Oportunidades que puede generar en mercado la Cumbre de Glasgow

Bosque, verde, ESG
Firma: Kazuend (Unsplash)

La celebración en Glasgow de la COP26 arrancará con muchos interrogantes en cuanto a cómo pueden conseguir Gobiernos y empresas ese objetivo final de reducir el calentamiento global. Más allá de ver las políticas y compromisos concretos que se alcanzan, la cita también será muy tenida en cuenta por los mercados de valores. Al fin y al cabo, como explica Eric Pedersen, responsable de inversiones sostenibles en Nordea AM, "los inversores deberían preocuparse por la COP26 porque la urgencia asociada al cambio climático representa la mayor amenaza tanto para su propia prosperidad futura como para las condiciones medioambientales en las que vivirán ellos y sus hijos".

Hay que tener en cuenta que, además, esta cumbre llega justo en un momento en el que la crisis de la energía, en la que mucho tiene que ver el coste que implica esa transición energética que se persigue, ha disparado las tasas de inflación. De ahí que Chris Iggo, director de inversiones core en Axa IM alerte de que "existe el riesgo de que tanto las expectativas de crecimiento como las de inflación se vean afectadas por lo que se acuerde o no. Es importante que los inversores vean que la política avanza en la dirección correcta".

También es importante para el inversor porque también de esta cumbre, y de los acuerdos que se alcancen, saldrán empresas que resulten vencedoras y otras que resulten vencidas. Todo dependerá de las políticas que tengan en la lucha por esa sostenibilidad del planeta. "Desde el punto de vista de la inversión, sectores como los recursos naturales, las infraestructuras energéticas y el transporte tendrán un papel fundamental en la creación de un futuro más sostenible, explica Luc Pez, cogestor del fondo Oyster Sustainable Europe (iM Global Partner). Y matiza que aunque estos sectores han tenido históricamente un pobre historial de emisiones, "las empresas que pueden transformarse rápidamente son especialmente atractivas y a menudo infravaloradas por los mercados".

Dónde mirar en la renta variable

Pascal Dudle, gestor en Vontobel AM, cita dos ejemplos. El primero se refiere a esas empresas, dentro de los sectores de la construcción y el transporte "puedan ofrecer soluciones de calefacción y refrigeración no fósiles y energéticamente eficientes para los edificios", afirma. El segundo se refiere a las compañías del sector de la automoción. "En el sector de la automoción, a medida que continúa la tendencia de abandonar los motores de combustión en detrimento de los sistemas de propulsión eléctrica, la demanda de las correspondientes estaciones de carga (rápida) crece en consecuencia. Las empresas que aseguren la expansión de la red de media tensión correspondiente se benefician indirectamente", afirma.

Desde J.P. Morgan AM, los estrategas de mercado Hugh Gimber y Jai Malhi, defienden que en sectores como los de la energía, la logística, la navegación aérea y la agricultura, que suelen registrar niveles elevados de emisiones de carbono, también hay motivos para mantener el optimismo. "Las empresas que adopten políticas que ayuden a alcanzar el objetivo de cero emisiones netas probablemente ganarán cuota de mercado y serán consideradas parte de la solución y no del problema", aseguran.

Más madera para los bonos verdes

Eso en el área de la renta variable pero también surgen oportunidades en el mercado de renta fija. Principalmente en un segmento que no ha hecho más que crecer en los últimos meses: el de bonos verdes. "El medio principal por el que los Gobiernos financiarán nuevos gastos centrados en el clima será un aumento de la emisión de bonos verdes", afirman desde esta gestora. De hecho, recuerdan que la emisión de bonos verdes, sociales y sostenibles, que sumaba 6.000 millones de dólares en 2012, ha crecido hasta los más de 700.000 millones de dólares en 2020.