Invierta hoy para cambiar el mañana: casos prácticos de integración ESG

TRIBUNA de Álvaro Antón Luna, country head, head of Distribution Iberia, Aberdeen Standard Investments. Comentario patrocinado por Aberdeen Standard Investments.

Como destacamos en artículos anteriores, hemos integrado los factores ESG (medioambientales, sociales y de gobierno corporativo) en nuestros procesos de análisis y toma de decisiones, lo que nos permite identificar claramente los riesgos y oportunidades de cualquier inversión, con independencia de la clase de activo, el sector o la zona geográfica.

Para mostrar cómo funciona nuestro análisis ESG en la práctica, compartimos dos inversiones que ejemplifican nuestros valores. La primera es una empresa de mercados frontera, Georgia Capital. La segunda es la energética italiana Enel. Dados sus respectivos sectores, puede que los inversores no asocien ninguna de estas dos empresas con la inversión sostenible. Sin embargo, como muestran este análisis y nuestro activismo accionarial, hay que profundizar más para conocer toda la historia.

Credenciales ESG de Georgia Capital

Gestora de inversiones de un mercado frontera que cuenta con activos clave en los sectores de sanidad y tratamiento de aguas. Aunque pueda parecer una posición poco convencional, nuestro análisis indica lo contrario.

La compañía es uno de los inversores institucionales más importantes de Georgia, por lo que creemos que está bien posicionada para prosperar en la pujante economía de la exrepública soviética.

El análisis realizado por nuestro equipo de Deuda de Mercados Emergentes, que tiene una largo historial de inversión en mercados frontera, nos proporcionó la información necesaria para confiar en la solvencia de la economía de Georgia. El equipo utiliza una innovadora herramienta ESGP para calificar a los países conforme a una serie de parámetros ESG. Explicaremos en detalle esta herramienta en nuestro siguiente artículo.

Pero volvamos a Georgia. En nuestra opinión, el compromiso del gobierno con la mejora de la gobernanza y los servicios públicos ha contribuido a transformar el país en un importante centro comercial y de negocios en la región. Nuestro modelo de clasificación ESG, que abarca cuestiones como la gobernanza, la corrupción o la facilidad para hacer negocios le otorga una puntuación elevada frente a otros países comparables.

Nuestro equipo de Renta Variable de Mercados Emergentes, que ya invierte en el banco privado más importante del país y en filiales de la gestora de inversiones, ratificó nuestra convicción en esta posición.

En 2019, visitamos Georgia en tres ocasiones: para comprender el entorno económico, para reunirnos con el equipo directivo y para inspeccionar los activos clave.

Georgia Capital posee una empresa de suministro de agua, que surte de agua potable a 1,4 millones de personas. Desde que compró este activo, se ha reducido sustancialmente la pérdida de agua. La empresa también es propietaria del primer parque eólico del país, ha terminado una nueva central hidroeléctrica y tiene previsto realizar más inversiones en esta área, puesto que Georgia está apostando por la independencia energética.

Por otro lado, la empresa está intentando que aumente significativamente el número de niños con acceso a educación privada. También participa en el esfuerzo nacional por mejorar la cualificación de los trabajadores y desarrollar una fuerza laboral más preparada para el futuro. En el sector sanitario, es el principal operador de hospitales privados del país.

Georgia Capital ha alineado estos negocios de fuerte crecimiento con los 17 Objetivos de Desarrollo Sostenible (ODS) de la ONU. Estos objetivos, acordados a nivel mundial, ofrecen una hoja de ruta para abordar los grandes retos a los que se enfrenta el mundo, desde la pobreza hasta el cambio climático.

De cara al futuro, la empresa planea acelerar su transición hacia la sostenibilidad. Hemos animado al equipo directivo para que vincule la remuneración con el cumplimiento de estos objetivos.

El año pasado, hablamos sobre las opciones de financiación para sus activos de suministro y energía y, en 2020, apoyamos a la empresa en la emisión del primer bono verde del país.

En general, el Gobierno georgiano ha respondido bien al COVID-19 y la economía ha resistido. Nuestra relación con el equipo directivo de Georgia Capital nos hace confiar en que podrán superar los retos generados por la pandemia. Aunque su negocio hotelero se ha visto perjudicado, el resto de sus activos se encuentran en sectores defensivos, por lo que deberían resistir bien.

Credenciales ESG de Enel

La italiana Enel es una empresa de distribución de gas y electricidad. Además, es la empresa líder en generación de energía renovable a nivel mundial. Actualmente, la energía hidráulica representa dos tercios de su capacidad en renovables, aunque las inversiones se orientan principalmente a la energía solar y a la eólica.

En nuestra opinión, Enel ha demostrado estar firmemente comprometida con respaldar la transición mundial hacia las energías limpias. Cabe destacar que la mejora del acceso a la energía y la generación de energía renovable forman parte fundamental de su trayectoria futura.

Como enfatiza en su plan estratégico para 2020-22, Enel se propone explícitamente descarbonizar y electrificar, contribuyendo así a los ODS 7 (Energía asequible y no contaminante) y 13 (Acción por el clima).

El desarrollo de soluciones de transición energética y la inversión en el sector de las energías renovables se suman a unos ambiciosos objetivos de reducción de las emisiones de carbono, en línea con el Acuerdo de París y con el objetivo de cero emisiones netas para 2050.

La empresa está realizando importantes inversiones para lograr sus objetivos. Ha dedicado 12.500 millones de euros, de un gasto de capital previsto de 28.700 millones para 2022, al negocio Enel Green Power.

Como parte de nuestro análisis de inversión y activismo accionarial, nos reunimos con Enel a finales del año pasado. El diálogo resultó alentador, principalmente porque el consejero delegado nos aseguró que la empresa espera abandonar el carbón lo antes posible. De hecho, el grupo confirmó que esta ambición podría hacer que el carbón suponga menos del 1 % de la generación total de energía en 2030. Se trata de un cambio sustancial, dado que el carbón representa actualmente el 17 %.

En cuanto a las consideraciones ESG en general, el impacto social de la transición energética también es un factor clave que hay que tener en cuenta, ya que Enel es un importante empleador. La empresa ha confirmado el abandono gradual del carbón de acuerdo con los objetivos nacionales y está muy centrada en la capacitación de sus trabajadores, para garantizar una transición justa e inclusiva.

Nos parece positivo que Enel haya emitido bonos verdes vinculados explícitamente a la capacidad renovable y a los objetivos de CO2. También ha establecido objetivos para aumentar la cantidad de financiación que recibirá de fuentes sostenibles en el futuro. Creemos que esta medida demuestra su determinación y la acogemos con satisfacción.

Conclusión

Estos son solo dos ejemplos de cómo nuestro análisis ESG y nuestro activismo accionarial nos ayudan a encontrar inversiones que otros pueden pasar por alto. Creemos que este tipo de empresas ganarán importancia a medida que avancemos hacia un mundo más justo y sostenible.

Las empresas han sido seleccionadas únicamente con fines ilustrativos para mostrar el estilo de gestión de las inversiones descrito en este documento y no suponen una recomendación de inversión ni ofrecen una indicación de rentabilidades futuras. Capital en riesgo.