Catherine Yeung presenta los pronósticos del mercado chino para el Año del Dragón y destaca la importancia de poder contar con una estrategia de posicionamiento ágil. Comentario patrocinado por Fidelity International.
TRIBUNA de Catherine Yeung, directora de inversiones Asia-Pacífico ex Japón, Fidelity International. Comentario patrocinado por Fidelity International.
Según la tradición china, el año del dragón que ahora comienza se asocia con la buena suerte, el éxito y la fortaleza. Nosotros pensamos que traerá una estabilización controlada junto a un crecimiento del PIB de entre el 4 y el 5%. Los argumentos a largo plazo a favor de los China permanecen intactos.
Tras la reapertura inicial en 2023, la confianza está estabilizándose en niveles bajos. La economía china está normalizándose y equilibrándose a medida que se va liberando gradualmente la demanda contenida en el consumo y los servicios. Aunque algunos sectores se enfrentan a obstáculos estructurales, como el mercado inmobiliario, ha surgido una respuesta más contundente de las autoridades para contrarrestar algunos de los riesgos bajistas.
En 2024, creemos que China continuará con su rebote cíclico mientras avanza con su cambio estructural. No esperamos deflación ahora que la recuperación cíclica cobra impulso y las presiones inflacionistas probablemente sigan siendo moderadas, con un IPC claramente inferior a las previsiones del 3% del gobierno. Pensamos que la dinámica de las políticas públicas seguirá acelerando gradualmente en 2024 y que el gasto público hará el grueso del trabajo para estimular la demanda interna.
Cambios en los patrones de crecimiento
El índice de actividad interna que elaboramos en Fidelity ha puesto de relieve una dinámica de crecimiento de dos vías en China después de la pandemia. El crecimiento de los servicios y la industria ha tomado la delantera, mientras que el sector inmobiliario ha sido un lastre para el crecimiento. Eso obedece a los esfuerzos concertados del gobierno para centrarse en el crecimiento de calidad, en lugar de conseguir objetivos de crecimiento puramente numéricos a cualquier coste.
Dentro del consumo, esperamos ver una paleta más amplia de consumo de servicios, en lugar del consumo centrado en los bienes característico del antiguo modelo económico. El rebote del turismo y los servicios ha sido la nota positiva de los últimos trimestres. La tasa de crecimiento podría normalizarse este año a medida que se difuminen los efectos de base, pero esperamos que el consumo, especialmente en los servicios, se erija como el gran motor del crecimiento durante los próximos años.
Por ejemplo, la fuerte recuperación del sector del juego en Macao en 2023 hizo que los ingresos brutos del juego alcanzaran 19.000 millones de patacas macaenses en diciembre de 2023, no lejos del nivel de 23.000 millones anterior a la pandemia. En cuanto a la inversión, bajo la estabilización moderada del crecimiento del gasto en inmovilizado hemos observado una tendencia divergente en la industria y los inmuebles. Las inversiones en la industria han seguido siendo elevadas, mientras que las inversiones inmobiliarias se han frenado.
Las autoridades han reorientado las prioridades desde los proyectos relacionados con la urbanización, que estuvieron dominados por los inmuebles y las infraestructuras a comienzos de los años 2000, como edificios residenciales, centros logísticos, carreteras, trenes y puentes. Ahora, el objetivo es utilizar de forma eficiente las infraestructuras existentes para facilitar la modernización de la industria y la construcción de nuevas infraestructuras, como redes 5G, estaciones de carga de vehículos eléctricos y centros de innovación. Estas nuevas formas de inversión alimentarán un crecimiento más sostenible a medida que China entre en la siguiente fase de su desarrollo, que propiciará la entrada de más hogares en las clases de rentas medias y altas.
En el comercio, las exportaciones sufren más dificultades derivadas de la tibia demanda mundial en un contexto de cambios estructurales durante la pandemia. Un cambio notable en las exportaciones es la modernización de la cadena de valor, de tal forma que China está colocándose como un exportador líder de coches, superando a Alemania, Japón, Corea y EE.UU. Al mismo tiempo, las importaciones se han recuperado moderadamente con la mejora de la demanda gracias a las medidas de estímulo.
Los motores de la próxima fase de crecimiento
Después de varias novedades destacadas en las políticas de las autoridades durante los últimos meses, que arrancaron con la reunión del Politburó en julio de 2023, esperamos que la dinámica se acelere gradualmente en 2024. Los nuevos anuncios sobre la hoja de ruta de las autoridades para sostener la dinámica de crecimiento deberían producirse en próximas asambleas nacionales.
A medida que la economía de China hace su transición, las autoridades han variado el rumbo para alimentar los nuevos motores de crecimiento, como las inversiones verdes, la fabricación de gama alta y la economía digital. Esperamos que se destinen más recursos a estos sectores, lo que contribuirá a un crecimiento positivo a largo plazo y compensará en parte algunas dificultades estructurales a más corto plazo. Por ejemplo, el gobierno se ha comprometido a poner en marcha políticas concertadas para crear una China hermosa, lo que comprende la adopción de un modelo de desarrollo con bajas emisiones de carbono para reducir la contaminación y allanar el camino para su objetivo a largo plazo de neutralidad en emisiones.
Un beneficiario claro es el mercado de vehículos eléctricos de China, ya que las autoridades se han comprometido a conseguir que los eléctricos supongan el 45% de las compras de vehículos nuevos en China en 2027, con medidas para prestar apoyo a esta transición. Con un apoyo coordinado por parte de las autoridades, además de las inversiones verdes, el comercio también se ha beneficiado, ya que las exportaciones de vehículos eléctricos por parte de China se han colocado en los primeros puestos en 2023, creciendo exponencialmente tras la reapertura de la economía.
En el plano del consumo, China también está realizando una transición, lo que crea oportunidades en algunas áreas. En respuesta al envejecimiento demográfico en China, donde se prevé que la población de 60 años o más roce los 300 millones de personas, más del 20% de la población total, a mediados de esta década, las autoridades han desplegado iniciativas para apoyar la denominada economía de plata, lo cual presenta una oportunidad sustancial.
Las medidas de apoyo de las autoridades engloban mejores infraestructuras e instalaciones, servicios sanitarios y prestaciones y servicios sociales. Se calcula que el consumo de la generación de plata de China alcanzará los 19 billones de yuanes en 2030, lo que equivale al 28% del consumo total y al 9,6% del PIB total. A medida que la economía se vaya recuperando gradualmente, esperamos que el crecimiento de los salarios mejore junto con la confianza del sector privado. Antes de que se anuncien nuevas directrices estratégicas, es importante que los inversores mantengan un posicionamiento táctico constructivo y ágil. Sin embargo, los argumentos a largo plazo a favor de los China permanecen intactos.