Inversión global

TrueValue
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TRIBUNA de José Luis Benito y Alejandro Estebaranz, asesores del fondo de inversión True Value FI (Value Investing) en True Value (Renta 4).

Tengo un amigo que cada vez que nos reunimos para tomar un café y hay  alguien nuevo en el grupo siempre hace la misma pregunta, “¿A ti te gusta la comida china?” y el cuestionado dice “Si”, “No”, “Me encanta”, “La detesto”, etc. Y mi amigo esboza una sonrisilla y dice “pero la comida china no existe, China es muy grande y no tiene nada que ver la gastronomía  propia de una zona con la de otra muy distante; sólo tienes una idea de lo que nos han mostrado aquí con los restaurantes de farolillos, arroz tres delicias y los rollitos primavera”.  

En el mundo de la inversión nos sucede a menudo algo similar, muchos inversores se dirigen a nosotros y nos preguntan a diario, “Pero…¿no tenéis miedo de que se produzca una corrección? …¿no veis que la bolsa está muy cara?”. Pues deberíamos contestar de un modo similar al que utiliza mi amigo: la bolsa como algo único no existe, lo que son únicas y reales son las miles de compañías cotizando en diferentes mercados, cada una de ellas con unas características propias y diferentes y, sobre todo,  con lo que nos interesa a la hora de adquirirlas: con unas valoraciones de mercado muy dispersas, en muchos casos muy atractivas; no todo va a estar caro ni barato al mismo tiempo.

Pero estos sentimientos de bolsa cara o barata, al igual que otros clichés, están muy arraigados entre la comunidad inversora  y, frecuentemente, retroalimentados por los titulares. Un ejemplo, en los últimos meses las portadas de los periódicos nos bombardean con las guerras comerciales entre EE.UU. y la Unión Europea y entre EE.UU. y China. Si nos guiamos por  los riesgos macroeconómicos, nos podríamos asustar y decidir estar fuera del mercado; por el contrario, y como ejemplo,  podríamos buscar oportunidades en los mercados de países vecinos que están al margen de la guerra, ya que tradicionalmente los países colindantes neutrales se han beneficiado de las guerras del vecino, vendiendo más al contrincante que seguiría comprando productos y servicios similares a los que le ofrecía el país vetado. A su vez, dentro del mismo país involucrado en la guerra, habrá sectores y compañías que se beneficien de las medidas proteccionistas.  Pero la verdad es que es muy difícil mantenerse aislado de la corriente y, normalmente, el mercado empuja hacia arriba o (especialmente) hacia abajo las cotizaciones de la mayor parte de las compañías, siendo especialmente sensibles a estos movimientos las empresas menos liquidas y de menor capitalización, las llamadas small caps, incluidas aquellas cuyo desempeño tiene poco que ver con el motivo al que se le atribuye la subida o bajada del mercado. Como dice un viejo adagio, “En tiempos de crisis, todas las correlaciones tienden a uno”y no se distingue lo bueno de lo malo.Si miramos unos años atrás, entre 2010-2013, cuando las noticias eran que el euro y Europa se rompían en mil pedazos y el mundo se acababa, muchas pequeñas y sólidas compañías se vieron arrastradas hasta niveles de cotización en torno a PER 5 sin un motivo real (al menos tan exagerado) que justificara dichas valoraciones. Una vez disipados los miedos, sus múltiplos ser recuperaron hasta niveles de 12-15 veces los beneficios, y con el efecto agrandado de que esos múltiplos recogían también el crecimiento en beneficios que habían tenido esas compañías durante ese periodo. Volviendo a China, y no a la comida, podemos observar por ejemplo como en 2018, el sector de empresas vinculadas a internet en EE.UU. se ha revalorizado un 30%, mientras que el mismo sector en China ha caído en torno al 20%. Aunque no deberíamos generalizar con todas las compañías del sector, quizá podríamos pensar en que se ha producido cierto efecto contagio por tensiones macro en compañías que quizá no les afecten tanto los aranceles y guerras comerciales en las que está inmerso su país.

No sólo China, podemos observar como el miedo de los titulares está centrado ahora en casi toda Asia y otros mercados emergentes, lo que hace que muchas pequeñas empresas se vean arrastradas, tal y como hemos comentado. Así nos encontramos con compañías como Texhong Textil Grupo Limitad,un buen negocio textil que cotiza en el mercado de Hong Kong a niveles de PER 6 con un crecimiento del 20%. Otro ejemplo lo tenemos en Keck Seng Investiments Limited, una empresa hotelera ,también cotizada en Hong Kong a niveles de Per 5 y sin deuda, y con los activos principales situados en otros países, como EE.UU., al margen de cualquier perturbación que afecte a Asia. Estos son sólo algunos ejemplos. En este año en el que “la bolsa americana está cara” podemos ver varios países europeos con retornos negativos y muchos países emergentes con mayores correcciones. Si bien es cierto que True Value no invierte en todos los países ya que aunque los criterios macro no son los pilares que nos mueven, no podemos obviar las reales o posibles crisis monetarias de algunos países. Tenemos la precaución de buscar en mercados OCDE y en otros países con estructuras desarrolladas.

 Hay otro aforismo en los mercados que seguimos como principio y que dice “siempre hay un mercado alcista en algún lugar”. Nuestra misión en True Value, al ser un fondo con un enfoque global, es buscar compañías potencialmente muy alcistas en cualquier parte del mundo, con las restricciones geográficas de países estables que hemos comentado en el párrafo anterior. Si además, a ese enfoque global le añadimos un abanico más amplio de tamaño objetivo, incluyendo en el radar a  pequeñas y medianas compañías, estamos seguros de que podremos encontrar siempre ese mercado o nicho alcista para un conjunto típico de 40-50 compañías en la  cartera de un fondo. 

Así que si algún día tomamos un café y viene mi amigo, cuando pregunte si os gusta la comida china deberíamos contestar, “hay algunos platos que detesto pero hay otros que me encantan… no tienen nada que ver unos con otros”.