La auténtica emergencia es la de actuar ya: tenemos que cambiar

Firma: cedidas (Robeco).

TRIBUNA de Lucian Peppelenbos, estratega de Cambio Climático, y Ana Claver, responsable para Iberia, Latam y US Offshore, Robeco. Comentario patrocinado por Robeco.

El cambio climático es el mayor reto al que se enfrenta la humanidad.  El aumento del nivel del mar desplaza a millones de personas, y si no hacemos algo las consecuencias económicas serán catastróficas. No podemos permitirnos que las generaciones futuras salven solas al planeta: debemos hacer algo ya.

El 86% de los inversores considera que el cambio climático será clave en sus carteras en 2023. De hecho, en los dos últimos años, el cambio climático ha adquirido una creciente importancia en las políticas de los inversores, y no va a dejar de hacerlo. Hemos sido testigos de un cambio de tendencia, ya que hace dos años solo una tercera parte de los inversores consideraba que el cambio climático era importante para sus políticas de inversión o un factor significativo en las mismas. Este cambio demuestra que los inversores aceptan la necesidad de una acción coordinada a escala global para detener, a tiempo, el catastrófico aumento del calentamiento global.

El cambio climático es una cuestión cada vez más relevante, sobre todo si uno tiene que sufrir sus consecuencias. Solo en los últimos años hemos asistido a fuegos forestales fuera de control en Australia, huracanes extremos en EE.UU. e inundaciones en todo el mundo. En definitiva, miles de personas han fallecido o perdido sus hogares, o han sido desplazadas.

Los gobiernos se han dado cuenta de la urgencia a la hora de abordar el cambio climático. Pero, salvo que se tomen medidas más urgentes, todavía no estamos en vías de cumplir con el Acuerdo de París, y es ahí donde las iniciativas de los inversores pueden ser de gran ayuda.

El Acuerdo de París sigue siendo la base de todas las medidas para enfrentarse al cambio climático, al ser el único acuerdo realmente global con el que la mayoría de países se han comprometido. Su objetivo fundamental consiste en limitar para 2100 el aumento de las temperaturas medias mundiales por debajo de 2°C sobre los niveles preindustriales. Eso significa que el mundo debe alcanzar la neutralidad en carbono no más tarde de 2050.

El acuerdo fue ratificado el 22 de abril de 2016, día que la ONU designó como Día de la Tierra, y fue firmado por 196 países. Desde entonces son muchos los que se han comprometido a ser neutrales en carbono para 2050. Algunos tienen planes más ambiciosos: Austria y Uruguay se han comprometido a lograrlo en 2040. China, que tiene la mayor huella de carbono mundial, se ha fijado un objetivo a más largo plazo, 2060.

Alerta naranja

Por tanto, ¿estamos en camino de cumplir con el Acuerdo de París? No, en absoluto. Si utilizamos un sistema de semáforo de rojo, naranja y verde, diríamos que ahora estamos en naranja, mientras que hace un año estábamos en rojo.

El paso al naranja es consecuencia de los recientes compromisos políticos en Asia (China, Japón y Corea del Sur), pero también de que todo el mundo sabe ahora qué es lo que va a hacer EE.UU., después de haber regresado al Acuerdo de París.

De esta forma, los países responsables del 63% de las emisiones globales se ajustarán al objetivo de cero emisiones netas. Si realmente cumplimos con nuestras promesas para 2050, el mundo estará en vías de limitar el calentamiento global a 2,1 grados centígrados; antes nos encaminábamos a 3 grados

Liderazgo distribuido

Para pasar de la luz naranja a la verde se va a requerir mucha más colaboración. Nos gusta la expresión ‘liderazgo distribuido’, que fue acuñada por la arquitecta del Acuerdo del París, Christiana Figueres.

En la economía real se necesitan marcos normativos, y el apoyo de la tecnología y los consumidores. Se necesita avanzar en estos aspectos. Como inversores, podemos redirigir el capital hacia la economía verde, circular, baja en carbono… esto es esencial. Pero también es fundamental contar con las otras piezas del puzzle.

Algunas de ellas están consagradas en las distintas iniciativas a las que los inversores, incluido Robeco, se han unido para tratar de movilizar al mundo del naranja al verde. A continuación, enumeramos las 10 primeras de esas iniciativas en relación con su relevancia para los inversores:

  1. Plan de acción sobre finanzas sostenibles de la UE: Importante objetivo de la política de la Unión Europea que trata de fomentar la inversión sostenible en los 27 países del bloque (Bruselas, 2018)
  2. Grupo de inversores institucionales sobre el cambio climático: Colaboración entre 270 inversores para descarbonizar los 35 billones de euros de activos que gestionan (Londres, 2012).
  3. Iniciativa de gestores de activos por el cero neto: Grupo de gestores de activos mundiales, incluido el IIGCC, comprometidos con cero emisiones de carbono netas en sus carteras de inversión para 2050 (Londres, 2020).
  4. Acción por el clima 100+: Grupo de interacción de inversores centrado en las más de 100 empresas con las mayores emisiones de gases con efecto invernadero (París, 2017).
  5. Alianza para la contabilidad de las emisiones de carbono: Asociación internacional fundada por un grupo de bancos neerlandeses para homogeneizar la contabilidad del carbono en el sector financiero (Ámsterdam, 2015).
  6. Grupo de trabajo sobre la información financiera relativa al clima: Organización creada por el Consejo de Estabilidad Financiera para mejorar y aumentar la presentación de información financiera relacionada con el clima (Londres, 2015).
  7. Transition Pathway Initiative: Una iniciativa mundial de propietarios de activos que evalúa el grado de preparación de las empresas para la transición a una economía baja en carbono (Londres, 2017).
  8. Acuerdo neerlandés sobre el clima: Conjunto de medidas del gobierno neerlandés para reducir las emisiones de CO2 del país en un 49% para 2030 en comparación con los niveles de 1990 (La Haya, 2019).
  9. Finance for Biodiversity Pledge: Grupo de 37 entidades financieras que instan a los gobiernos a proteger la biodiversidad amenazada (Bruselas, 2020).
  10. Powering Past Coal Alliance: Coalición de 104 países, ciudades, empresa y organizaciones para acelerar la transición desde la generación con carbón térmico a las energías limpias (Ottawa, 2017).

De este modo queda demostrado que no nos podemos contentar con estar en la luz naranja, ya que la urgencia apremia. El sector financiero es clave para que una reasignación de activos eficiente, alineada con los objetivos del acuerdo de Paris, acelere el proceso hacia la neutralidad climática. Lograr posicionarnos en semáforo verde lo antes posible es responsabilidad de todos, #timetoact.