Rubén Ayuso, co-gestor del fondo Criptomonedas F.I.L. de A&G, dibuja un retrato del recorrido del primer año del fondo español de criptomonedas: evolución, ventajas y previsión de futuro.
TRIBUNA de Rubén Ayuso, co-gestor del fondo Criptomonedas F.I.L. de A&G.
El fondo Criptomonedas F.I.L. cumplió un año a principios de octubre, otorgando a nuestros clientes una rentabilidad del 80% y convirtiéndose en una de las estrategias más rentables entre las miles que se comercializan en España. Como muestra, el siguiente gráfico en el que se observa que nuestro fondo ha batido claramente a activos tradicionales como la renta variable, la renta fija o el oro.
En el mundo de la gestión de fondos se aprende a diario, pero estos 365 días han servido para corroborar aquello que ya veníamos observando estos últimos diez años de investigación del mundo cripto.
En primer lugar, hemos comprobado que las criptomonedas no son para traders, ya que la volatilidad asociada desbarata por completo los patrones técnicos empleados por inversores tradicionales.
Un estudio sencillo sería preguntar a aquellos inversores que se pusieron cortos en agosto y septiembre, al tiempo que bitcoin perforaba el soporte de los 53.000 dólares. La respuesta es, permítase la referencia, elemental: los especuladores a la baja tuvieron que cerrar rápidamente sus posiciones, acumulando abultadas pérdidas ante el brusco giro al alza del mercado.
Si nos atenemos al ejercicio de invertir en criptomonedas, el trading está lejos de ser una táctica con visos de éxito. En su lugar, el inversor ha de establecer un porcentaje adecuado para su perfil de riesgo y comprometerse a mantenerlo durante unos años, confiando en que, con el paso del tiempo, pueda recoger los frutos de su decisión.
Ventajas de invertir en el fondo
No obstante, es importante subrayar que el porcentaje de exposición a criptomonedas incluido en cartera no puede mantenerle a uno en vela, ya que caídas de hasta el 50% son el pan de cada día en este ámbito. Muchos inversores están encontrando una solución a esa ‘falta de sueño’ en vender su exposición directa en criptomonedas y pasar a invertir en nuestro fondo.
La primera de las ventajas que proporciona este movimiento es despreocuparse de potenciales riesgos de seguridad. Si se opera a nivel personal con un bróker de criptomonedas, la seguridad es un factor crítico. En caso de sufrir el ataque de un hacker, todo el dinero invertido se desvanecerá, en lugar de contar con un botón salvador llamado: ‘recuperar mis criptomonedas robadas’.
Otra virtud muy importante tiene que ver con la fiscalidad: cuando una persona física invierte directamente en criptomonedas, cada venta o permuta de una moneda tiene que ser declarada, pagando a Hacienda por las plusvalías obtenidas. El fondo de inversión, sin embargo, es un vehículo de capitalización.
Además, el Criptomonedas FIL, en concreto, es traspasable. Por ello, el inversor no sólo se ahorra las plusvalías que el gestor logra dentro del fondo, sino que ni siquiera abonaría impuestos por las ganancias generadas al vender el fondo, si en lugar de un reembolso, realizara un traspaso de salida hacia cualquier otro fondo de inversión traspasable - ya sea monetario, de renta variable o de cualquier otra categoría.
Un cambio en la visión sobre el mundo cripto
También es destacable el cambio en la percepción del inversor institucional sobre el mundo cripto que, en nuestra opinión, viene motivado por el lanzamiento de los ETF tanto de Bitcoin, como de Ethereum en EE. UU. En este sentido, movimientos de entidades como BlackRock y Fidelity, que han captado más de 30.000 millones de dólares en un año - y que hablan maravillas sobre el activo - hace que los inversores institucionales hayan cambiado su visión al respecto. Según WisdomTree, las criptomonedas ya suponen un 1,3% de los activos líquidos del planeta. Por tanto, si un inversor decide tener un 0% en cartera, estará asumiendo el riesgo de infraponderar el activo más rentable de los últimos años.
Es inevitable mencionar nuestras perspectivas positivas de cara a los próximos trimestres. Estas se basan en que al aumento de la demanda de criptomonedas procedentes de grandes instituciones financieras - empresas cotizadas, fondos de inversión, hedge funds, fondos de pensiones y soberanos - hay que unirle un marcado pesimismo en el sentimiento del inversor.
Las cifras de búsquedas en Google de ‘Bitcoin’ y ‘Ethereum’ están prácticamente en mínimos históricos, lo que suele indicar una buena oportunidad de compra del activo. Huelga decir que, cuando nos falten dedos para contar los amigos que preguntan por bitcoin, tendremos ante nosotros el principio del fin de un ciclo alcista.
Cerramos así un primer año exitoso, que pensamos será el principio de muchos. Estamos muy agradecidos por la confianza de nuestros inversores profesionales, y orgullosos de haber sido capaces de ofrecer desde A&G Global Investors una solución de inversión tan eficiente y rentable.