Por qué es importante la diversidad en las carteras de inversión

FundsPeople. De izquierda a derecha: Silvia García-Castaño (Tressis), Laura Lacalle Senent (SabadellUrquijo), Miriam González-Amezqueta (Deutsche Bank), Nina Petrini (UBS AM), Cristina Rodríguez Iza (Santander AM).

La diversidad de género no solo es una cuestión de justicia social, también tiene relación directa con la rentabilidad de las empresas y la creación de valor y por ello es importante tenerla en cuenta en las carteras de inversión. Cinco gestoras debaten sobre esta cuestión en un desayuno organizado por FundsPeople y patrocinado por UBS AM.

Cristina Rodríguez Iza, directora de Global Multi Asset Solutions Europa de Santander AM, tiene claro que la diversidad de género importa a la hora de invertir, no solo por ser una cuestión de justicia -que también, puesto que todos deberíamos tener garantizada la igualdad independientemente de nuestro género- sino porque tiene una relación directa con la rentabilidad de las empresas y la creación de valor, como ya han puesto de manifiesto muchos estudios que la diversidad, más allá de la de género, aporta valor.

“Que se haya llevado esta cuestión a los foros de debate y que se haya empezado a obligar a las compañías a reportar datos, como la distribución de sus empleados o la brecha salarial entre géneros, ha permitido dejar atrás las meras opiniones y juicios de valor y que se pueda trabajar con datos”, apunta Rodríguez Iza. Y no solo eso. Este proceso de transparencia también ha hecho posible que se puedan cuantificar las pérdidas de beneficio económico “entre las empresas que no están tomándose en serio este asunto”

“Estos datos son muy sensibles y las empresas se resistían a proporcionarlos hasta que se han visto obligadas por la regulación, y ahora son conscientes de lo que ocurría, aunque, en algunos casos, creyeran que no era así”, añade.

Un criterio social y de buen gobierno

De los factores ASG, la S de Sociales y la G de Gobernanza tienen mucha relación con la igualdad de género, explica Nina Petrini, responsable de ETF y fondos índice para Iberia y Latam en UBS AM, para quien las empresas no deben perder de vista la diversidad e inclusión porque apostar por estos criterios proporciona mayores beneficios, no solo a las propias compañías, sino a la sociedad en su conjunto. “Quizás hace años no había evidencias sobre esto, pero ya sí y cada vez más: los beneficios de una empresa serán mayores cuanto mejor sea su diversidad”, subraya Petrini. 

Silvia García-Castaño, directora general de Inversiones y Productos de Tressis, recuerda que la mujer toma más del 50% de las decisiones de compra “y muchas veces es excluida de la toma de decisiones de las empresas”, algo que no tiene sentido en el contexto actual, sobre todo pos-covid, en el que “las políticas de diversidad son sumamente importantes para adaptarnos a un entorno más innovador. En este mundo cambiante se necesita talento diverso, ya no vale un consejo en el que todo el mundo diga que sí a lo mismo, y por esto tener perfiles diferentes es fundamental”

El talento sénior y joven

“La diversidad está ligada al buen gobierno de las empresas y aquellas con buen gobierno tienen una prima bursátil como se ha demostrado. Aquí no solo hablamos de diversidad de género, sino también de no prescindir del talento sénior o de incorporar a los jóvenes. Es una tendencia que se está acelerando porque se trata de una reivindicación social, que llegará a la regulación y a las empresas”, añade la directiva de Tressis.

Laura Lacalle Senent, gestora de Sabadel Urquijo, advierte de que las compañías no deben olvidar que las mujeres suponen el 50% de la población mundial y que si las excluyen en la toma de decisiones o en la creación de productos obtendrán menores rendimientos. “Es importante que escuchen el mayor número de puntos de vista diferentes, que haya diversidad. De este modo se puede conseguir que las carteras estén bien diversificadas y que cuenten con empresas que no excluyan a un porcentaje importante de cuota de mercado, porque les dará un mayor rendimiento y a nosotros más beneficios si invertimos en esas empresas”.

La importancia de las mediciones

Miriam González-Amézqueta, consejera independiente de Deutsche Bank, se declara una firme defensora de la diversidad y señala que uno de los quid para progresar en la consecución de este objetivo son las mediciones. “La rentabilidad ahora también se mide en función de los criterios ASG y se ve que las empresas que los cumplen están sacando mejores rendimientos que las otras”, asegura la consejera de Deutsche Bank, para quien tanto las mediciones, como los índices y las leyes que favorecen esta cuestión son claves en la gestión de carteras.

Respecto a la regulación y pese a ser un asunto controvertido, González-Amezqueta también defiende la imposición de las cuotas porque considera que son un mecanismo óptimo para romper el status quo. “O haces que haya mujeres que sean las que atraigan a otras mujeres o será complicado alcanzar la igualdad de género. Hay que tener cuotas, aunque por supuesto, también hay que tener en cuenta el mérito”, señala. En este sentido, hace un símil con la liberalización del mercado de telecomunicaciones en España hace dos décadas, cuando se obligó a Telefónica a compartir sus redes, algo que la operadora rechazó, pero que permitió modernizar el sector y desarrollar este mercado.