Ninety One Global Environment: invertir con impacto

Nicholas Burdett
Firma: cedida.

TRIBUNA de Nicholas Burdett, CFA, CAIA, director de Producto y Análisis, Capital Strategies Partners. Comentario patrocinado por Capital Strategies Partners.

Las inversiones con temáticas ambientales, sociales y de gobernanza (o ESG por sus siglas en inglés) registraron un sólido rendimiento, así como excelentes flujos de entrada en 2020. Y se espera también que sean un impulsor clave del crecimiento orgánico de activos para gestoras de fondos en 2021, según un informe de Moody's Investors Service(1) publicado el pasado 23 de febrero. Según el informe de la agencia de calificación, los flujos de entrada en las estrategias ESG crecieron un 140% en 2020 respecto al año anterior, mientras que los activos bajo gestión en fondos ESG en el mundo aumentaron un 50%, alcanzando los 1,7 billones de dólares estadounidenses.

En mayo del año pasado, la Comisión Europea (CE) dio a conocer un plan de recuperación del coronavirus, que incluía un fondo de la Unión Europea (UE) de próxima generación de 750.000 millones de euros para agudizar el enfoque de la región hacia una economía sostenible. Esto ha puesto de relieve la aceleración del cambio hacia una economía más verde con bajas emisiones de carbono en el centro de su estrategia de estímulo posterior a la pandemia.

El ascenso de Joe Biden a la presidencia de EE.UU. en noviembre del año pasado aportará también un clima aún más favorable de lo imaginado, ya que en su reciente cumbre virtual ha anunciado el compromiso de Estados Unidos de reducir sus emisiones de carbono en un 50%-52% por debajo de los niveles de 2005 para el año 2030. Este nuevo objetivo básicamente duplica su promesa anterior.

China, por su parte, anunciaba el pasado mes de septiembre un importante plan de desarrollo con objetivo de cero emisiones netas en 2060. Las ambiciosas medidas del país asiático suponen un punto de inflexión en el panorama internacional, al ser responsable China del 30% del total de emisiones de carbono del mundo.

Éstos y otros hitos políticos y regulatorios ayudan a comprender la proliferación de entidades financieras que ponen énfasis en estos criterios medioambientales, con muchos gestores reposicionando de forma oportunista sus productos hacia un enfoque sostenible, no siempre practicando lo que predican. En este contexto, las estrategias de inversión capaces de medir y cuantificar su impacto ESG debería verse favorecidas por el inversor sofisticado, como es el caso de Ninety One Global Environment, un fondo totalmente enfocado en empresas solucionadoras del problema que contribuyen a un mundo más descarbonizado.

¿Qué es ninety one?

Ninety One es una gestora independiente global centrada en gestión activa con más de 153,8 mil millones de dólares bajo gestión (a 31 de diciembre de 2020). Fundada en Sudáfrica en 1991, la empresa comenzó a ofrecer inversiones nacionales en un mercado emergente. En 2020, tras casi tres décadas de crecimiento orgánico, la empresa se convirtió en Ninety One y actualmente celebra su primer aniversario.

En la actualidad, la gestora ofrece estrategias activas en renta variable, renta fija, multiactivos, inversiones alternativas y sostenibles a instituciones, asesores independientes e inversores particulares de todo el mundo. Y a través de su fondo Global Environment ofrece inversiones en tres áreas que contribuyen a un futuro con bajas emisiones de carbono: energía renovable, electrificación y eficiencia de recursos.

¿Qué tipo de fondo es el global environment?

Lanzado el 25 de febrero del 2019, clasificado artículo 9 (SFDR) y con casi 800 millones de dólares bajo gestión, este fondo ha rentado 88% en los últimos 12 meses (a 21 de abril 2021) y 54% en el año 2020 superando a su índice de referencia, el MSCI ACWI en un 37%.

Se trata de una cartera concentrada de alta convicción con aproximadamente 25 valores y una alta participación activa (active share). Invierte fundamentalmente en acciones de compañías que contribuyen a un cambio medioambiental positivo a través de la descarbonización sostenible (es decir el proceso de reducción de las emisiones de dióxido de carbono). Tiene un sesgo hacia compañías de gran capitalización (65% superior a 10 mil millones de dólares) y geográficamente una menor exposición relativa a Estados Unidos y Europa (aproximadamente 35% cada una) en beneficio de la región asiática, en particular China (18%).

El proceso de selección es muy estricto, delimitándose en primer lugar a aquellas compañías que generan más del 50% de sus ingresos de manera sostenible y en segundo lugar cuantificando con medición patentada las emisiones directas e indirectas de carbono de Alcance 1, 2 y 3(2), lo que permite cuantificar la huella de carbono total de las empresas y de este modo también el ahorro de carbono de sus productos y/o servicios frente a competidores. El universo de inversión está compuesto por más de 700 empresas, de las cuales solo un tercio están incluidas en el índice MSCI All Country World, representando apenas un 7% de éste. Es neutral desde una perspectiva de estilo, es decir, no teniendo ni sesgo de growth ni value.

En cuanto a exposición geográfica tiene un 18% a China (reconocido como el mayor emisor a nivel mundial pero también como actor clave en las soluciones medioambientales y sus cadenas de suministro) y también sobrepondera Dinamarca con un 12% y España con casi un 5% en cartera (Iberdrola). Los subsectores por relevancia son: energías limpias, coche eléctrico, eficiencia de agua/tierra, eficiencia energética, viento, solar, coches autónomos y redes inteligentes.

Actualmente, sus tres mayores posiciones a cierre de marzo 2021 son las siguientes: Waste Management (7,7%), seguida de energías renovables de Florida NextEra Energy (7,5%) y Croda International (5,7%), especializada en productos químicos. El fondo siempre busca empresas líderes en su sector.

¿Quién lo gestiona?

El fondo tiene dos cogestores: Deidre Cooper y Graeme Baker. Deirdre es codirectora de inversión temática dentro del equipo de multiactivos en Ninety One. Antes de unirse al equipo en 2018, Deirdre fue socia, gestora y directora de investigación en Ecofin, gestionando entre otras responsabilidades un mandato de inversión de impacto para un importante fondo soberano nórdico. Antes de unirse a Ecofin, Deirdre fue banquera de inversión en Morgan Stanley, donde dirigió sus esfuerzos a la cobertura de Energía Renovable Europea y creó una franquicia de banca de inversión. Deirdre obtuvo su MBA de Harvard Business School, donde fue Baker Scholar, y su licenciatura de University College Dublin.

Graeme es gestor de carteras en el equipo de renta variable temática de multiactivos. Graeme es cogestor de cartera para las estrategias Global Environment y Global Energy, con la que lleva años enfocado en la temática de transición energética. Se unió al equipo en 2010. Trabajó como analista de inversiones en Hargreaves Lansdown Asset Management, donde se enfocó en alternativos y renta variable global. Graeme recibió una licenciatura en economía de la Universidad de Bristol y es CFA Charterholder.

Conclusión

Invertir en este fondo, es invertir en un fondo que busca exposición a empresas que obtienen al menos el 50% de sus ingresos de las energías renovables, el uso eficiente de los recursos y la electrificación. Siendo además capaz de reportar la contribución o huella de carbono total de sus compañías y el nivel de ahorro en sus emisiones. Esto se une a unos compromisos claramente establecidos para mejorar los aspectos sociales y de gobernanza de las empresas en las que invierte, publicando así un detallado informe anual de impacto que retrata el impacto de todas estas compañías y la cartera en su conjunto. 

Las ventajas competitivas de la estrategia son múltiples:

  • Un equipo gestor experimentado con más de treinta años dedicado a la inversión de impacto en casas de reconocido prestigio.
  • Modelos y herramientas propias de análisis riguroso en emisiones de carbono (scopes 1,2,3) para establecer universo de inversión combinado con un buen proceso de análisis fundamental y selección de valores.
  • Alta convicción y concentración en la cartera con aproximadamente 25 posiciones
  • Gran interacción con directivos de las compañías.
  • Un foco en cuantificar el impacto, y hacer un reporting exhaustivo de todas las inversiones con aspectos positivos y negativos de las compañías.

Este fondo será sin duda un gran beneficiado de los miles de millones de gasto anual necesarios para cumplir los objetivos de temperatura global, así como el enfoque adicional de muchas economías que ahora pos-COVID buscan reconstruir un mundo mejor después de la pandemia.

Fuentes y notas:

1 Funds & Asset Management – US: ESG investment outperformance overcomes investor hesitancy, a key barrier to growth” (Moodys Investors Service)

2 Las emisiones de Alcance 3 son aquellas que provienen de la cadena de valor de una compañía y no están bajo el control de esta. Ejemplos de dichas emisiones incluyen viajes de negocios, desplazamientos de los empleados o uso de los productos.

3 Clase ISIN LU1939255458 (USD Institucional).