Por qué cuando se piensa en small caps americanas hay que preguntarle a Aberdeen

Jason Kotik (Aberdeen)
Foto cedida

Si queremos saber cuáles son las oportunidades reales que ofrecen en estos momentos las compañías americanas de pequeña capitalización es muy importante escuchar a Jason Kotik por la claridad y la franqueza con la que habla de un universo de inversión que él conoce muy bien y que es territorio no ignorado, pero sí extraño, para muchos inversores europeos. Kotik es gestor en Aberdeen. Está afincado en Filadelfia, desde donde gestiona con mucho éxito el Aberdeen Global North American Smaller Companies, fondo con 5 estrellas Morningstar que además presume de la calificación Consistentes Funds People por los buenos resultados ofrecidos por rentabilidad/riesgo en los últimos tres años. En 2014 y 2015 fue primer cuartil, situándose este último año como el mejor de su categoría, lo que ha hecho que muchos inversores se hayan sentido atraídos por una estrategia cuyo patrimonio ha crecido de manera muy significativa en los últimos tiempos, hasta rozar los 500 millones de dólares.

En una entrevista con Funds People, Kotik no duda a la hora de señalar cuáles han sido los factores que explican el tirón que tiene esta la estrategia. Según él, la clave del éxito radica en los principios que siempre ha defendido Aberdeen: apuesta por la calidad, la valoración y la visión de largo plazo, todo ello a través de una cartera concentrada, formada por entre 40 y 60 valores (actualmente tiene 49), lo que no significa que para ello el gestor renuncie al criterio de la diversificación, esencial para él. La mayor posición nunca supera el 5% y las diez mayores posiciones no representan ni el 30% del total. Pero, para Kotik, lo verdaderamente importante a la hora de hablar de la diversificación no es esto, sino el hecho de invertir en empresas sólidas, con modelos de negocio muy diferentes entre sí y capaces de resistir en distintos ciclos económicos. “Algunas veces descarto valores porque ya tengo compañías parecidas. Me gusta contar con una cartera formada por empresas con buenos equipos directivos, baja deuda y que generen beneficios”.

Esos son algunos de los atributos que busca en una compañía. Sin embargo, si se rasca un poco más allá de esta idea, se pueden encontrar algunos aspectos curiosos de su filosofía que la hacen diferente con respecto a otras estrategias de small caps americanas. Por ejemplo, a Kotik no le importa invertir en empresas con márgenes que estén cayendo siempre y cuando las compañías estén reinvirtiendo el dinero en las áreas correctas del negocio, ya que –según indica- cuando esto sucede al final se vuelve a traducir en márgenes positivos y generación de valor para los accionistas a largo plazo. “Con un active share del 95% y un tracking error de casi el 6%, mi cartera no se parece mucho a la de mis competidores. Cuando nosotros invertimos lo hacemos sin seguir ningún índice y con la vista puesta en el largo plazo, como demuestra una rotación de la cartera muy baja (del orden del 25-30%)”, subraya el gestor. Esto tiene interesantes ramificaciones que Kotik explica.

La primera es que, cuando una compañía se entera de que Aberdeen ha entrado en su capital se sienten muy reconfortados y tranquilos por el compromiso inversor de largo plazo de la gestora. “Esto no nos permite tener información privilegiada, pero sí nos da acceso a toda la cadena de operaciones de la compañía, así como a sus máximos responsables, con los que mantenemos una relación de confianza. Para saber cómo piensan en el negocio, nada mejor que ponerles en situaciones comprometidas que nos permitan saber cómo actuarían ante distintas situaciones: por ejemplo, preguntándoles qué harían en caso de estar perdiendo cuota de mercado o cómo actuarían ante un escenario en el que la compañía quisiera seguir creciendo. Todas las compañías que integran la cartera del fondo son empresas que conocemos muy bien. Llevamos años estudiándolas”, afirma.

A Kotik y a su equipo no les gusta mirar al corto plazo, pero sí la volatilidad que se genera en el mercado, ya que esto es lo que les permite comprar a precios atractivos. “La rotación de la cartera en 2016 fue más elevada que en años anteriores, precisamente por la mayor volatilidad que existió en el mercado, la cual dejó al descubierto interesantes oportunidades por valoración. El año pasado redujimos la exposición a compañías de consumo y elevamos el posicionamiento en tecnológicas, mientras que estamos atentos a las oportunidades que puedan surgir en el sector financiero. El 80% de los ingresos de las compañías que tenemos en cartera proceden de Estados Unidos. Tecnológicas e industriales son las que presentan un negocio más internacional. Sólo invertimos en empresas con una capitalización inferior a los 3.000 millones. Cada una tiene un peso de entre el 1% y el 3%, el cual revisamos cada jueves. Es cuando celebramos nuestro meeting semanal en el que revisamos el modo en el que está construida la cartera”, indica.

Típicamente, ésta presenta una beta inferior a uno, lo que permite proteger al inversor de las correcciones del mercado. No obstante, esta beta defensiva no es algo que gestionen de manera intencionada ni con la expectativa de que se vaya a producir una corrección. Es resultado de la selección de valores y del proceso bottom-up. “El mercado está caro si se compara frente a su historia, pero existen oportunidades por valoración que los inversores están obviando. Soy consciente de que muchos inversores se muestran preocupados por los niveles que ha alcanzado por las small caps, aunque no es un mercado sobrevalorado. Para que siga creciendo necesitamos continuar viendo mejora de fundamentales y aceleración del crecimiento de los beneficios. La reforma impositiva que plantea Donald Trump sería muy positiva para las small caps, pero no construimos la cartera pensando en esto. De hecho, el relevo en la Casa Blanca no nos ha hecho cambiar nuestra visión de mercado”, concluye el experto.