o temprano estaremos asumiendo mayores riesgos de los deseados. No pensamos que en la coyuntura actual se pueda ser complaciente. Los retos e incertidumbres son demasiado altos como para confiar simplemente en que seremos capaces de abordadlos con éxito, aunque mucho nos gustaría. Si fuera así, probablemente la renta variable tendrá buenos resultados, pero el riesgo asumido habrá sido alto. Y si no es así, entonces habrá sido demasiado alto.

Invertir en mercados excepcionales no es ninguna excepción. Tenemos múltiples ejemplos en los últimos 100 años. Lo que sí es singular son las circunstancias y la filosofía de los inversores de cada momento. En la actualidad una gran cantidad de inversores tienen carteras globales, en un mundo global. Lo cual quiere decir que sus resultados están interconectados al alza y a la baja. Por otro lado, aquellos inversores más sofisticados también tienen en la actualidad una parte de sus inversiones en estrategias alternativas, buscando diferentes fuentes de retorno y una mayor diversificación.

Es evidente que en mercados alcistas los inversores suelen estar satisfechos con los retornos de sus portfolios en renta variable, como también lo es el hecho que los mercados son cada vez más vulnerables a correcciones significativas. Y que la diversificación por mercados resulta insuficiente en un mundo altamente interdependiente. La renta fija también aporta ahora una menor protección.

Por eso, la inclusión de estrategias de gestión con baja direccionalidad se presenta como una propuesta difícil de obviar, a pesar de la dificultad de su análisis. Lo sabemos por experiencia propia. Desde que empezamos Cygnus en el año 2006, hemos visto periodos donde hemos batido a los mercados y lo contrario, para acabar ambos con unos resultados similares, con la diferencia de no haber sufrido nunca pérdidas significativas. La conclusión es clara, la baja correlación que tenemos hace que la combinación de ambos tipos de inversiones mejora notablemente el comportamiento de las carteras a través de diferentes tipos de mercado. 

La consistencia es fundamental para poder cumplir con su papel en una cartera diversificada. Ello supone que la estrategia debe cumplir determinadas características:

- Debe asumir una direccionalidad baja con la renta variable (ocasionalmente moderada).

- Debe gestionar activamente el riesgo, mediante el manejo del tamaño del portfolio y el uso experto de coberturas.

- Debe buscar asimetría en sus posiciones, de forma que, si se equivoca, las pérdidas sean moderadas, pero si acierta, los beneficios sean relevantes. El uso dinámico de opciones puede aumentar dichas asimetrías. Por dinámico me refiero a ser oportunista comprando y vendiendo. Una habilidad reservada a pocos.

- Debe generar alfa en las ideas de inversión. Esto supone elegir mejor los valores que el mercado (técnicamente es la obtención de mejores retornos en relación a la exposición neta con los índices de su universo inversión).

En ocasiones se puede tener la sensación de que cuando se incorporan este tipo de inversiones, aunque la volatilidad mejora, sus retornos pueden bajar en relación a mercados alcistas. En realidad, esto solo es así en algunos periodos, y en otros es al revés. Además, la comparación no es del todo correcta, dado que los retornos deben compararse con el riego asumido. Una forma hacer esta comparación sería pensar en una cartera que incluyera inversiones alternativas, y que aumentara su tamaño hasta tener el mismo nivel de volatilidad que la cartera original del inversor y entonces comparar los retornos obtenidos. En ambos casos, mejorará el ratio sharpe de rentabilidad por riesgo asumido. Este análisis es el que hace que los inversores con una visión estructural, como Pensiones y Fundaciones, construyan sus carteras con este tipo de inversiones.

Las características de rentabilidad, volatilidad y diversificación se manifiestan a lo largo del tiempo, teniendo periodos de desviación sobre la media. Por ello, los inversores también necesitan ser consistentes en el mantenimiento de sus inversiones, si quieren que cumplan su misión dentro de sus carteras. Si así lo hacen, verán cómo se benefician un mejor retorno por el riesgo consumido.