A cinco años de MILA -plataforma que integra a las bolsas y depósitos de valores de Colombia, Perú, Chile y México-, podemos decir que se han cumplido importantes objetivos, quedando aún grandes desafíos por enfrentar.
Los avances en esta primera etapa han sido importantes y han permitido posicionar a MILA como el mayor mercado de la región en número de emisores y capitalización bursátil. Uno de sus grandes aportes también ha sido fortalecer la imagen de los países que lo integran, posicionándolos como mercados financieros sólidos y confiables.
En lo operacional, no hay duda que se trata de un avance concreto, por cuanto permite a los corredores acceder directamente a cuatro de los mercados más importantes de América Latina, al mismo tiempo que facilita a los emisores la oferta pública de valores en éstos y permite tener acceso a la información en línea. En este sentido, y en el rol del Depósito Central de Valores (DCV), se busca continuar fortaleciendo los servicios de custodia a través de una infraestructura que privilegia los aspectos de seguridad, calidad, bajo costo y servicios de apoyo.
Entendemos que el trabajo en conjunto, así como el apoyo de los gobiernos y autoridades regulatorias, dará mayores alternativas y facilidades para transacciones a nivel regional ya que aún tenemos el desafío de potenciar esta plataforma para aumentar la cantidad de operaciones y colocaciones realizadas. Una realidad que a todas luces se ha visto afectada por el ciclo económico actual, que ha restado atractivo a los mercados emergentes.
Tenemos la convicción de que los cuatro mercados que integran MILA, ganarán atractivo para los inversionistas en los próximos años y que esta plataforma se convertirá prontamente en el brazo financiero de la Alianza del Pacífico, ya que todos los esfuerzos de integración buscan profundizar la cooperación y aumentar los flujos de inversión para lograr un mayor dinamismo en el mercado de capitales de la región.