Por qué el sector tecnológico no encara un nuevo año 2000

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Foto: Franck Veschi, Unsplash

¿Qué esperar de la tecnología tras la corrección sufrida por estas compañías? Hyun Ho Sohn, gestor del Fidelity Global Technology, sigue confiando en que el sector mantendrá su fortaleza gracias al sólido apoyo que le brinda su elevado poder de fijación de precios y la naturaleza cada vez más esencial de la tecnología para los consumidores, las empresas y las administraciones públicas. Según el responsable de este producto con Sello FundsPeople 2021, con las calificaciones Blockbuster y Consistente, “algunas áreas siguen estando caras, pero muchas empresas de este sector presentan valoraciones razonables”.

Debido a su énfasis en la valoración, Hyun Ho no tiene intención de invertir en las áreas del mercado de alto crecimiento y menor rentabilidad empresarial que han protagonizado este desplome. A su juicio, las valoraciones de algunas áreas del mercado están forzadas y durante los últimos meses han aparecido señales de excesos especulativos en forma de altos niveles de participación de los inversores minoristas, negociación de opciones y flujos de capital riesgo hacia las empresas tecnológicas de reciente creación. “Sin embargo, creo que la situación es totalmente diferente a la que se observaba a finales de la década de 1990 y el año 2000”.

Por qué no estamos ante un nuevo año 2000

Para el gestor, hoy en día, la dinámica bursátil obedece a los fundamentales empresariales y a una demanda real. “En los años 2000, hubo gran cantidad de valores tecnológicos que se movían en torno a una idea, pero que no eran rentables. Se construyeron infraestructuras de telecomunicaciones para sostener esas ideas, pero muchas de ellas no fructificaron. Esto trajo consigo un exceso de oferta de estas infraestructuras cuando la burbuja explotó y la demanda se evaporó. Actualmente, la demanda de soluciones y productos tecnológicos para los consumidores, las empresas y las administraciones públicas es real y sigue siendo superior a la oferta”.

Además, la pandemia reciente puso de relieve la enorme importancia de la tecnología de la información para nuestra vida personal y laboral. “Podríamos ver ciertos retrocesos en los mercados de equipos tras el COVID. Las personas podrían optar por gastar en experiencias como el ocio y los viajes, en lugar de dispositivos. Pero, en general, todos dependemos cada vez más de la tecnología. Así pues, los avances de las cotizaciones se deben al crecimiento de los beneficios, que son mucho más recurrentes y se asemejan más a los de las empresas de artículos de primera necesidad de lo que muchas personas creen”, subraya.

Clima empresarial

Las reuniones del reciente Technology Symposium, celebrado a finales de 2021 con la asistencia de destacadas empresas tecnológicas, demostraron de nuevo que las empresas ven el futuro con optimismo. “Los beneficios mantienen un buen grado de visibilidad y el poder de fijación de precios es elevado gracias a la fortaleza de la demanda final. Este punto es especialmente importante en el contexto de un entorno más inflacionista. A algunos les preocupa que los valores tecnológicos vayan a comportarse peor que las áreas cíclicas/infravaloradas en un entorno más inflacionista y con tipos de interés al alza. Sin embargo, la fortaleza del poder de fijación de precios de muchas empresas sugiere que estas preocupaciones se han exagerado”.

De acuerdo con él, en general, las empresas tecnológicas tienen margen para repercutir el aumento de los costes de producción a los clientes sin perjudicar la demanda de forma apreciable. “Nuestra segunda ronda de reuniones centradas en el software puso de relieve que las iniciativas de digitalización están recibiendo impulso en los diferentes sectores. Muchos proyectos tecnológicos, especialmente los dirigidos a las áreas administrativas, como la contabilidad y las finanzas, se retrasaron a causa de la pandemia, pero ahora se les está considerando prioritarios”, revela.

Sus reuniones en torno al software también les confrontaron con la fortaleza de la demanda empresarial de soluciones tecnológicas que contribuyen a las iniciativas de sostenibilidad.

“Autodesk y Aveva mencionaron el elevado interés de los clientes en los programas informáticos que ayudan con la dimensión ESG; Autodesk citó el ejemplo de los gestores de proyectos de construcción y los propietarios de edificios que desean obtener información de conjunto sobre las emisiones de carbono y la huella ambiental. Aveva se especializa en proveedores de energía, que también están interesados en cómo las soluciones tecnológicas pueden mejorar su conocimiento sobre los indicadores medioambientales y su capacidad para controlar los costes de producción y las cadenas de suministro”, ejemplifica.

Además, el refuerzo de la normativa medioambiental también es positivo para estos negocios. “Las empresas tendrán que gastar más en tecnología de la información para vigilar aspectos como las emisiones”, indica.

Valoraciones

Para Hyun Ho, en conjunto, el mercado de la tecnología no parece excesivamente caro, ni desde una óptica relativa ni histórica. “Esta situación es aún más clara después de la última corrección. No obstante, existen áreas del mercado que es incuestionable que están caras. Hemos visto unos flujos de inversión muy elevados en start-ups de nuevas tecnologías. Esto ha ocurrido en áreas como los vehículos eléctricos, la inteligencia artificial y, en general, el software. Algunas triunfarán, pero la mayoría no cuajará. Además, el endurecimiento de las condiciones monetarias debería traducirse en una menor actividad de salidas a bolsa”.

El endurecimiento monetario podría traer consigo más movimientos de concentración en el sector y ser positivo para los operadores dominantes con amplios recursos. Las empresas consolidadas también están impulsando la innovación, sobre todo los gigantes cotizados. "Estas compañías siguen aprovechando sus posiciones dominantes y su generación de tesorería para crear nuevas fuentes de ingresos e invertir en nuevos proyectos. Eso ha dado lugar a una efervescencia excesiva. Es lo que explica en parte que Apple haya alcanzado los tres billones de dólares de capitalización bursátil, su máximo de los últimos tres años”.

En su opinión, los inversores son sensibles a las buenas historias. "Lo han sido siempre", afirma. Pero, en conjunto, él sigue siendo optimista y sobrepondera en su cartera la mayor parte de las grandes cotizadas en todo el mundo. Lo hace debido a su fortaleza a largo plazo, sumada a unas valoraciones razonables.

“Las valoraciones y el sentimiento hacia las acciones chinas sufrieron el año pasado por la ofensiva normativa y antimonopolio de las autoridades chinas. Tendremos más certidumbres en relación con la postura de los reguladores chinos tras el XX Congreso del Partido, que se celebrará en octubre. Pero su planteamiento parece menos específico ya y habrá menos sobresaltos regulatorios para las empresas chinas”, augura el gestor de Fidelity.