Liontrust: cómo generar alfa invirtiendo de manera sostenible por un mundo más limpio, saludable y seguro

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Cedida por Lionstrust.

TRIBUNA de Peter Michaelis, director de Inversión Sostenible, Liontrust. Comentario patrocinado por Liontrust.

La demanda de inversiones sostenibles sigue creciendo y creemos que los cambios que el COVID-19 ha impuesto en la vida de las personas de todo el mundo facilitarán la transición hacia un futuro más limpio, más saludable y más seguro.

En Liontrust, contamos con un equipo de inversión sostenible formado por 13 personas que lleva más de 20 años gestionando fondos de renta variable y de renta fija de manera sostenible. El equipo combina las tres vertientes de lo sostenible: identificar e invertir en temas a largo plazo (selección positiva), comprometerse con las empresas para impulsar mejoras (inversores activos y comprometidos, engagement) y evitar ciertas industrias por los efectos negativos de sus productos (selección negativa). Un aspecto fundamental de nuestro enfoque es que todos estos elementos están integrados en un único equipo: no tenemos divisiones separadas de gestión de fondos y de ESG (Environmental, Social and Governance), por ejemplo, y cada miembro del equipo es responsable de todos los aspectos del análisis financiero y de ESG relacionados con una decisión de inversión.

Nuestro proceso se basa en la creencia fundamental de que las empresas sostenibles tienen un mejor crecimiento, son más resistentes de lo que descuenta el mercado y, por tanto, podemos conseguir una rentabilidad superior para nuestros inversores. Además, al apoyar a las empresas sostenibles, también podemos acelerar las mejoras medioambientales y sociales.

Exigimos cuatro elementos en todas las inversiones: identificación de las empresas que más se beneficiarán de las tendencias, excelencia en la gestión ESG, sólidos fundamentales financieros y una valoración atractiva.

1. Análisis temático

Nuestro proceso comienza con un enfoque temático para identificar las tendencias de crecimiento estructural y las empresas cuyos productos y operaciones capitalizan estos cambios transformadores y, por tanto, pueden beneficiarse financieramente. Pensamos que la sociedad avanza hacia un mundo más limpio, más sano y más seguro:

  • Más limpio: utilizar nuestros recursos de forma más eficiente (agua, aumento del reciclaje de residuos, fuentes de energía con menos carbono y eficiencia energética)
  • Más saludable: mejorar nuestra calidad de vida a través de una mejor educación, un estilo de vida y una dieta más saludables o una mejor atención sanitaria.
  • Más seguros: hacer que los sistemas de los que dependemos sean más seguros o más resistentes. Esto incluye la seguridad de los automóviles, la protección de nuestros datos en línea mediante la ciberseguridad y el ahorro para el futuro.

Aunque estas tres temáticas (divididas en 21 subtemáticas) están en el centro de nuestra generación de ideas, hay otros tres criterios que todas las empresas deben satisfacer.

2. Análisis de sostenibilidad

Para cada empresa, determinamos los factores ESG clave que son indicadores del éxito futuro y evaluamos su gestión a través de nuestra Matriz de Sostenibilidad con la que analizamos:

  • Sostenibilidad del producto (calificada de la A a la E): evalúa en qué medida la actividad principal de una empresa ayuda o perjudica a la sociedad y/o al medio ambiente. Una calificación A indica una empresa cuyos productos o servicios contribuyen al desarrollo sostenible (a través de nuestros temas de inversión); una calificación E indica una empresa cuya actividad principal entra en conflicto con el desarrollo sostenible (como el tabaco o actividades contaminantes como la generación de electricidad a partir del carbón).
  • Calidad de la gestión y del equipo directivo (calificada de 1 a 5): evalúa si una empresa cuenta con estructuras, políticas y prácticas adecuadas para gestionar sus riesgos e impactos ESG. La calidad de la gestión en relación con los riesgos y oportunidades que representan las cuestiones ESG se califica de 1 (excelente) a 5 (muy deficiente).

Las empresas deben obtener una puntuación de C3 o superior para ser invertibles.

3 y 4. Análisis de los fundamentales financieros y de la valoración

Las empresas en las que invertimos tienen unos fundamentales financieros sólidos con una capacidad demostrada para ofrecer una alta rentabilidad sobre los fondos propios (RoE) mediante el mantenimiento de los márgenes y la rotación de activos. Por lo general, estas empresas tienen una ventaja competitiva sostenible gracias a la tecnología o al modelo de negocio.

A continuación, predecimos las ventas, los márgenes y los beneficios que esperamos obtener de estas empresas en los próximos tres a cinco años, integrando en ellos nuestra opinión sobre su calidad y criterios ESG de los pasos anteriores. La aplicación del correspondiente múltiplo de valoración nos permite obtener un objetivo de precio alcanzable en los próximos tres a cinco años. Cuando este objetivo muestra una subida significativa (normalmente buscamos una rentabilidad superior al 10% anual), la inversión se recomienda como una compra y está disponible para ser incluida en nuestras estrategias.  

Construimos carteras que combinan los mejores 40 a 60 nombres para diversificar el riesgo y reducir la volatilidad. Las carteras tienen exposición en una amplia variedad de sectores industriales que reflejan nuestras temáticas y se benefician de palancas de crecimiento diferentes y no correlacionadas. Por esta razón evitamos hacer predicciones sobre la macroeconomía y creemos que la inversión sostenible puede funcionar a lo largo del ciclo.

Tenemos una baja rotación en nuestras carteras, con horizontes de inversión normalmente superiores a cinco años. Vendemos una posición cuando no tiene más potencial de revalorización y la reciclamos en una inversión con mayores perspectivas de rentabilidad o si no funciona la tesis de inversión.

Intentamos mirar más allá de las fluctuaciones a corto plazo de los mercados o de los precios de las acciones y centrarnos en el horizonte a largo plazo. La profundidad de nuestro análisis nos da confianza para mantenernos firmes si los fundamentos son sólidos, incluso cuando el mercado se mueve en nuestra contra.

También creemos que la experiencia y el conocimiento de un equipo son importantes cuando se trata de inversión sostenible y nuestro equipo tiene más de 20 años experiencia. Como consecuencia de un proceso de inversión enfocado en la sostenibilidad, las empresas en cartera emiten entre un 75% y un 90% menos de CO2 que las de sus índices de referencia (MSCI Europe o MSCI World).