La mejor manera de invertir en transición energética

Ana Claver (Robeco)
Cedida por Robeco

TRIBUNA de Ana Claver Gaviña, CFA, country manager Iberia y Chile, Robeco. Comentario patrocinado por Robeco.

Las cumbres y foros ambientales o económicos que se han sucedido en estos últimos meses han puesto definitivamente sobre la mesa la emergencia climática. Una amplia mayoría cualificada opina que la emisión continuada de gases efecto invernadero contribuye al calentamiento del planeta, pudiendo originar un fuerte impacto económico y social a nivel global. 

La concienciación ciudadana está en aumento como nunca antes lo había estado. Los inversores tienen cada vez más en cuenta todas estas cuestiones, siendo conscientes de que el riesgo climático constituye un riesgo de inversión.

Y no solo la concienciación particular. El año pasado, Mark Carney, el gobernador del Banco de Inglaterra, discutía cómo llevar a cabo los test de estrés climático en los bancos, explicando un mes más tarde en la conferencia de finanzas sostenibles de la Comisión Europea cómo pedirán a las aseguradoras de Reino Unido considerar cómo se vería afectado su negocio por los diferentes escenarios ante los riesgos físicos y de transición del cambio climático. La Autoridad Bancaria Europea, meses más tarde, publicó su plan de acción sobre finanzas sostenibles, informando que tenía previsto realizar pruebas de estrés a las entidades bancarias europeas para evaluar sus potenciales riesgos climáticos.

El sector energético es responsable de más de dos tercios de las emisiones globales de gases de efecto invernadero y, dado que el crecimiento económico está ligado de momento al uso de energía, la mayoría de los países están llevando a cabo notables esfuerzos para situarse en la senda de la transición energética. Los objetivos propuestos en el Acuerdo de París pretenden ser alcanzados con la sustitución de los combustibles fósiles por las llamadas energías limpias, libres de carbono, y contando principalmente con una mayor electrificación, digitalización, redes inteligentes y almacenamiento.

Expertos en transición energética ven un problema en la velocidad necesaria para que la transición cumpla con los objetivos propuestos, resultando necesario un mayor impulso en innovación y eficiencia energética.

Sin embargo, los riesgos muchas veces se convierten en oportunidades. De la mano de estas oportunidades surge la estrategia RobecoSAM Smart Energy, un fondo que invierte en acciones de empresas que proporcionan soluciones competitivas y sostenibles para la creciente demanda de un suministro de energía fiable, limpio y asequible. Con un fuerte enfoque en los proveedores de soluciones, invierte en los líderes tecnológicos y en los innovadores clave para la transición energética.

El futuro de la energía es eléctrico. La estrategia de inversión de RobecoSAM Smart Energy apunta a empresas con visión, que proporcionen productos y servicios con soluciones competitivas y sostenibles para las necesidades energéticas actuales, apostando principalmente en los siguientes nichos: energías renovables, distribución energética, gestión energética y eficiencia energética

Invertir en estas soluciones permite beneficiarse de la transición a una economía sin carbono. Participando así en la electrificación del suministro de energía o en la eficiencia energética, y disfrutando con ello de un potencial de crecimiento a largo plazo.

Pero la eficiencia no debe limitarse al sector energético. La excesiva focalización en el sector eléctrico y el transporte no deben hacer olvidar la necesaria transición industrial, ni la escasez de recursos en una sociedad cada vez más necesitada de ellos. Este es otro desafío de largo recorrido que se presenta con mayor fuerza en momentos de crisis como los actuales.

El fondo RobecoSAM Smart Materials se centra en compañías que se beneficien de estos cambios estructurales, ofreciendo productos y servicios que sustituyan o mejoren los procesos y materiales existentes, atendiendo a áreas de rápido crecimiento como la movilidad eléctrica, la robótica y los materiales ligeros.

RobecoSAM Smart Materials invierte en empresas que ofrecen soluciones al consumo de recursos finitos, produciendo nuevos materiales que sustituyen a los anteriores, o desarrollando tecnologías que mejoran ganancias en extracción, procesado y uso de recursos.

Las empresas que investigan y desarrollan soluciones para combatir la escasez de recursos presentan gran potencial de crecimiento a largo plazo. Es invertir en desarrollo sostenible, al financiar empresas con tecnología suficiente para mejorar la productividad y encontrar sustitutos viables. Esto redunda en un menor consumo de recursos, en línea con la política de ahorro de los gobiernos.

Cuatro son las líneas de inversión de Smart Materials que mejor aprovechan estas oportunidades: materiales avanzados, materiales transformativos, tecnologías de proceso y automatización y robótica. Son actividades siempre en tendencia, promovidas desde empresas de alta calidad con bases de negocio sólidas, donde se espera un crecimiento sostenido de ganancias.

Las empresas que desarrollan productos y servicios generadores de valor para la sociedad consiguen mejores resultados, mejores oportunidades de inversión y menor riesgo. Invertir en sostenibilidad es invertir en progreso y en la capacidad del ser humano para desarrollarse en la adversidad. Eso es lo que espera y necesita la sociedad, y lo que desean los inversores del siglo XXI: rentabilidad, medida del riesgo e impacto.