El consejo que más se repite estos días de fuertes caídas del mercado por el impacto del coronavirus en la economía es que se aprovechen los descuentos para comprar, pero ese no es un consejo que valga para todo tipo de inversores.
La internacionacionalización del coronavirus más allá de China y, sobre todo, su rápida propagación, ha provocado que los mercados de renta variable hayan vuelto a activar el modo Lehman tras registrar caídas diarias que han superado el 7%. Y, lo peor de todo, es que si hay en estos días consenso en algo es que es posible que estos fuertes retrocesos, y sobre todo la volatilidad que lleva asociada (el Vix está en niveles que superan los 50 puntos) se mantengan en el tiempo. Que ese tiempo sea más o menos largo dependerá de dos cosas.
La primera, la contención de la enfermedad desde el punto de vista sanitario, clave para poder empezar a calcular el impacto que la paralización de la actividad económica que se está viendo en varios países pueda tener en un PIB que se ha quedado, como poco, muy tocado. La segunda será de cómo interpreten los mercados los planes de estímulo que están ya lanzando los bancos centrales para seguir dotando de liquidez al sistema. De hecho, hoy mismo el Banco de Inglaterra ha anunciado un recorte de 50 puntos básicos en los tipos de interés y mañana se esperan movimientos por parte del BCE, siguiendo lo que ya han hecho la Fed, el Banco de Australia o el de Canadá, por mencionar algunos.
Ante esta incertidumbre crecen los expertos financieros que llaman a la prudencia e incluso la amplia mayoría coincide en que éste es un buen momento para que quien tenga posibilidad añada más bolsa a sus carteras aprovechando los fuertes descuentos que se han visto en muchos valores los últimos días. Pero ¿Es éste un consejo válido para todo tipo de inversor? La respuesta corta es no.
“Sólo a aquellos inversores que por su situación patrimonial tienen inversiones con un horizonte temporal inferior al año (con independencia del perfil que tengan), les recomendaríamos traspasar las posiciones de mayor riesgo (fondos centrados en sectores más cíclicos, que son los que más perjudicados se verían en un entorno de bajo crecimiento o recesión, renta variable y renta fija emergente o fondos de renta fija high yield) hacia fondos de menor riesgo y mayor liquidez”, afirma Mar Barrero, directora de análisis de Arquia Banca. “No recomendaríamos vender a ningún inversor salvo que le surgiera un problema con el que contaba y por el que necesitara tener liquidez”, apunta Gadea de la Viuda, directora general de Abante Asesores.
Aparece el primer concepto clave: el horizonte de una inversión. Según el último Estudio Global a Inversores de Schroders, en España ese horizonte es más bajo que en otros países analizados. En concreto, de media mantenemos nuestras inversiones 1,9 años, muy por debajo de los 2,6 años de la media europea y global. De hecho, es ese carácter de corto plazo lo que llevó, según la misma encuesta a que el 78% de los españoles optaran por mofidificar su perfil de riesgo al acabar el nefasto 2018, perdiendo la espectacular recuperación que tuvieron los mercados en 2019. De ahí que Ignacio Perea, director de inversiones de Tressis subraye que en caso de que se opte por esa reducción de riesgo de la cartera, ésta debería ir acompañada por datos económicos que la justificaran, más allá de las caídas de mercado. “Recomendaríamos reducir riesgo cuando hubiera indicadores, objetivos y que marcaran una cierta tendencia, que así lo indicaran ( resultados empresariales, datos de empleo, actividad económica, etc)”.
El segundo concepto clave que hay que analizar es el perfil del inversor, conservador moderado o arriesgado, que tiende a ser más arriesgadol medida qu su horizonte de de inversior mofidificar su perfil de riesgo al acabar el nefasto 2018, perdien a medida que aumenta su horizonte de inversión. “Es imposible saber si estamos ya o no cerca del suelo, pero con el horizonte de inversión en el largo plazo, seguiremos construyendo posiciones poco a poco y sin prisa en renta variable”, afirma Victoria Torre, responsable de producto y análisis de Singular Bank. De hecho, la manera de afrontar esta crisis por parte de los inversores, que además han estado aumentando sus suscripciones a fondos en los últimos meses, será una buena vara de medir si la trasposición de Mifid II se ha hecho o no bien en España ya que, según explica de la Viuda, “cualquier inversor que haya hecho su estrategia bien respecto a su plazo o perfil debería estar tranquilo aunque haya mucha volatilidad e incertidumbre”.
De hecho, la elaboración de un buen test de idoneidad por parte de las entidades financieras puede reducir mucho la incertidumbre en el inversor final al tiempo de limitar esos sesgos conductuales que a veces juegan maLas pasadas a los inversores de largo plazo. “La creación y adhesión a un plan de inversión cuidadosamente elaborado también puede ayudar a los inversores a evitar decisiones de inversión equivocadas, especialmente cuando los mercados caen. El plan debe incluir numerosos factores, como el nivel de tolerancia al riesgo y los objetivos a corto y largo plazo”, afirman en Capital Group. Y es que, son muchas las consecuencias que puede tener para un inversor rotar una cartera de largo plazo antes de tiempo como explicábamos en este artículo.