Jenn-Hui Tan presenta las prioridades de la COP28 y por qué la protección de la biodiversidad y naturaleza se convertirá en una de ellas. Comentario patrocinado por Fidelity International.
TRIBUNA de Jenn-Hui Tan, director global de Sostenibilidad, Fidelity International. Comentario patrocinado por Fidelity International.
Cada vez se reconoce más que la protección y la restauración de la naturaleza son cruciales para alcanzar el objetivo de cero emisiones netas. La COP15 de 2009 supuso un punto de inflexión a la hora de impulsar el compromiso: 188 gobiernos firmaron el Marco Global sobre Biodiversidad (GBF, por sus siglas en inglés), cuya misión principal es detener y revertir la pérdida de biodiversidad para 2030.
Aunque pueda ser complicado, esperamos que los esfuerzos por alcanzar el objetivo de cero neto vayan cada vez más unidos. La COP28 del clima de este año en Dubai tendrá un día dedicado a la naturaleza, el uso de la tierra y los océanos, y otro dedicado a los sistemas alimentarios. Varias iniciativas, como la Fundación Finanzas para la Biodiversidad, de la que Fidelity es miembro, han surgido para ayudar al sector financiero a comprender y abordar mejor las implicaciones de la pérdida de naturaleza.
Abordar esta pérdida es diferente del clima debido a sus características específicas de ubicación y a la falta de una métrica única, como las emisiones de GEI. Sin embargo, normativas como la Directiva de la UE sobre la elaboración de informes de sostenibilidad de las empresas (CSRD, por sus siglas en inglés) están incorporando este ámbito con relativa rapidez. También se está estudiando su inclusión por parte de organismos normativos mundiales como el Consejo Internacional de Normas de Sostenibilidad (ISSB, por sus siglas en inglés).
Se necesita trabajar en políticas
La normalización de los informes empresariales debería facilitar a los inversores la evaluación de los riesgos naturales, pero los datos por sí solos no son la panacea y es necesario desarrollar políticas: se espera que "las partes del Convenio elaboren Estrategias y Planes de Acción Nacionales sobre Biodiversidad" que describan cómo cada país se alineará con el GBF en temas clave como la deforestación, el reciclado y eliminación de plásticos de los océanos, la escasez de agua y la reorientación de las subvenciones agrícolas hacia proyectos que mejoren los ecosistemas naturales y restauren los suelos agotados. La COP28 brindará a los países la oportunidad de debatir los progresos realizados desde la COP15 y lo que queda por hacer. Medidas como la Ley de Restauración de la Naturaleza de la UE están en fase de desarrollo, pero han encontrado oposición.
A nivel global se necesitan mecanismos de reparto de costes y beneficios, de forma que los países que se han desarrollado en parte gracias al agotamiento de su propio capital natural ayuden a apoyar proyectos, principalmente en el Sur global, para proteger la biodiversidad que queda en el mundo. Esto puede incluir la ampliación de los mercados de carbono que financien soluciones basadas en la naturaleza, la ampliación de un mercado de créditos de biodiversidad y la expansión de los canjes de deuda por naturaleza.
Para ser eficaces y evitar consecuencias imprevistas, las soluciones deberán aplicarse en el marco de una buena gobernanza con normas claras. Por ejemplo, los créditos de biodiversidad requieren una medición normalizada y deben cumplir condiciones como la permanencia y la adicionalidad.
Cerrar la brecha de financiación de la naturaleza
Las estimaciones del sector sugieren que se necesitan unos 8,8 billones de dólares en inversiones acumuladas en la naturaleza de aquí a 2050 para garantizar la gestión del riesgo de la biodiversidad. En la actualidad, esa cifra global de inversión anual es de sólo 146.000 millones de dólares. Se trata de una brecha importante. Dado que el cambio climático provoca la pérdida de naturaleza y viceversa, y que es necesario invertir 100 billones de dólares en soluciones climáticas, es posible que las inversiones en naturaleza deban ser aún mayores.
También se necesitará financiación para que los países se adapten al cambio climático y a la pérdida de naturaleza ya en marcha. Los detalles de los fondos para pérdidas y daños acordados en la COP27 deberán concretarse en esta COP28, mientras que existe la ambición de crear un marco para establecer objetivos de adaptación y aportar los 40.000 millones de dólares de financiación para la adaptación acordados en la COP26.
Aprender del clima
En Fidelity International hemos estado trabajando con empresas sobre muchas de estas cuestiones relacionadas con el capital natural y sobre cómo están gestionando los riesgos y los impactos. En algunos casos, habrá que elegir entre preservar los hábitats naturales y proporcionar recursos para mitigar el cambio climático. Sin embargo, las empresas que se encaminan hacia el cero neto ya están equilibrando distintas necesidades en diferentes momentos, al tiempo que se benefician de las ventajas de la transición (por ejemplo, costes energéticos más bajos gracias a las energías renovables).
Utilizar lo que hemos aprendido al abordar el cambio climático y aplicarlo a la naturaleza es una forma de agarrar el toro por los cuernos más rápidamente, al tiempo que reconocemos los matices y complejidades de operar en un ámbito polifacético. La COP28 no sólo dará prioridad a la naturaleza en la agenda climática, sino que Brasil acogerá la COP30 y situará a la Amazonia, que sigue siendo una de las zonas más prístinas de la Tierra, en el centro del proceso en 2025.