Lo que hay que saber del potencial del hidrógeno como energía del futuro

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Firma: cedida (Amundi).

TRIBUNA de Blanca Comín, directora de Wealth y Banca Privada, Amundi Iberia. Comentario patrocinado por Amundi.

En los últimos años hemos asistido a una evolución radical de la industria energética. Las renovables han tomado el centro de la escena gracias al descenso de costes, las innovaciones tecnológicas y la necesidad de descarbonizar nuestro suministro de electricidad, mientras que casi todos los países del mundo se han comprometido a alcanzar objetivos Net Zero a través del Acuerdo de París. En este contexto, la crisis energética y geopolítica por la guerra de Ucrania no ha hecho sino confirmar la necesidad de acelerar la transición energética.

Hidrógeno: abundante, potente y versátil

El hidrógeno es un gas ligero y el elemento químico más abundante del universo, pero prácticamente no se encuentra en la tierra en su forma pura, sino unido a otros átomos en el agua, la biomasa o los combustibles fósiles. Produce tres veces más energía que el petróleo para la misma masa. Se puede almacenar de forma relativamente fácil durante largos períodos; pudiendo usarse como vector energético (sustancias o dispositivos que almacenan energía, de forma que pueda liberarse posteriormente de forma controlada) y como solución de almacenamiento de energías renovables intermitentes como la solar o eólica.

Tiene numerosos usos. Por ejemplo, si se utiliza en un vehículo de pila de combustible, no genera emisiones de CO2, sino solo vapor de agua. Permite a los coches recorrer hasta 700 kilómetros con un solo depósito; proporciona energía que podría usarse en el sector marítimo y de aviación y tiene aplicaciones industriales, como la fabricación de fertilizantes.

Los colores del hidrógeno

Los colores del hidrógeno dependen de la forma de producirlo; indicando la cantidad de CO2 que se libera en el proceso. La producción de hidrógeno requiere su extracción de una fuente primaria, como el agua o el gas natural, mediante una reacción química. La huella de carbono generada por la producción de hidrógeno depende de la fuente y la energía utilizada. Actualmente, la mayor parte del hidrógeno se produce recurriendo a combustibles fósiles generando emisiones de CO2, lo que se conoce como hidrógeno gris

Cuando obtenemos hidrógeno a partir de hidrocarburos, pero se efectúa una captura de las emisiones contaminantes en un alto porcentaje, obtendríamos hidrógeno azul; de menores emisiones, pero no completamente libre de ellas. En cambio, al obtener el hidrógeno de la electrólisis del agua, separando el hidrógeno del oxígeno usando electricidad de paneles solares o turbinas eólicas, se genera el llamado hidrógeno verde. Aunque su coste es aún elevado, se prevé que se reduzca entre un 60% y un 90% a finales de la década.

Hidrógeno: la energía del futuro

El hidrógeno verde es actualmente de las pocas soluciones viables para reducir las emisiones en sectores difíciles de descarbonizar, como el transporte o la industria pesada; permite el desarrollo de energías renovables descentralizadas y presentándose a menudo como la energía del futuro. Prevemos que en 2050 el hidrógeno podría representar el 17% de la demanda de energía y reducir las emisiones en un 15%(1). Hasta ese año, se prevén inversiones en infraestructuras por valor de 11 billones de euros y alrededor de 30 millones de puestos de trabajo(2). Mientras tanto, su precio está bajando, su tecnología y aplicaciones están ganando madurez, y cuenta con el apoyo de los poderes públicos.

El sector está ganando en estructura y alcance global, creando una perspectiva real de futuras oportunidades. Cada vez más gobiernos se están uniendo a la causa, mientras que los proyectos de importantes actores públicos y privados de la cadena de valor de la industria están en auge en todo el mundo.

Oportunidad en toda la cadena de valor

El despliegue del hidrógeno verde comprende toda la cadena: desde el upstream, exploración y producción (con energías verdes); hasta el downstream, refinamiento y comercialización (diversos usuarios, como los sectores del automóvil y del ferrocarril), pasando por el almacenamiento y la distribución, lo que le aporta una gran diversidad.

La estrategia lanzada por CPR AM, centro experto en gestión temática del grupo Amundi, invierte en toda la cadena de valor del hidrógeno. Un universo diversificado que incluye desde la generación con energías verdes, componentes técnicos, producción, almacenamiento y distribución, hasta usuarios de hidrógeno; como los sectores industriales, del automóvil o el ferrocarril.

Fuentes:

1 ETC (Energy Transition Commission), 2021, Goldman Sachs.

2 ETC (Energy Transition Commission), 2021; Bloomberg New Energy Finance (BNEF); Bank of America (BofA) Global Research, 2020.


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