Personalización, cercanía y uso de la tecnología para ganar agilidad y segmentar, tendencias de la GDC en España

“La profesionalización del banquero y la separación de poderes que, de alguna forma, le aporta una mayor cercanía con el cliente, al reducirle labores de gestión que tenía antes”, son dos tendencias que observa en la industria de la GDC Luis Quesada, director de Gestión de Carteras Discrecionales Multiactivo de España en CaixaBank AM.

Otro de los cambios que está viviendo esta área tiene que ver con el incremento de volumen gestionado, que requiere de unas “necesidades, recursos, sistemas y procedimientos que hace que toda la gestora esté involucrada, a diferencia de lo que ocurría en el pasado”, apunta.

Y ese aumento del patrimonio gestionado también implica un mayor uso de la tecnología para dar “agilidad” a los procesos. “Cuando tienes un alto volumen se produce un cuello de botella y no puedes aplicar las decisiones de un día para otro, aquí es donde nos ayuda la tecnología”, aclara Quesada, así como en la segmentación del cliente y en la personalización del servicio a partir de un estándar.

Asimismo, el director de Gestión de Carteras Discrecionales Multiactivo de España en CaixaBank AM menciona una mayor oferta de vehículos financieros más allá de los tradicionales empujados por plataformas especializadas en productos indexados, la segmentación del cliente para ofrecerles una cartera creada ex profeso y la incorporación de factores ASG.

Por su parte, Nieves Mateos, responsable de Carteras Gestionadas de Banca Privada de BBVA AM, señala que “hemos pasado de una gestión realizada por banqueros a una gestión centralizada y personalizada (en función de los objetivos, perfil de riesgo y preferencias de los clientes) en equipos que están más especializados”. Argumenta esta transición en la entidad a que el objetivo era que la toma de decisiones estuviese donde hay mayor capacidad de gestión y el banquero estuviera más centrado en lo que es “el conocimiento profundo, seguimiento y perfilado del cliente”.

Coincide en esa evolución hacia una gestión mucho más eficiente en costes, integrando instrumento pasivo, mandatos y estrategias que combinan gestión pasiva y activa. También indica continuidad en el interés por la sostenibilidad y uso de la tecnología, tanto en la parte de distribución, “donde nos va a permitir ofrecer este servicio a otros segmentos y, gracias a la Inteligencia Artificial, una mayor cercanía al cliente, como en la de gestión, en cuanto a análisis de datos, herramientas y software para optimizar las carteras”, puntualiza Mateos.

Entre los retos que destaca la responsable de Carteras Gestionadas de Banca Privada de BBVA AM está en el hecho de que los clientes, están “más formados e informados”, lo que supone un desafío a la hora de aportar valor a los clientes. En este sentido, la experta indica que la tecnología es una aliada para lograr “mayor cercanía y personalización”.

En Santander Private Banking se trabaja la GDC segmentado por perfiles de riesgo, donde el cliente elige el nivel de riesgo medido por el peso en renta variable, high yield y divisas, y por el servicio de gestión de carteras personalizado, en el que prevaleciendo los mismos límites, la composición de la cartera se hace siempre a la medida del cliente.

El chief invetment officer de la entidad, Álvaro Galiñanes, hace un símil con una conocida marca de refrescos. Hay una versión clásica, donde está el grueso del patrimonio gestionado, en la que se realiza el asset allocation y la selección de activos (funds picking); otra llamada  “light”, en la que se pone a disposición de los clientes building blocks de distintas tipologías de activos y es el propio inversor el que compone el asset allocation, “pues son perfiles que quieren participar en ello de forma activa”; y la versión “cero”, que es un servicio en el que la entidad hace el asset allocation, pero exclusivamente con fondos índice, “pues es una temática que poco a poco ha ido calando más en el gusto de los consumidores que tienen una cierta preferencia por acotar muy bien el nivel de riesgo que quieren tener”, en referencia a los perfiles más jóvenes.

Coincide el chief investment officer de Santander Private Banking en que ese mayor acceso a la información pública por parte del cliente hace que “el reto sea transmitir adecuadamente la toma de ciertas decisiones en asignación de activos” de los gestores.

Por parte de Amundi, lo que se ha detectado es que el servicio de GDC ha ido creciendo en los últimos años, “con ratios bastante mayores que los fondos de fondos, también porque se partía de un nivel más bajo”, matiza su head of Wealth Banking, Blanca Comín.

Ahora bien, llama la atención en que, desde el punto de vista del volumen, “la volatilidad de salida del dinero es menor que en fondos de fondos”, precisamente por la mencionada mayor cercanía al cliente que ofrece la Gestión Discrecional de Carteras, lo que, a su vez, redunda en mayor fidelidad. Además, “permite dar más tranquilidad en momentos de tensión de los mercados”, afirma Comín.

La head of Wealth and Private Banking de la gestora destaca que también están viendo la tendencia de incorporar activos privados en las carteras de gestión discrecional. En este sentido la firma ha reforzado su oferta con la reciente adquisición de Alpha Associates, una gestora líder en fondos de fondos de activos privados, para complementar su gama en activos alternativos.

Asimismo, también ofrece servicios y herramientas de tecnología para la gestión patrimonial, “proporcionando agilidad en la gestión del volumen y capacidad para individualizar la oferta con soluciones modulares que ayuden a industrializar y personalizar, dos aspectos que parecen opuestos pero que, a través de la digitalización, se pueden implementar”, puntualiza Comín.  De este modo, Amundi Technology reforzó el pasado año su oferta de servicios de tecnología para bancas privadas y redes con la adquisición de aixigo. “Es una herramienta que permite implementar los cambios en las carteras según los perfiles y controlar riesgos, monitorizando la cartera y el cumplimiento de los parámetros definidos por el cliente para minimizar los riesgos”, explica la directiva.